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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

sábado, 11 de septiembre de 2021

RINCÓN PARA ORAR. ¿QUIÉN DICES TÚ QUE SOY YO? Sábado, 11 - Septiembre - 2021

"Ventana abierta"

RINCÓN PARA ORAR

SOR MATILDE

¿Quién  dices tú que soy yo?


27 Salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?»
28 Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas.»
29 Y él les preguntaba: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Pedro le contesta: «Tú eres el Cristo.»
30 Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de él.
31 Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días.
32 Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro, se puso a reprenderle.
33 Pero él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: «¡Quítate de mí vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres.»
34 Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
35 Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. (Mc. 8,27-35)

De acá para allá se mueve Jesús con sus discípulos… Pero en este caminar, su Palabra es siempre activa... Y un día, el pregunta a sus seguidores: “¿Quién dice la gente que soy yo?” Y le cuentan que hay diversidad de opiniones: Juan Bautista, Elías o uno de los profetas... Todos se remiten a lo conocido en la Escritura, sin aventurarse a la escucha del Espíritu Santo que es quién solo puede decir quién es Jesús... He aquí la ambigüedad de la opinión humana que no sale de lo que para él es comprensible...

Esto, a Jesús, le deja decepcionado porque no han captado la irrupción del Reino en su Persona... Y ahora les pregunta a sus íntimos: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. Y Pedro, el impulsivo, lleno del Espíritu Santo, le confiesa: “¡Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios!”. Pedro no sabe lo que dice y lo que esta palabra implica, pero está seguro porque el Espíritu de Jesús le da esta firmeza. “Esto no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo”... Y los demás apóstoles se unen a Pedro acogiendo su confesión...
Y detrás de ellos, Jesús nos pregunta directamente: ¿Y tú, N.N. quién dices que soy Yo?”... “¡No respondas enseguida, no te precipites en contestar, a no ser que mi Espíritu, te mueva la lengua y el corazón!... ¡Piensa primero, hurga en tu vida, que está clavada en tu corazón y contempla: ¿cuándo me viste, que clamando a mí, te salvé, te libré de “tus fosas" y de tus pecados y todo terminó en alabanzas y acciones de gracias que gritaste a todos?” ...

Antes de decir a Jesús quién es para mí, hay todo un camino de conversión y reconocimiento: ¡Que en ningún momento yo me he podido salvar a mí mismo!; ¡liberar de tantas “prisiones” que me tenían encerrado!; ¡pasar de la muerte, de una vida en mí mismo, a la alegría de la resurrección en un mundo nuevo y limpio de estas tendencias malsanas que ahogan mis ansias de amar y ser bueno!... ¡Él, y sólo Él, Jesús, el Hijo de Dios, siempre vigiló sobre mi vida, y esto aunque a veces no lo sienta, pero ello es verdad: “Yo estoy con vosotros todos los días ¡hasta el fin del mundo”!... ¡Esto es una promesa y una realidad a experimentar en la vida y sobre todo en los momentos de dificultad y de agobio!... ¡Él, es Él, el Único Señor de mi historia y de la historia de todos los tiempos, esa que a veces, ingenua o insensatamente, ¡creo que yo muevo sus hilos!... ¡Todo está en las manos de Jesús, el Hijo de Dios!... Pero como estas manos son amorosas y pacientes, Él hace en mí y en todos y en el mundo, mejor de lo que yo podría hacer o imaginar...

Sí, él es el “Dios con nosotros” y a favor nuestro, porque ¿quién concibe que uno destruya o abandone la obra que hicieron sus manos con tanto mimo y Amor?... Sí, Él es Jesús, Nuestro Señor y Nuestro Dios, Nuestro Hacedor, Nuestro Hermano y Amigo, Nuestro Esposo, que no tuvo reparos en asumir nuestra naturaleza humana y hacerse “uno de tantos”...
¡A Él la gloria y la alabanza y el poder y todo el Amor!... ¡Amén!… ¡Amén!...

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