"Ventana abierta"
La Buena Semilla
Dios… ahora manda a todos los hombres en todo
lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará
al mundo con justicia, por aquel varón (Jesús) a quien designó.
Hechos 17: 30-31
¿No tenemos derecho a
equivocarnos?
“¡Buenos días! -me dijo un cliente-. Le traigo
el aparato que compré la semana pasada. No corresponde con la referencia que le
había dado”. Como excusa, solo pude levantar los hombros y hacer esta
reflexión: “Disculpe, ¡todo el mundo puede equivocarse!”. En efecto, cuando se
trata de pequeñas cosas materiales, la expresión está muy bien adaptada. Sin
embargo, hay decisiones y circunstancias de nuestra vida en las que no tenemos
derecho a equivocarnos. El hecho de que “todo el mundo puede equivocarse” no
borrará las faltas de nadie cuando cada uno tenga que comparecer ante Dios para
rendir cuentas de su vida en la tierra, de sus decisiones y sus actos. Cuando
no sabemos, podemos equivocarnos. Pero deberíamos saber, pues múltiples
declaraciones de Dios nos dicen quiénes somos en el ámbito moral, y cuál debe ser
nuestra conducta. Por ejemplo:
- Nuestra conciencia: ¿no hemos escuchado su
voz muchas veces?
- Los llamados “diez mandamientos” y tantos
otros dados por Dios mismo hace milenios.
- El Evangelio anunciado por Cristo y predicado
luego en todo el mundo.
- La Biblia. Dios nos escribió, no solo para
decirnos lo que tenía derecho a esperar de sus criaturas, revelándonos su total
caída; también habla del medio para ser liberados a través del arrepentimiento
y de la fe en Jesucristo. Nadie podrá decir que no lo sabía. Aún hoy Dios
“manda”: el mensaje es urgente, pero está lleno de amor, para que nadie se
prive de su gracia. Él quiere atribuirnos gratuitamente la justicia de Cristo,
para que escapemos del juicio.
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