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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

sábado, 11 de abril de 2020

Arzobispo de Sevilla. SÁBADO SANTO. 11 - Abril - 2020

"Ventana abierta"


Archidiócesis de Sevilla


SÁBADO SANTO


En la Vigilia Pascual, la Iglesia nos anunciará esta noche la más jubilosa noticia: el Señor ha resucitado, el Señor vive, su vida no termina en el escándalo de la Cruz. En su resurrección, el Padre hace eficaz la redención obrada por Él en el Calvario, que puede ser aplicada a todos los hombres de todos los tiempos, a través de los sacramentos.

En una iglesia de Talavera de la Reina, me encontré una magnífica casulla roja del siglo XVI. En su parte delantera tiene tres hermosos medallones bordados en oro: el superior representa el enterramiento de Cristo; el central, su resurrección; y en el inferior aparece Cristo resucitado inclinado sobre un hombre anciano en actitud de levantarlo.

No es difícil interpretar este motivo: el anciano es Adán, el hombre viejo del pecado al que aludirá san Pablo. En realidad, es la humanidad entera debilitada por el pecado del paraíso, sobre la que Cristo se inclina para devolverle la vida.

La escena, que es una hermosa representación plástica de lo que significa para la humanidad la resurrección de Cristo, recuerda la descripción de la creación del hombre en el Génesis: Dios crea a Adán inclinándose sobre su estatua de barro para insuflarle el espíritu. Fue el primer comienzo, la primera de las obras de Dios. Cristo resucitado, por su parte, se inclina sobre el viejo Adán para recrearlo, comunicándole su gracia salvadora, que brinda también a toda su descendencia. Es el nuevo comienzo, tan importante como el primero.

Por ello, no exagera la liturgia de esta noche invitándonos a la alegría cuando en el “Pregón pascual” grita jubilosa: “Exulten por fin los coros de los ángeles, exulten las jerarquías del cielo, y, por la victoria de Rey tan poderoso, que las trompetas anuncien la salvación”.

+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla

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