"Ventana abierta"
NO PRESIONEN MÁS AL ARZOBISPO
Manuel Enrique Figueroa
Hace unos días, mi querido y admirado amigo, el
periodista Carlos Navarro Antolín, en el Diario de Sevilla escribía un
artículo que llevaba por título “No presionen más al Arzobispo” y, espero que
no te importe Carlos que utilice para titular esta contribución al blog Iglesia
y Ecología tu frase de titular. Me hizo pensar el artículo. Pienso
cada día en D. Juan José Asenjo y su labor en estos tiempos que ya he
denominado, evocando al novelista, ya extinto, José Luís Martín Santos, tiempo
de silencio, un tiempo de tinieblas.
La labor de nuestro Arzobispo en estos tiempos,
con sombras y dudas, con incertidumbres, con esperanza y peligrosas
desesperanzas, es insustituible. Misa, oración y dialogo continuo con cientos
de personas facilitando fe, esperanza y amor son labores necesarias de un santo
en tiempos muy difíciles. Ha habido sufrimiento, y todavía hay, por
fallecimientos, por pérdida de trabajo, por distanciamiento de seres queridos.
Hay mucha incertidumbre de futuro.
Por ello la oración de Don Juan José Asenjo es
necesaria. Creemos en nuestra fe y sabemos su valor, el valor de la oración. En
un post anterior invitaba a los católicos a que rezaran, a modo de medicina espiritual
colectiva, tres veces al día un Padrenuestro y un Avemaría, oraciones preciadas
del Papa Francisco, a las que ha dedicado sendos libros. Lo sigo manteniendo y
también recuerdo a los seglares de Sevilla el inmenso poder del Santo Rosario a
nivel personal y colectivo.
No sabemos que nos deparará lo que los
políticos denominan la nueva normalidad, pero a mí por lo menos me
asusta el mundo que nos vamos a encontrar y cómo vamos a responder. ¿Qué matriz
ambiental tendremos a nivel local y global? ¿Será una matriz donde predomine a
biofilia sobre la necrofilia? Para ello la labor de D. Juan José Asenjo está
siendo y será primordial.
No presionen más al Arzobispo, decía Carlos Navarro Antolín. Desde su
serenidad beatífica, D. Juan José reza, trabaja de forma incansable, habla con
miles de personas, del mundo consagrado y no consagrado, con monasterios de
clausura, con parroquias, familias, sacerdotes, asociaciones, Hermandades y
Cofradías, y residencias de ancianos, un mundo que hemos descubierto olvidado y
descuidado antes y quizás durante la pandemia, llevando su ayuda de Padre a un
amplio colectivo, pidiendo su continua oración que esto acabe pronto.
No presionen al Arzobispo. Recuerdo aquí la soledad de Jesús en el Monte
de los Olivos, cargando con el mundo y su futuro necesitado de resurrección.
Don Juan José Asenjo, Arzobispo de Sevilla no está solo a distancia acompañado
por las miles de personas que piensan y rezan por su labor y sus intenciones.
Pero en estos tiempos si estamos un poco solos a veces, aunque sintamos los
creyentes la presencia de Dios inspirador, pero somos humanos. Decía Carlos
Navarro Antolín que nuestro Arzobispo recibía muchas llamadas pidiendo la
apertura de los centros y los cultos. Eso es presión para un Pastor que tiene
que velar por sus ovejas y también cumplir con el orden establecido. Según
parece en tiempos próximos se van a relajar las extremas medidas tomadas y
nuestras Iglesias volverán a abrir sus puertas. Veremos cómo es ese tiempo.
En un post anterior decía que quizás nuestra
propia Iglesia tiene que plantearse cosas para el futuro. No sé cuánto tiempo
se mantendrá la denominada distancia social. Quizás nuestros
actos religiosos ya no sean lo mismo. Quizás ya nos demos la paz en la Santa
Misa con una sonrisa. Quizás ya sea historia compartir con nuestros seres
queridos el agua bendita, qué tierna costumbre. Quizás perdamos algunas
cuestiones relativas a nuestra piedad popular, tan querida en Andalucía, como
besar imágenes y reliquias de forma colectiva o privada. No sé que nos traerá
la nueva realidad. Pero de los que si estoy seguro es de la
victoria de la fe, la esperanza y la caridad. El triunfo de la oración y de la
ayuda colectiva para el Bien Común. Y de los que estoy seguro es de la
necesidad de la oración de Don Juan José Asenjo, Arzobispo de Sevilla.
Recordémoslo y también recemos por él y sus intenciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario