"Ventana abierta"
EL PERFUME DEL SABERWeb católico de Javier Olivares
En cierta ocasión
estaban en un convento trabajando arduamente los monjes, cuando en forma
imprevista llegó otro monje peregrino que se dedicaba a predicar las cosas de
Dios. Golpeó la puerta principal y les dijo a los laboriosos religiosos del
convento: " Vengo a visitarles para hablarles del Señor".
Los monjes que estaban muy atareados, de inmediato empezaron
a murmurar entre ellos: "¿Qué puede enseñarnos éste que nosotros no
sepamos?"
"¡Sólo llega este peregrino a hacernos perder el
tiempo!", comentaban contrariados.
Y en medio de ese descontento, decidieron insinuarle muy
sutilmente que no podrían detenerse para escucharlo.
Entonces, uno de los monjes, le ofreció como cena sólo un
vaso de leche diciéndole: "Mira, es lo único que tenemos para darte de comer;
no tenemos tiempo en prepararte otra comida".
El monje peregrino, que no era tonto, interpretó
inmediatamente la indirecta, y colocando un pétalo de rosa sobre el vaso de
leche que le habían ofrecido, dijo: "Ves, este pétalo que he agregado a la
leche flota en la superficie, pero no hace rebasar el vaso. Por el contrario,
no sólo que no ocupa lugar, sino que además perfuma la leche que me
trajiste".
El monje del convento calló y se retiró avergonzado: Él
también había captado el sutil mensaje de respuesta.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario