"Ventana abierta"
¡EMPUJA!
Web católico de Javier Olivares
Cuentan que un muy
buen hombre vivía en el campo pero tenía problemas físicos. Un día se le
apareció Jesús y le dijo: "Necesito que vayas hacia aquella gran roca de
la montaña, y te pido que la empujes día y noche durante 1 año". El hombre
quedó perplejo cuando escuchó esas palabras, pero obedeció y se dirigió hacia
la enorme roca de varias toneladas que Jesús le mostró.
Empezó a empujarla con todas sus fuerzas, día tras día, pero
no conseguía moverla ni un milímetro. A las pocas semanas llegó el diablo y le
puso pensamientos en su mente: "¿Por qué sigues obedeciendo a Jesús? Yo no
seguiría a alguien que me haga trabajar tanto y sin sentido. Debes alejarte, ya
que es estúpido que sigas empujando esa roca, nunca la vas a mover". El
hombre trataba de pedirle a Jesús que le ayudara para no dudar de su voluntad,
y aunque no entendía se mantuvo en pie con su decisión de empujar.
Con los meses, desde que se ponía el sol hasta que se
ocultaba, aquel hombre empujaba la enorme roca sin poder moverla, mientras
tanto su cuerpo se fortalecía, sus brazos y piernas se hicieron fuertes por el
esfuerzo de todos los días. Cuando se cumplió el tiempo el hombre elevó una
oración a Jesús y le dijo: "Ya he hecho lo que me pediste, pero he
fracasado, no pude mover la piedra ni un centímetro". Y se sentó a llorar
amargamente pensando en su muy evidente fracaso. Jesús apareció en ese momento
y le dijo: "¿Por qué lloras? ¿Acaso no te pedí que empujaras la roca? Yo
nunca te pedí que la movieras, en cambio mírate, tu problema físico ha
desaparecido. No has fracasado, yo he conseguido mi meta, y tú fuiste parte de
mi plan".
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