"Ventana abierta"
ÁNGELUS
Porque el Señor a quien has merecido llevar, aleluya.
Ha resucitado según su Palabra, aleluya.
ruega al Señor por nosotros, aleluya.
La obra y
la acción de la Santísima Virgen María no acaban en el Calvario.
En el Cenáculo están reunidos los apóstoles -primera Iglesia- con María en
espera del Espíritu Santo. ¿Cómo no iba a estar ahí María, Madre de esa
Iglesia?
María no pertenece al grupo de los Apóstoles, no ocupa un lugar jerárquico,
pero es presencia activa y animadora primera de la oración y la esperanza de la
comunidad.
MARÍA ES MADRE, ALMA Y ALIENTO DE LA IGLESIA NACIENTE
La
presencia de María en el Cenáculo es solidaridad activa con la comunidad de su
Hijo.
Ella es la que con mayor anhelo y fuerza implora la venida del Espíritu Santo.
María es una mujer del Espíritu.
Su vida está jalonada de intervenciones del Espíritu Santo.
Por tanto, toda la vida de María se desarrolla en la fuerza del Espíritu.
Al recibir una vez más, María al Espíritu Santo en Pentecostés, recibe la
fuerza para cumplir la misión que de ahora en adelante tiene en la historia de
la salvación: "SER MADRE DE LA IGLESIA".
Todo su Amor y todos sus desvelos son ahora para los apóstoles y discípulos de
su Hijo, para su Iglesia que es la continuación de la obra de Jesús.
Un feliz día para todos.
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