"Ventana abierta"
ÁNGELUS
LA VIRGEN NIÑA
P. Santiago Martín
Franciscanos de María
Como siempre, quisiera de nuevo dar un paso más y fijarme en un aspecto de la vida de la Virgen que debió de ocurrir en torno a la adolescencia más o menos. En un momento dado seguramente, aquella Niña, Niña todavía, debió de abrir los ojos a la realidad, me refiero al mundo, más o menos como cuando todos nosotros lo hacemos, seis, siete, ocho años; bueno, según, ¿verdad? -hoy quizá somos más precoces que entonces, pero no sabemos- el caso es que Ella en un momento dado se debió de dar cuenta de que había cosas que iban mal, debió de tomar contacto directo con el pecado, no porque Ella pecara, sino porque el pecado estaba allí; quizá vio algo en su pueblo que comprendió que no era bueno, quizá se enteró de que alguien había robado, matado, que había cometido un adulterio y se encontró con el pecado; y, sin duda que en ese momento, con la formación religiosa que Ella tenía, hizo por primera vez su opción personal de Dios.
El hecho de que María fuera concebida sin pecado original, que fuera Inmaculada, no significa que todo le resultara sencillo -no hay que olvidar que también Eva, la primera mujer, fue concebida sin pecado original. Eva y Adán fueron concebidos sin pecado original. Ellos fueron los primeros que pecaron y transmitieron a la descendencia, a todos nosotros, el pecado- por lo tanto, el no tener pecado original, no implica automáticamente, que no podía cometer pecados personales. "María preservada del pecado original para ser la cuna en la que naciera su Hijo".
María hizo su propia opción en la vida, una y muchas veces para no cometer pecados personales con la ayuda de la Gracia de Dios; que, quizá a Ella le fue más sencillo porque no tuvo ese origen de pecado, ¡de acuerdo!, pero no le quitemos a Ella el mérito de mantenerse en Gracia con la fuerza de Dios, pero también con su propio esfuerzo.
¿Y por qué les digo esto a la hora de hablar de María, como la persona que en un momento dado de su vida, probablemente la adolescencia, hace una opción personal de Dios?
Porque también podemos nosotros imitarla.
Si Santos como por ejemplo San Francisco que tuvo una adolescencia y una juventud poco recomendable, cuando se convierten llegan a decirle al Señor: "¡Mi Dios y mi todo!".
O una mujer como Santa Teresa expresa su amor a Dios diciendo: "Sólo Dios basta".
Si eso lo han hecho hombres y mujeres normales, qué no sería la Virgen María: Tenemos que estar seguros de que desde ese momento en que Ella se consagró al Señor -según una tradición se consagró con voto de virginidad, mucho antes incluso de su matrimonio con José. Y, según otra tradición, eso fue una cosa que Ella recibió después- el caso es que Ella se encuentra con el Señor y decide entregarse por completo a Dios, decide ser completamente de Dios y vivir sólo para el Señor; Y lo decide personalmente, no porque su padre y su madre lo hubieran decidido, no porque su padre y su madre fueran buenos creyentes, sino que Ella asume esa fe, la hace suya, y decide desde ese instante entregarse por completo al Señor.
Como San Francisco, como Santa Teresa, podemos preguntarnos personalmente cada uno de nosotros y decir de verdad al Señor: "¡Eres lo primero en mi vida!". No lo único, a Dios no le gusta reinar sobre un desierto, sino ser el primero:
¡Eres lo primero en mi vida!
¡Eres lo más importante de mi vida!
Si me fallas Tú, me falla todo!
¡Y, si te tengo a Ti, aunque no tenga otras cosas, lo sentiré, sufriré, pero tengo lo primero y lo más importante!
Creo que eso es lo que tendríamos que decirle a la Virgen María: ¡Ayúdame a ser como Tú!
¡Ayúdame a que Dios sea lo primero en mi vida, a que Dios sea de verdad lo más importante!
Ayúdame a a cumplir el primer Mandamiento de la Ley de Dios: "Amarás a Dios sobre todas las cosas"
Les invitaría a que fueran a algún Santuario, a alguna Iglesia, como por ejemplo a nuestra querida Parroquia de Torreblanca donde se venera el Inmaculado Corazón de María.
Ese Inmaculado Corazón Sagrado, consagrado a Él, que se entregó al Señor desde su infancia.
Ese Inmaculado Corazón donde nosotros ante él, podemos decirle:
"¡Madre, que yo sea como Tú, amante de Dios, y que le diga al Señor que le quiero por encima de todas las cosas!".
"¡Ayúdame a ser como Tú, a poner a Dios en el primer lugar de mi vida!".
Feliz día para todos.
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