"Ventana abierta"
ÁNGELUS
MARÍA EN SU ADOLESCENCIA Y JUVENTUD
P. Santiago Martín
Franciscanos de María
Buenos días amig@s. Feliz de encontrarnos de nuevo en "Seguir la Senda", en nuestra "Ventana abierta".
No sé si ustedes se habrán preguntado acerca de determinados detalles de la vida de la Virgen - nos pregunta el P. Santiago Martín- por ejemplo:
¿Ella salía a jugar a la calle?
¿Alguna vez su madre Santa Ana le tuvo que regañar por llegar a casa, o por no haber hecho bien sus deberes?
¿María era una muchacha sociable o era una persona aislada y huraña que no tenía amigos en su pueblo, en Nazaret?
A alguno quizá le pueda parecer que estas cosas, estas minucias son insignificantes, que lo importante de la Virgen son las grandes cosas.¡No estoy de acuerdo en absoluto! -nos explica el P. Santiago- lástima que el Evangelio, que está centrado en la vida de Jesús, y que ni siquiera nos cuenta todo lo de la vida de Jesús... Por ejemplo, nos cuenta muy poco de la estancia de Jesús en Nazaret. El Evangelio deja de lado a la Virgen maría y prácticamente de la vida de María, muy poquitas cosas.
Pero nos gustaría poder conocer muchísimo más de cómo fue Ella, de cómo hizo, por ejemplo en esa etapa de su adolescencia, de su juventud; y, esto por un motivo, porque María para nosotros no es solamente alguien a quien acudir a pedir ayuda, es alguien a quien admirar y a quien imitar, y por eso necesitamos saber cómo se comportó Ella en tantas cosas cotidianas para intentar hacer nosotros lo mismo.Concretamente en el tema de la amistad, yo me imagino a María, como una persona verdaderamente sociable, por lo menos podemos afirmarlo a la vista de lo que fue su Hijo, que tenía ese don de gentes, esa capacidad extraordinaria para hacer amigos en todos los sitios, también para hacer enemigos, pero eso era porque decía abiertamente, sin tapujos la verdad.
María, por lo tanto, que educó a Jesús, debió de ser una muchacha y después una mujer, realmente sociable, capaz de tener unas relaciones normales con la gente de su pueblo; hasta cierto punto también con los chicos, según la costumbre judía, mientras que niños y niñas podían estar juntos, se les permitía jugar juntos.
Imagino a María bajando con las otras amigas, con las compañeras, a la fuente que hay en el valle, debajo de Nazaret, a ir a buscar el agua.Y me imagino a María haciendo los recados de la casa también con las otras.Me imagino a María consolando a una amiga por algún disgusto, quizá de amoríos y, ayudándole a pasar los tragos de la vida a sus compañeras. En cambio, no me imagino a María aprovechando esas horas de la fuente para criticar, o faltando a sus deberes para irse a corretear por los campos con las compañeras. María en eso también fue un modelo de amistad; pero sobre todo porque la amistad es una cosa fantástica, es una de las cosas mejores que tenemos los seres humanos. Pero como todo lo demás, puede ser utilizada para el mal; de hecho hay gente que pone la amistad en el primer lugar, y hombres que tienen mejores relaciones con sus amigos -habría que decir "amigotes" por ejemplo- que con su esposa o con sus hijos, pasan más tiempo en el bar, pasan más tiempo jugando a las cartas que en su casa.
Otras personas tienen grandes amigos, pero esas amistades les lleva a no cumplir con sus deberes. Son muchísimos los jóvenes que hacen eso, tienen tiempo para estar con sus amigos, y no tienen tiempo para estudiar, o no tienen tiempo para estar para estar pendientes de su casa, de sus propias obligaciones con sus padres.
Por lo tanto, la amistad por muy noble, importante que sea, tiene que ser colocada en su puesto justo, ni más ni menos, y creo que en eso nos puede ayudar María.
Ahora cuando la contemplamos como una muchacha adolescente que se abría al mundo, y que se abría por lo tanto a la amistad, yo daría los siguientes consejos para imitar a María en este aspecto:
1. Tener amigos, muchos amigos.
¿María era una muchacha sociable o era una persona aislada y huraña que no tenía amigos en su pueblo, en Nazaret?
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