"Ventana abierta"
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Sean bienvenidos
Invitación y bienvenida
Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.
Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.
Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!
Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.
Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...
Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.
Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
jueves, 30 de septiembre de 2021
Palabra de Vida. Credo 38: Creo en la Comunión de los Santos. Padre Jesús Higueras Esteban. Jueves, 30 - Septiembre - 2021
"Ventana abierta"
Una meditación para cada día. Vivir juntos. Jueves, 30 - Septiembre - 2021
"Ventana abierta"
La Buena Semilla
Vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará
con vosotros.
2 Corintios 13: 11
(Jesús dijo:) Permaneced en mí, y yo en
vosotros.
Juan 15: 4
Vivir juntos
Se ha puesto de moda la convivencia de personas
que no se conocen entre sí, en espacios comunes, dentro de una misma vivienda.
Muchas personas creen en la bondad del ser humano para convivir en paz.
Pero, ¿qué vemos a nuestro alrededor?
Hostilidades, familias destruidas, robos, asesinatos, guerras, atentados
terroristas…
En la primera familia de la humanidad, Caín
mató a su hermano Abel por envidia. Luego Dios dictó los mandamientos, base de
la vida en sociedad. Condenó particularmente el asesinato, la mentira, el robo,
el adulterio, la codicia (Deuteronomio: 5). Dio leyes en favor del pobre,
de la viuda, del huérfano, del extranjero… El hombre debe honrar a Dios y a sus
padres.
Dios nos exhorta: “Como queréis que hagan los
hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos” (Lucas 6: 31).¡Pero
esto no funciona! “Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no
quiero, eso hago” (Romanos 7: 19). El problema de “vivir juntos” parece
colectivo, pero solo tiene solución personal para aquel que acepta escuchar.
Jesús lo explica por medio de una ilustración:
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este
lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15: 5).
Al igual que la savia en el sarmiento, solo la vida de Cristo en mí puede
producir buenos frutos; por ejemplo, amar a Dios y a mi prójimo.
El “verdadero vivir juntos” no es obedecer
textos, sino primeramente creer en Jesús para tener la vida nueva, y luego
vivir la vida de Cristo recibida mediante la fe.
Palabra de Vida. «Descansará sobre ellos vuestra paz». Jueves, 30 - Septiembre - 2021
"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo. Jueves, 30 - Septiembre - 2021
"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
El autor nos conduce en estos cinco minutos diarios para abrirnos al Espíritu de Dios y percibir la fuerza de su consuelo.
Nosotros buscamos al Espíritu Santo, no solamente para vivir bien, sino también para santificarnos, para llegar a lo más alto de la vida espiritual. Ofrezcámonos al Espíritu Santo, hagamos una profunda consagración de nuestras vidas, para que él nos trasforme completamente. Expresemos este deseo con las palabras de Dom Vandeur:
"Espíritu Santo, amor unitivo del Padre y del Hijo,
fuego sagrado que Jesucristo nuestro Señor trajo a la tierra,
para quemarnos a todos en la llama del eterno amor.
Te adoro, te bendigo, y aspiro con toda el alma a darte gloria.
Con este fin, te hago esta ofrenda con todo mi ser,
cuerpo y alma, espíritu, corazón, voluntad,
fuerzas físicas y espirituales.
Me doy a ti y me entrego tan plenamente
como le sea posible a tu gracia,
a las acciones divinas y misericordiosas
de ese amor que eres tú, en la unidad del Padre y del Hijo.
Llama ardiente e infinita de la Santísima Trinidad,
deposita en mi alma la chispa de tu amor,
para que la llene hasta desbordar de ti mismo;
para que transformada por la acción de tu fuego en caridad viva,
pueda, con mi sacrificio, irradiar luz y calor
a todos los que se me acerquen.
Amén."
#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #EditorialClaretiana
Evangelio: San Lucas 10, 1-12. En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él... 26ª. Semana del T.O. Jueves, 30 - Septiembre - 2021
REFLEXIÓN PARA EL JUEVES DE LA VIGÉSIMA SEXTA SEMANA DEL T.O. (1) 30 - Septiembre - 2021
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De la mano de María
Héctor L. Márquez (Conferencista católico)
REFLEXIÓN PARA EL JUEVES DE LA VIGÉSIMA SEXTA SEMANA DEL T.O. (1)
“La mies es abundante y los obreros pocos;
rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies”.
El Evangelio que contemplamos hoy (Lc 10,1-12)
nos presenta el envío misionero de los “setenta y dos”. Cabe señalar que Lucas
es el único que nos narra este envío, además del de los “doce”, que también nos
narra Mateo (9,37; 10,15).
“La mies es abundante y los obreros pocos;
rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies”. Con esa
aseveración, Jesús envía a ese primer “ejército” de misioneros. Ya no se trata
solo de los apóstoles, sino de un nutrido grupo de discípulos, es decir, de
seguidores de Jesús, de los que le escuchan, de los que han “dejado todo” para
seguirle.
Probablemente Lucas incluye este relato para
enfatizar la “catolicidad” (católico quiere decir “universal”), el alcance de
la misión, que por su extensión es imposible de realizar solo por los “doce”.
Para alcanzar esa meta se necesitan más “obreros”, y para lograr ese propósito
Jesús instruye a sus discípulos utilizar el arma más poderosa que Él conoce, la
oración: “…rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies”. Y no
es por casualidad que este relato evangélico se escoja para un jueves, día en
que se acostumbra celebrar la hora santa por las vocaciones. Es un llamado a
todos nosotros a orar por las vocaciones.
No obstante, la Iglesia, especialmente después
del Concilio Vaticano II, ha sido clara en enfatizar que la tarea de
evangelización no puede ser de la exclusividad del clero y las personas
consagradas a la vida religiosa. Nosotros, los laicos, estamos llamados a
evangelizar, a llevar la Buena Noticia del Reino a todos, en todo momento, en
todo lugar; de palabra, pero sobre todo con nuestras obras. “La mies es
abundante y los obreros pocos”. Esa frase de Jesús es tan pertinente hoy como
cuando Él la pronunció; y tal vez más que entonces.
El papa Francisco nos ha exhortado a salir a la
calle, a hacer ruido, a “armar lío”: “Quiero lío, quiero que la Iglesia salga a
la calle”. Y ese llamado no es solo para los jóvenes ante quienes pronunció
esas palabras; va dirigido a todos nosotros, sacerdotes, religiosos, laicos.
Solo así haremos realidad el mandato de Jesús: “Id por todo el mundo y
proclamad la Buena Nueva a toda la creación” (Mc 16,15).
En los pasados días hemos estado leyendo cómo
Jesús nos “llama” a todos nosotros, sus discípulos, no sin advertirnos de las
implicaciones que conlleva el seguimiento. No hay duda, “el dueño de la mies”
necesita obreros; ha colocado un letrero en su campo, en el que se enumeran los
requisitos, las exigencias del mismo. Es un llamado a examinarnos y
preguntarnos: “Ese trabajo, ¿es para mí?; ¿estoy dispuesto a cumplir con esas
exigencias?” Y, ¿cómo puedo saber si ese trabajo es para mí? No hay duda de que
la vocación (incluyendo la vocación del laico) es un don, una gracia, un
regalo, un “llamado” de Dios (Cfr. 1 Co 15,10). Si sientes el llamado, consulta
con el Padre en oración, como el mismo Jesús lo hizo siempre. Seguro
encontrarás la respuesta. Pero, no importa cuál sea esa respuesta, te invito a
no dejar de orar para que dueño siga enviando obreros a la mies.
HOY EL RETO DEL AMOR ES BUSCAR LA PAZ Y ALEGRARTE DE GUARDARLA EN TU CORAZÓN. Jueves, 30 - Septiembre - 2021
"Ventana abierta"
HOY EL RETO DEL AMOR ES BUSCAR LA PAZ Y ALEGRARTE DE GUARDARLA EN TU CORAZÓN
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
LO PERDÍ
Hace unos días, de pronto me di cuenta de que no tenía
el anillo del rosario en la mano. ¿Cómo podía ser? No había notado en ningún
momento que se me estuviera cayendo, y no sabía desde cuándo me faltaba.
¡Qué impotencia se siente cuando pierdes algo muy querido!
Y si además es algo tan significativo… Así que en ese mismo instante me puse a
hacer el recorrido de vuelta por todos los lugares por donde había estado
durante la mañana: en el fregadero de la cocina, en los rosales de la huerta,
en la sacristía… pero nada, no lo encontraba.
Pero lo más impresionante fue que me vino la luz cuando
me iba a dormir, de pronto me vino: “en la lechuga”. Cuando limpiamos y picamos
la lechuga para la comida, la ponemos en un balde con agua fría y ese agua está
realmente fría, por lo que ahí no sientes si lo estás perdiendo. Y,
efectivamente, ahí mismo, en el balde de agua, estaba el anillo. ¡Qué felicidad
cuando recuperas algo tan valioso!
Después, en la oración, el Señor me regaló ver que todos
tenemos algo muy valioso y que no queremos perder: la Paz. La paz es fruto de
habernos encontrado con Cristo, de sabernos amados por Él, de saber que nuestra
vida le pertenece a Él y de encontrar nuestro descanso en esa seguridad. La paz
es un regalo que Cristo nos da. Cuántas veces en el Evangelio dice: “La Paz a
vosotros”, “la Paz os dejo, mi Paz os doy”…
Y por eso mismo es algo tan valioso, de manera que,
cuando la perdemos por cualquier circunstancia, por cualquier suceso que nos
quita la Paz o que nos sobresalta, tenemos esa necesidad de buscarla y
encontrarla, de saber qué es lo que nos ha quitado la paz, para recuperarla,
para volver a acoger su paz en nuestro corazón.
Y Él me regaló descubrir con el ejemplo del anillo que
el proceso es el mismo: mirar hacia atrás en el día para encontrar en qué
momento perdimos la Paz y así poder poner palabras a lo que sucede dentro de
nosotros, presentárselo al Señor y dejar que Él vuelva a poner Paz en nuestro
corazón.
Hoy el reto del amor es buscar la Paz y alegrarte de guardarla en tu corazón. El Señor nos ha creado para ser felices y uno de los elementos fundamentales es la Paz. ¡Deja que Cristo llene de Paz toda tu vida!
VIVE DE CRISTO
http://dominicaslerma.es/https://t.me/RetoVivedeCristo¡Feliz día!©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)
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