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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

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Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

viernes, 30 de noviembre de 2018

Comentarios a la Palabra de Dios. INTRODUCCIÓN AL ADVIENTO. 30 - Noviembre - 2018

"Ventana abierta"


Dominicas Lerma


Comentarios a la Palabra de Dios


INTRODUCCIÓN AL ADVIENTO
EN REALIDAD...¿QUÉ ES EL ADVIENTO?

EN REALIDAD...¿QUÉ ES EL ADVIENTO?
-La liturgia del Adviento evoca alternativamente las dos venidas del Señor: cuando naciendo hombre manifestó su gloria en diversas “epifanías” y la venida del Señor en gloria al fin de los tiempos, como juez de vivos y muertos. Además insiste el Adviento que Cristo no cesa de venir al mundo y de manifestarse a los hombre a través de la vida y el testimonio de los que creen en El. -Las palabras Adviento, Navidad y Epifanía poseían casi el mismo significado en la época en que el tiempo de Adviento se vino a sumar en Occidente a las dos solemnidades de la Natividad del Señor y su manifestación (S. VI). Las tres expresiones se empleaban para saludar la llegada de un soberano o su gozosa entrada en un pueblo. El soberano es Cristo Jesús.


-Para conmemorar con fe más viva la venida de Cristo en el momento de su nacimiento en Belén, recogemos en estas cuatros semanas toda la esperanza de los tiempos mesiánicos que llenaba los corazones cuando resonó la voz de Juan el Bautista.


-La 1ª parte del Adviento (desde el primer domingo al 16 de diciembre) nos recuerda la segunda venida de Cristo, siendo así como una prolongación del final del Tiempo Ordinario que culmina con la solemnidad de Cristo Rey del universo. Los ocho días siguientes se ordenan más directamente a la preparación de la Navidad. -Toda la liturgia del Adviento se puede sintetizar en los dos prefacios de este tiempo. El primero da gracias porque el Señor ha venido “en la humildad de nuestra carne” y anuncia que vendrá “de nuevo en la majestad de su gloria”, mientras que el segundo (que se emplea del 17 al 24 de diciembre) evoca a los profetas, la Virgen y Juan Bautista para “prepararnos con alegría al misterio de su nacimiento”.


-LECTURAS: Las del A.T., nos hacen tomar contacto a lo largo de los tres años con las principales profecías mesiánicas. Los Evangelios, son una preparación ascendente para la Navidad y el orden litúrgico se sitúa a la inversa del orden cronológico. Las Epístolas, San Pablo, Santiago, Carta a los Hebreos y II carta de Pedro, escribieron después del acontecimiento salvador y no pueden menos de admirar la realización de las Escrituras en Jesús y anunciar a su vez la venida futura del Señor, el día de salvación para todos los pueblos y de alegría para cuantos lo hayan esperado con amor. Por eso las Epístolas ilustran principalmente el Adviento con un vaticinio del retorno de Cristo.


A D V I E N T O El tiempo de Adviento presenta un doble aspecto; por una parte, es el tiempo de preparación de la solemnidad de la Navidad, en la cual se conmemora la primera venida del Hijo de Dios, y, por otra, con esta recuerdo se dirige nuestra atención hacia la expectación de la segunda venida de Cristo al final de los tiempos. Por esta doble razón se presenta el Adviento como el tiempo de la alegre esperanza. Nuestra vida cristiana adquiere sentido a partir de estos dos momentos históricos: La encarnación de Cristo que nos diviniza y la parusía que lleva esta obra a su total cumplimiento. El cristiano vigila y espera siempre la venida del Señor.



La historia de la liturgia de Adviento manifiesta que la asamblea cristiana, al reunirse en este tiempo santo, celebra la venida de Jesús en Belén, la presencia del Señor en su Iglesia, particularmente en las acciones litúrgicas, y la venida definitiva del Rey de la gloria al final de los tiempos. Este hecho de la venida del Señor debe despertar en el cristiano una actitud personal de 1) fe y vigilancia, 2) de hambre o pobreza espiritual y 3) de misión o presencia en el mundo, para que se realice el encuentro personal que constituye el objeto de la pastoral adventual. Actitudes: expectación, esperanza, vigilancia y pasmo o contemplación.


1º)ACTITUD DE FE Y VIGILANCIA. Por la fe no solamente admitimos un cierto número de verdades o proposiciones contenidas en el Credo, sino que llegamos a la percepción y conocimiento de la presencia misteriosa del Señor en los a) sacramentos, en su b) palabra, en la c) asamblea cristiana y en el d) testimonio de cada uno de los bautizados. Sensibilizar nuestra fe equivale a descubrir al Señor presente entre nosotros. La vigilancia no debe entenderse solamente como defensa del mal que nos acecha, sino como expectación confiada y gozosa de Dios que nos salva y libera de ese mal. La vigilancia es una atención concentrada hacia el paso del Señor por nuestras cosas.


2º)ACTITUD DE HAMBRE O POBREZA ESPIRITUAL. El Adviento es también tiempo de conversión. Porque ¿cómo podemos buscar al Señor si no reconocemos que tenemos necesidad de El?. Nadie deseará ser liberado si no se siente oprimido. Pobreza espiritual es aquella actitud de sentirse necesitado de Aquel que es más fuerte que nosotros. Es la disposición para acoger toda y cada una de las iniciativas.



3º)ACTITUD MISIONERA O PRESENCIA EN EL MUNDO. “En realidad, el misterio del hombre, sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado” (Gaudium Spes, 22). El hombre de hoy busca ansiosamente su razón de existir. La multiplicación de las relaciones mutuas por el progreso técnico no llevan al hombre a la perfección del coloquio fraterno. Cada vez se siente más necesitado de la comunidad que se establece entre las personas. Humanismo y progreso técnico tientan al hombre para emanciparle de Dios y de una Iglesia que no esté verdaderamente en el mundo. En el misterio de la encarnación el hombre descubre su verdadera imagen y su pertenencia a un mundo nuevo que ha comenzado a edificarse en el presente. Cristo viene para todos los hombres.
Los Evangelios de estos cuatro domingos se refieren 1º) a la segunda venida del Señor, como llegada última y definitiva de nuestra liberación; 2º) y 3º) a Juan Bautista como precursor de la anunciada salvación, y predicador de las disposiciones personales que requiere la aceptación de la salvación; 4º) a los acontecimientos que preparan de manera inmediata el Nacimiento del Señor en los que tuvo parte importante María, la madre de Jesús. Las lecturas del Antiguo Testamento son profecías acerca del Mesías y del tiempo mesiánico. Las del Nuevo son exhortaciones acomodadas a las peculiaridades del tiempo de adviento, tiempo de espera y preparación.

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