"Ventana abierta"
Rincón para orar
Sor Matilde
eL ÓBOLO DE LA VIUDa
1 Alzando la mirada, vió a unos ricos que
echaban sus donativos en el arca del Tesoro;
2 vio también a una viuda pobre que
echaba allí dos moneditas,
3 y dijo: « De verdad os
digo que esta viuda pobre ha echado más que todos.
4 Porque todos éstos han
echado como donativo de lo que les sobraba, ésta en cambio ha echado de lo que
necesitaba, todo cuanto tenía para vivir. » (Lc. 21, 1-4)
Dijo Jesús: “difícilmente entrará un rico en
el Reino de los Cielos”. ¿Por qué esto? Porque los ricos están llenos de sí
mismos, se rodean de sí y de sus cosas, como si fuera una corte que los agasaja
y les protege, se apoyan en sus bienes y no dejan en su corazón ni un hueco
para Dios. ¿Cómo podrá ser Dios un día su tesoro?
En este Evangelio Jesús nos enseña a ver con
sus ojos. No es la cantidad lo que Dios valora, sino la calidad: los ricos
echan en el cepillo de las ofrendas lo que les sobra y esto con dolor de su
corazón, porque al rico nada de su dinero le sobra porque siempre ambiciona más.
¡Oh ceguera de la mente que ve las cosas al revés de como Dios las ve!
En cambio, la viuda pobre tiene su tesoro y
confianza en Dios, así que lo poco material que tiene lo entrega en limosna al
templo. Sabe que Dios saldrá por ella en sus necesidades y se queda totalmente
al amparo de la Providencia de Dios, pues hay Uno que vela por sus intereses y
nada le ha de faltar. Su tesoro está también en su desprendimiento de los
bienes de este mundo, porque vive más de agradar a Dios que de sí misma y sus
proyectos.
Y es que los pobres tienen pocos proyectos, pues la provisionalidad de la vida
los absorbe y viven el hoy, el ahora. El hacer planes y proyectar surge del
hombre que tiene: hoy haré, mañana iré, al otro día viajaré… y no obran
sensatamente, pues su futuro y sus bienes no dependen de él ni de su ingenio.
Siempre diremos: “si Dios quiere haremos” y
estar abierto a que el Señor nos cambie nuestros proyectos. María nos es modelo
de pobre. Y también saboreó su situación de viuda, por ello entendió muy bien
esta enseñanza de Jesús, su Hijo. Ella vivió siempre de Dios y para Dios.
¡Que Ella nos alcance del Señor su
mismo corazón!
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