Acercándonos al Miércoles de Ceniza 2014.

"ventana abierta"

Acercándonos al Miércoles de Ceniza 

Estimad@s amig@s, seguidores de éste mi humilde blog y a tod@s aquell@s personas que pasen esporádicamente por él, les recuerdo que la Cuaresma ya está llamando a nuestras puertas, dentro de dos días será Miércoles de Ceniza.

Este miércoles comienza el venerable sacramento cuaresmal, la subida a la Montaña Santa de la Pascua. 

D. Antonio, Capellán en el Monasterio de las Hnas Clarisas, nos exhorta a que, aunque no es día de precepto, intentemos en la medida que podamos, asistir el miércoles a alguna celebración, bien de la misa, ¡ojalá!, bien sea en cualquier celebración de la Palabra para que recibamos la ceniza.

El Miércoles -nos recuerda- es un día de ayuno y también de abstinencia de carne que es una manera de manifestar el ayuno.
 A partir de ahora, todos los viernes de Cuaresma, la abstinencia será imperada, cualquier viernes del año nos abstenemos de comer carne -continúa D. Manuel-  pero podemos cambiarla por otra obra de penitencia; sin embargo en Cuaresma, mantenemos ese recuerdo, porque nos permite evocar que, la carne de Cristo colgó un viernes en un madero por amor a nosotros; y lo que ahorremos es el montante que dedicamos a los hermanos. 
La limosna viene del ayuno, y todo en el contexto de la oración.

Los viernes también, sobre todo en la tradición franciscana es muy interesante que mantengamos y cuidemos el Via+Crucis, vienen las familias en la oración individual, de las comunidades, de las parroquias... 
Procuremos asistir a las charlas cuaresmales; la Cuaresma es un tiempo de catecumenado, tiene una doble dimensión: catecumenal y penitencial.

Intentemos seriamente -insiste D. Manuel- ver en nuestro proyecto, qué podemos hacer:

 Incrementemos la oración.

Cuando acabe la misa no nos marchemos de la Iglesia inmediatamente, estemos tranquilos, comencemos por ahí.

No hagamos falta de educación; salir antes del cura nunca, quedémonos siempre en la Iglesia, es un detalle primario, nos enseña esto a hacer oración, a ser hombres y mujeres orantes; a no cumplir, sino a tener paz interior, porque es lo que vamos a comunicar a los demás, esa paz.
Finalmente, nos dice que, la Cuaresma nos va a ayudar. Entramos en un proceso precioso.
 A partir del miércoles, los que podamos, con la compañía de los Santos, y a partir del domingo que viene, es una oportunidad preciosa que Dios nos da.