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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

lunes, 17 de marzo de 2014

Cómo hablar a los niños de la muerte.

"Ventana abierta"

Cómo hablar a los niños de la muerte.

3-6 años, Desarrollo emocional, Escuela de padres, Psicología Infantil 

Sara Tarrés Corominas 

¿Cómo hablarle a mi hijo de la muerte de algún familiar? ¿Cómo enfocar esta delicada cuestión? ¿Qué debo decirle a mi pequeño sobre la muerte? ¿Será capaz de entenderlo? ¿Le haré daño? ¿Hay que ocultarle la muerte de un ser amado? ... ¿Cómo debo hablar de este tema?

Sin duda, hablar sobre la muerte a nuestros hijos es un tema delicado, un asunto que los adultos solemos posponer al máximo porqué no sabemos cómo debemos explicarles la muerte y la pérdida de un ser querido, pero que tarde o temprano tendremos que afrontar, porqué la muerte forma parte de la misma vida.

Esta misma semana, una seguidora de @mamapsicologain  en twitter me preguntaba precisamente cómo enfrentarse a este tema, cómo actuar o si era bueno que los niños llevaran al cementerio flores a los abuelos fallecidos.

A todos nos preocupa tener que hablar a nuestro hijo sobre el tema de la muerte, pero si queremos ayudar a nuestros hijos a entender este hecho lo mejor que podemos hacer es hablar de ello con la máxima naturalidad.

La verdad es que no hay que ocultarles la muerte de un familiar, ni apartarles del duelo que vivimos ni de los rituales que realizamos tras la pérdida de un ser querido. Es algo triste, pero como comentaba anteriormente, inherente a la vida. Querer mantener a nuestros hijos alejados de esta circunstancia, silenciando o negando el fallecimiento de algún familiar solo ocasionará más problemas, ya que estamos distorsionando su realidad.

Por otro lado, debemos saber que los niños, desde bien temprana edad, se dan cuenta de la muerte y toman consciencia de ella mucho antes de que nosotros empecemos a plantearnos cómo exponerles esta cuestión. Ellos ven rápidamente un pájaro o unos insectos muertos en la calle o el parque, ... y enseguida les asalta la pregunta "¿qué le pasa al pajarito, mama?" Siendo nuestra respuesta más probable "Está durmiendo, cariño". Ellos se acercan intentando ver si respira o se mueve ... y continúan preguntando.

Estas cuestiones son absolutamente normales, sobretodo en la edad de las preguntas entre los 2 años y medio y tres. Siendo también probable que durante una temporada se interesen insistentemente sobre este tema. Dejemos que nos pregunte y hable de ello porqué este es su modo de entender y asimilar la información que está recibiendo. 


Evolución de la idea de la muerte a lo largo de la infancia

El tema de la muerte se debe hablar en forma clara y en un lenguaje que el niño pueda entender a su edad y grado de desarrollo. El concepto de muerte varía con la edad y es algo que se debe tener en cuenta.
Hasta los 2 años:
  • La muerte se ve como una separación o abandono.
  • No hay una comprensión cognoscitiva de la muerte.
  • Se siente desesperación por la interrupción en el cuidado que se recibe.

Entre los 2 y 6 años:

  • Con frecuencia el niño cree que la muerte es reversible o temporal.
  • Se puede percibir la muerte como un castigo.
  • Se presentan pensamientos mágicos de que los deseos se vuelvan realidad; se puede sentir culpabilidad por haber tenido sentimientos negativos hacia la persona que murió y creer que eso fue la causa de la muerte.

Entre los 6 a 11 años:

  • Se da una comprensión gradual del carácter irreversible y definitivo de la muerte.
  • Se demuestra razonamiento concreto con capacidad de comprender la relación causa y efecto.

A partir de los 11 años:

  • Comprensión de que la muerte es irreversible, universal e inevitable.
  • Se tiene pensamiento abstracto y filosófico.
Fuente: Levetown M. Communicating with children and families: from everyday interactions to skill in conveying distressing information. Pediatrics. 2008;121:e1441-e1460.


¿Cómo hablar a nuestros hijos sobre la muerte de un familiar? 

Cuando tengamos que enfrentarnos a este tema por la muerte de algún familiar cercano, como puede ser el de un abuelo, lo mejor que podemos hacer es informar nuestros hijos pronta y claramente. Evitar mantenerles al margen ya que, como comentaba en párrafos anteriores, lo que podemos producir es más problemas.

Es conveniente que nuestros hijos participen de algún modo del duelo familiar. No quiero decir que deban estar en primera fila, ni entrar a ver al familiar fallecido. Quiero decir que:

  • Debemos ser capaces de mostrar nuestros sentimientos de tristeza, pena, frustración e incluso rabia por la pérdida de nuestro ser querido.
  • Y debemos permitirles que ellos expresen sus propios sentimientos ante este hecho.
  • Que nos planteen tantas preguntas como deseen.
  • Y ante preguntas que no tenemos respuesta lo mejor es una declaración sincera "cariño, yo tampoco tengo respuesta a esta pregunta".

Intentemos ser sinceros porque nuestros hijos enseguida captan nuestras dudas o las mentiras piadosas, que por muy bien intencionadas que sean generan inquietud y desconfianza. Así que lo mejor es hablarles claramente y transmitirles que nosotros tampoco conocemos todas las respuestas.

Eludir hablar del tema de la muerte del abuelo o de cualquier otro familiar o amigo para proteger a nuestro hijo puede causarle más preocupación. Evitar hablar de este tema lleva un mensaje intrínseco que los niños pueden interpretar como " No puedo hablar de esto porqué papá se pone triste, o es algo muy malo, así que no hablaré de ello".


El temor del niño a lo desconocido es peor que enfrentarse a la realidad.




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