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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

viernes, 6 de julio de 2012

El camelo de los caramelos.


"Ventana abierta"

El camelo de los caramelos 

 

Había una vez un hombre que siempre se encontraba enfermo aunque nada le dolía, se sentía permanentemente debilucho.
- ¡Ay, qué malito estoy! - se quejaba.
- Pero ¿Qué te duele?
- Nada, pero... ¡ay qué malito estoy!
- Chico, pues si te encuentras tan mal deberías ir al médico.


Por fin el hombre fue al médico  y le explicó lo que le pasaba, el médico le recetó unas pastillas mágicas.


-Cuando usted tenga que hacer algún esfuerzo y se encuentre débil, sólo tiene que tomarse una de estas pastillas y verá cómo se siente fuerte.

El hombre se fue a casa y al llegar, su mujer le pidió que le ayudase a subir unas cajas grandes al desván. Como el hombre se sentía débil, se tomó una de las pastillas y de pronto encontró fuerzas para transportar las cajas. 
Su mujer le propuso ir de excursión al campo y al hombre eso de andar por las montañas le parecía un esfuerzo insuperable, pero se tomó una pastilla y subió tranquilamente a un monte altísimo. 
Al día siguiente no le apetecía nada ir a trabajar. Se tomó una pastilla y fue al trabajo tan contento. 
El hombre estaba tan feliz, que cuando se le acabaron las pastillas, volvió al médico para pedirle más y para que le dijese de qué estaban hechas.

- Le he engañado, todo ha sido un camelo: eran caramelos...

 - dijo el médico.
- ¿Caramelos? - preguntó el hombre muy sorprendido. - ¿Y por qué me dan tanta fuerza?
- Porque le dan confianza. Cuando usted se toma uno de esos caramelos, lo único que hace es convencerse de que puede hacer cualquier cosa que se proponga.


El hombre entendió que realmente no estaba enfermo, sólo se lo imaginaba. Y ya no necesitó más pastillas, porque comprendió que la medicina es confiar en uno mismo.

 La fuerza... ¡está dentro de nosotros!


Debemos hacer esto mismo con el Señor: confiar en Él, saber que SIEMPRE está a nuestro lado apoyándonos.






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