"Ventana abierta"
La Buena Semilla
Corriendo delante, subió a un árbol sicómoro
para verle; porque había de pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel lugar,
mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque
hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le
recibió gozoso.
Lucas 19: 4-6
Hoy (5)
Leer Lucas 19: 1-10
“Hoy es necesario que pase yo en tu casa”.
Zaqueo era un hombre menospreciado por los judíos, pues recaudaba impuestos
para el ocupante romano. Era rico, pero estaba aislado. Sin embargo, ansiaba
ver a Jesús. Esto lo llevó a salir de su zona de confort y subir a un árbol.
Por nuestro lado, ¿cuáles son los obstáculos
que nos impiden acercarnos a Jesús? ¿La culpabilidad, la imagen que tenemos de
nosotros, el dinero, los demás…?
Jesús respondió más allá del deseo de Zaqueo.
Se detuvo, lo llamó por su nombre y fue a su casa. Este encuentro con Jesús
hizo brotar el gozo en su corazón. Experimentó el perdón y la salvación, y
luego pudo testificar de ello. Zaqueo, cuyo nombre significa “justo”, era
considerado un pecador por quienes lo rodeaban, incluso si en su conversación
con Jesús quiso probar su honestidad. Pero, el hecho de ser pecador, ¿es un
obstáculo para hallar a Jesús? Algunos pensaban que sí (v. 7).
Quizás es lo que usted también piensa de sí
mismo: “Soy demasiado malo, Dios no puede aceptarme…”. Entonces escuche el
mensaje de Jesús. Él no vino por los justos, sino para salvarnos precisamente
porque somos pecadores. Él nos da una maravillosa oportunidad. Hoy es el día de
salvación, de tener un encuentro con Jesús, vivido por la fe, gracias a la
Palabra proclamada, escuchada y creída: “Hoy ha venido la salvación a esta
casa”, en la persona de Jesús.
(continuará el próximo sábado)
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