"Ventana abierta"
Nacimiento de Jesús, para niños
Una noche de hace
muchos, muchos años, el arcángel Gabriel visitó a la joven María para
darle la noticia de que en su vientre llevaba al hijo de Dios, un niño al que
tendría que llamar Jesús.
María, extrañada, le preguntó cómo había sido
posible, si no había conocido varón.
Pero el arcángel le dijo que era posible,
porque el que nacería, sería el hijo de Dios.
María tuvo miedo de que José, su prometido no creyera su historia y así
sucedió.
Pero el arcángel volvió para contarle a José la buena noticia, así fue
como creyó que se había obrado el milagro y decidió permanecer a su lado para
siempre.
Tiempo después, una fría noche
de un 24 de diciembre, María y José iban camino de Belén para registrar el
nacimiento de su futuro hijo, tal y como había ordenado el emperador César
Augusto. José iba caminando y junto a él su mujer, María, a punto de dar a luz a
su hijo, sentaba en un burro.
A su llegada a Belén, María y José buscaron un lugar para alojarse, pero
llegaron demasiado tarde y todo estaba completo.
Finalmente, un buen señor les
prestó su establo para que pasaran la noche.
José juntó paja e hizo una cama para su esposa. Y un buey una mula que
estaban en el establo ayudaron con su aliento a dar calor a la pareja y al niño
que acababa de nacer: era el niño Jesús, el hijo de Dios que salvaría a los
hombres.
Esa misma noche, de
cielo claro y despejado, una estrella que brilló más que las demás y se situó
encima del lugar dónde está el niño.
Muy lejos de allí, en Oriente, tres sabios astrólogos llamados Melchor, Gaspar y Baltasar, sabían
que esa estrella significaba que un nuevo rey estaba a punto de nacer.
Los tres sabios, a los que conocemos como Los Tres Reyes Magos, fueron
siguiendo la brillante estrella hasta el pesebre de Belén para visitar a
Jesús. Cuando llegaron a su destino, Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron
hasta el pesebre y le presentaron sus ofrendas al Niño Dios: oro, incienso y
mirra.
Hoy en día, de la misma forma que Los Reyes de Oriente llevaron regalos a
Jesús, la noche del 24 de diciembre Papá Noel, y la noche del 5 al 6 de enero
los Reyes Magos, llevan regalos a todas las casas para conmemorar el nacimiento
del Niño Jesús.
Por eso no te olvides de dejar leche y galletas para los reyes Magos, ¡o
te dejarán carbón!
¿Cómo fue Jesús de niño?
Es posible que tu hijo te pregunte qué ocurrió con Jesús después. Le
puedes explicar que Jesús murió en la cruz para salvar a todos los hombres y
resucitó al tercer día. Sin embargo, antes de la historia de Jesús adulto, hay
una historia pocas veces contada, es la historia de la infancia de Jesús,
¿Quieres saber cómo la vivió?
Según la Biblia, Jesús vivió
una infancia feliz, en su aldea con sus padres María y José, sus primos y amiguitos.
- Todos los años, Jesús realizaba un largo viaje hasta Jerusalén para
celebrar la pascua.
- Además, cometió alguna travesura, como otros muchos niños.
Un buen día,
su madre y su padre no podían encontrarle, preocupados buscaron por todas
partes sin dar con él.
Viajaron hasta la ciudad y allí lo encontraron, estaba en un Templo hablando con hombres
adultos, todos le escuchaban embelesados, era un niño muy sabio que
les hablaba de Dios y de las Escrituras.
La vida de Jesús contada para niños
Los niños, curiosos por naturaleza, te preguntarán más cosas sobre el
nacimiento y vida de Jesús. Esta información te será muy útil.
Se dice que Jesús nació en el año 4 antes de nuestra era.
Poco se sabe sobre su infancia aparte de unos cuantos datos recogidos en
el Nuevo Testamento, como el episodio del Templo.
El rey Herodes, al sospechar que había nacido el Hijo de Dios, decidió
matar a todos los bebés nacidos.
María y José huyeron con Jesús a Egipto para
que no le encontrara.
Cuando el rey Herodes murió, María y José regresaron a Israel, pero no
fueron a vivir a Belén, donde había nacido Jesús, sino a una pequeña aldea en
Galilea, llamada Nazaret.
De joven, comenzó a viajar por las aldeas vecinas llevando la palabra de
Dios y comenzó a tener muchos seguidores que gustaban de escucharle. En algunos
de ellos, realizó milagros, como convertir el agua en vino o devolver la vista
a un ciego.
Jesús tenía muchos seguidores que escuchaban su palabra y 12 apóstoles que
le seguían allá donde fuera. Todos le conocían como el Hijo de Dios.
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