"Ventana abierta"
Dominicas Lerma
Comentarios a la Palabra de Dios
DOMINGO II ADVIENTO
CICLO
A
-
JUAN EL PRECURSOR -
Is. 11, 1-10
1
Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un retoño de sus raíces brotará.
2
Reposará sobre él el espíritu de Yahveh: espíritu de sabiduría e inteligencia,
espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor de Yahveh.
3 Y
le inspirará en el temor de Yahveh. No juzgará por las apariencias, ni
sentenciará de oídas.
4
Juzgará con justicia a los débiles, y sentenciará con rectitud a los pobres de
la tierra. Herirá al hombre cruel con la vara de su boca, con el soplo de sus
labios matará al malvado.
5
Justicia será el ceñidor de su cintura, verdad el cinturón de sus flancos.
6
Serán vecinos el lobo y el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito, el
novillo y el cachorro pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá.
7
La vaca y la osa pacerán, juntas acostarán sus crías, el león, como los bueyes,
comerá paja.
8
Hurgará el niño de pecho en el agujero del áspid, y en la hura de la víbora el
recién destetado meterá la mano.
9
Nadie hará daño, nadie hará mal en todo mi santo Monte, porque la tierra estará
llena de conocimiento de Yahveh, como cubren las aguas el mar.
10
Aquel día la raíz de Jesé que estará enhiesta para estandarte de pueblos, las
gentes la buscarán, y su morada será gloriosa.
(v. 1-2) He aquí una
profecía sobre el futuro rey de Israel, poema mesiánico que
concreta algunos rasgos esenciales del Mesías futuro.
1) Del linaje davídico (v. 1)
2) Será lleno de espíritu profético (v. 2)
3) Implantará la justicia (v. 3 s.), reflejo de la
santidad de Jahvé.
4) Restablecerá la paz del paraíso (v. 6-8)
5) Fruto del conocimiento de Jahvé (v. 9)
Es un procedimiento corriente de la literatura bíblica
representar la dicha y las desgracias de las dinastías reales por la imagen de
un árbol poderoso o abatido (ex. 27, 5; Jue. 9, 7-16). El tronco del
árbol de Judá ha sido abatido, así Isaías cree entrever una solución
de continuidad en los descendientes de David.
(v. 2-3)
- Jesé: padre de David (Is. 16, 5 s.; Rt.. 4, 22; Mt.
1, 6-16).
- El futuro rey, después de la prueba, será invadido
por el Espíritu del Señor que le hace donación de sus
virtudes. Es el “Santo Espíritu de Jahvé” (42, 1; 62; Is. 63, 10-13; Sal. 51, 13; Sab. 1, 5;
9, 17 ...) (Ver nota 11,2 de Biblia de Jerusalén) son las virtudes más
eminentes de sus antepasados:
- Sabiduría e inteligencia -> Salomón
- Prudencia y bravura -> David
- Conocimiento y Temor de Jahvé -> Patriarcas y Profetas: Moisés, Jacob y Abraham (9,
5)
- La enumeración de estos dones por los LXX y
la Vulgata (que añade la piedad por desdoblamiento del temor de Jahvé) se ha
convertido en nuestra lista de los siete dones del Espíritu Santo.
(v. 3-5) - Pero
este rey se hará famoso, sobre todo, por la justicia de sus juicios,
asegurando a los pobres del pueblo la garantía de sus derechos (Sal. 71) y
realizando el ideal de justicia social formulado por (Is. 1, 15-17. 21-25).
Para el Profeta Isaías el “Espíritu de Dios” es ante todo, la realidad misteriosa del
viento, servidor fiel de sus designios y expresión de la violenta
cólera de Jahvé contra los enemigos del pueblo (Is. 17, 12-14; 27,
6-9; 30, 27-30; 33, 11). Este poder del “soplo” de Dios se manifestará en el nuevo Éxodo que
reunirá al “Resto” disperso (Is. 11, 15-16; 4, 4). Sin embargo, Isaías
espiritualiza esta fuerza misteriosa del viento y discierne en ella todo lo que
se opone a la “carne”. Con las prerrogativas que le confiere el
Espíritu, el futuro Mesías cumplirá el designio salvador de Dios.
(v. 6)
- La rebelión del hombre contra Dios (Gen. 3) había roto la armonía
entre el hombre y la naturaleza (Gn. 3, 17 s.), entre el hombre y el hombre
(Gn. 4). La era mesiánica trayendo el perdón de los
pecado y reconciliación con Dios, establece la paz: Fertilidad
del suelo: (Am. 9, 13-14; Os. 2, 20.23-24); desarme general (Is.
2, 4; 9, 4...); paz perpetua (Is. 9, 6; 32, 17; So. 3, 13; Jl.
4, 17).
(v. 7-9) El reino mesiánico
es un reino de paz (Za. 9, 8-10) que se extiende al reino
animal, hasta la serpiente, responsable de primer pecado: es como
una vuelta a la paz del paraíso (Sal. 91, 13). El mal habrá desaparecido porque
todos conocerán a Jahvé.
(v. 10) -
La descendencia de David se alzará en “aquel día” y todas las gentes la buscarán para habitar en su “morada gloriosa”. Poema éste de fin del destierro de Babilonia y colocado
aquí a causa de la mención de “la raíz de Jesé” (v. 10; 41).
Rm. 15, 4-9
4
En efecto todo cuanto fue escrito en el pasado, se escribió para enseñanza
nuestra, para que con la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras
mantengamos la esperanza.
5 Y
el Dios de la paciencia y del consuelo os conceda tener los unos para con los
otros los mismos sentimientos, según Cristo Jesús,
6
para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo.
7
Por tanto, acogeos mutuamente como os acogió Cristo para gloria de Dios.
8
Pues afirmo que Cristo se puso al servicio de los circuncisos a favor de la
veracidad de Dios, para dar cumplimiento a las promesas hechas a los
patriarcas,
9 y
para que los gentiles glorificasen a Dios por su misericordia, como dice la
Escritura: Por eso te bendeciré entre los gentiles y ensalzaré tu nombre.
(v. 4)
Exhortación de San Pablo a ¡soportarse recíprocamente!
En este (v. 4) nos da S. Pablo la clave para entender las “escrituras” que se nos han transmitido desde tiempos antiguos.
Se refiere al A.T. Todo lo consignado en ellos es para nuestra
enseñanza (4, 24) (I Cor. 9, 10; 11, 1.2). Pablo toma muy en serio el
A.T. pues de él hay que sacar “paciencia” y “consuelo”, conduciéndonos ahora a la esperanza que
se nos ha dado en Jesucristo. Desde El se descubre su sentido genuino.
(v. 5-6) - Y
concluye Pablo con una plegaria de buenos deseos: la unidad
de la Iglesia es la voluntad de Jesús y en ella podemos recitar la
alabanza divina, éste es el verdadero culto a Dios, que la comunidad esté
unida en el amor, con la mutua paciencia e indulgencia (¡y no es tan fácil esta
forma de culto comunitario!).
(v. 7)
- Y resume así su exhortación a la comunidad: “Por tanto, acogeos benignamente
unos a otros”.
Y a los “débiles” y “fuertes” los pone ante los ojos el modelo apremiante para
esta conducta: Jesucristo.
(v. 8)
El nos acogió como “su comunidad” por la que ha dado su vida. Su única
Iglesia de “circuncidados” y de gentiles. A los judíos teniendo
en cuenta las promesas hechas a los Patriarcas (sin derecho alguno
(v. 9)
frente a Dios; y a los gentiles, que no pueden alegar las promesas,
por su alabanza al Dios de las misericordias (Sal. 18, 50). Las citas bíblicas
de los tres grandes grupos del A.T. (la ley, profetas y
(v. 10) salmos)
subrayan la voluntad universalista de salvación que Dios tiene, por encima de
las estrechas fronteras del Pueblo de Dios (Dt. 32, 43) (Sal. 117, 1) (Is. 11,
1.10).
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