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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

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Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

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No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

sábado, 7 de diciembre de 2019

25 AÑOS DE LA VISITA a Sevilla de San Juan Pablo II. 12 - Junio - 2018

"Ventana abierta"


25 AÑOS DE LA VISITA
San Juan Pablo II: el Papa que se enamoró de Sevilla
El Santo Padre llegó el 12 de junio de 1993 para clausurar el Congreso Eucarístico y revolucionó la ciudad durante dos días.

El Papa Juan Pablo II asomado al balcón de la Giralda - J. M. Serrano 

ABC de Sevilla
JAVIER MACÍAS
Sevilla
Actualizado: 12 -Junio - 2018  08:08h

Cuentan los que más cerca estuvieron del Santo Padre que, en aquellos díasJuan Pablo II sentía fuertes molestias en la zona del colon donde fue operado hacía un año. Venía once años después a una ciudad donde, en aquellas fechas de junio, el verano se había asentado con fuerza. El Papa volvía a pocos días de que Felipe González fuera reelegido como presidente del Gobierno, el mismo día en que Miguel Induráin ganó por segunda vez el Giro de Italia y en un momento en el que el país clamaba contra el terrorismo etarra. Aquella Sevilla de 1993 estaba viva. Había cogido impulso tras la Exposición Universal y, justo un año después, volvería a convertirse en centro de atención mundial con la visita del Papa para clausurar el 45 Congreso Eucarístico Internacional.


La ciudad se había vestido de gala. En la capital hispalense estaría dos días, 12 y 13 de junio; y, ya el 14, marcharía a El Rocío y posteriormente a Madrid. A las ocho de la mañana del sábado 12, por la Puerta de los Palos aparecía la Virgen de los Reyes bajo su palio de tumbilla. 


La patrona, bajo el sol y sólo con el acompañamiento musical de las antífonas cantadas por los canónigos, salió como colofón del Congreso Eucarístico. En la plaza Virgen de los Reyes había mucho público que, cuando entró el paso, permaneció allí durante horas, bajo un soporífero calor, para ver al Papa, que llegó a las once al aeropuerto de San Pablo


A los pies de la escalerilla del avión, se dispuso una alfombra roja en la que esperaban los Reyes de España. Tal y como fue despedido hacía once años, Su Santidad fue recibido por sevillanas. 


Don Juan Carlos le expresó el deseo de recibir su «mensaje de paz universal y esperanza». El Papa se declaró «lleno de gozo» por volver a Sevilla.

12.24 horas: plaza Virgen de los Reyes


En aquellos momentos, en la plaza Virgen de los Reyes no cabía un alfiler. Entonces no había conexión a Internet. La mejor señal eran las campanas de la Giralda, que repicaron a las 12.11 horas, aunque el Papa no apareció hasta las 12.24 horas. 


Entró el «papamóvil» en la plaza y se desató el clamor popular. Nada más bajar del vehículo, el alcalde, Alejandro Rojas Marcos, le entregó la Medalla de la Ciudad. 



Inmediatamente después, Su Santidad se dirigió al balcón de la Giralda: «Desde este símbolo de Sevilla, frente a la plaza Virgen de los Reyes y junto al monumento a la Inmaculada, dirijo a todos mi más cordial y afectuoso saludo, cuando nos disponemos a rezar el Ángelus, la plegaria en honor de Nuestra Señora, tan amada y venerada en esta tierra que, con justificado orgullo, llamáis de María Santísima». 


En una imagen para la historia, el Papa dio la gracias por la acogida y le dijo a los sevillanos: «Sois fuertes en la fe y también tenéis voces muy buenas». Le habían interrumpido diez veces por las aclamaciones...



El Santo Padre entró después en la Catedral, donde presidió la adoración al Santísimo y regaló una custodia a la Catedral.


17:30 horas: ordenación sacerdotal en San Pablo
Ya por la tarde, a las 17.30 horas, ante más de 9.000 personas presidió una misa en el Palacio de los Deportes de San Pablo, en la que ordenó a 37 sacerdotes, diez de ellos sevillanos y que este martes celebrarán sus bodas de plata en la capilla de San pedro ad Vincula junto al arzobispo, monseñor Asenjo.



 Casi a la noche, de nuevo regresó a la plaza Virgen de los Reyes. Desde el balcón del Palacio Arzobispal, saludó a los jóvenes, que le cantaron las sevillanas del adiós. El Papa exclamó: «¡Qué maravilla cómo canta Sevilla!»

El Papa presidió la misa statio orbis en el campo de la Feria -ABC

9.00: Misa statio orbis en el campo de la Feria
Al día siguiente, en el campo de la Feria se celebraba la misa statio orbis ante unas 600.000 personas, que puso punto y final al Congreso Eucarístico. 


El Santo Padre se postró ante la Pura y Limpia, en una eucaristía en la que el calor causó estragos. Hubo hasta diez atenciones cardiacas entre el público y al Santo Padre se le vio fatigado. Pese a ello, expresó la «gracia» que le había concedido el Señor «de volver a estar reunido con vosotros».



A su término, Su Santidad acudió al Patio de los Naranjos, donde se despidió de los delegados nacionales del Congreso, antes de partir hasta Dos Hermanas, donde bendijo la residencia de ancianos de San Rafael. El Papa confirmaba así su amor por una ciudad que le sigue venerando 25 años después.

Dos Hermanas Ayer y Hoy

Visita del Papa

... ¡Y el Papa vino a Dos hermanas!

(Foto: Arturo Mari, del Servicio Fotográfico del Vaticano)
La Comitiva pasando por la calle Botica, en Dos Hermanas.

En su camino hacia la Residencia de "San Rafael", el Santo Padre recorrió en papamóvil algunas de las calles de Dos Hermanas, que aparecían engalanadas y rebosantes de niños, jóvenes y ancianos, no sólo de la Ciudad, sino también de otras poblaciones cercanas que se habían movilizado para ver de cerca y recibir la bendición del Papa. 

Francisco Toscano, Alcalde de Dos Hermanas, saluda al Papa a su llegada a la Residencia "San Rafael" en Dos hermanas.

Los tenientes de Alcalde, José Luis Guisado y Francisco Morales Zurita.

Las Concejales Rosario González Martínez y María Teresa Rodríguez Carrasco y el Secretario de la Corporación José Joaquín de Benavides y Herrera.

El Padre José Mª. Mier Terán, Director de la Residencia, informa al Papa de las características del Centro.

Juan Pablo II y el Cardenal Nicolás de Jesús López, Arzobispo de Santo Domingo yLegdo Pontificio en el Congreso Eucarístico de Sevilla entrando en la Residencia "San Rafael".

El Papa examinando y bendiciendo las Obras Sociales y el "Proyecto Hombre", expuestas en un pasillo de la Residencia "San Rafael".

La oración del Papa, ante el Sagrario de la Capilla de la Residencia.

Fray Carlos Amigo, Arzovispo de Sevilla, se dirige al Papa y a los ancianos de la Residencia.

Palabras del Padre Mier, Director de la Residencia "San Rafael".

Juan Pablo II escucha atentamente las palabras de salutación del Director de la Residencia "San Rafael".


El Papa lee, en castellano, su importante alocución de Dos Hermanas, de gran contenido social.

El Papa con los ancianos de la Residencia.

El Papa con los ancianos de la Residencia.

El Papa con los ancianos de la Residencia.

El Papa con los ancianos de la Residencia. 

El Papa descubriendo el azulejo conmemorativo de su presencia en la Residencia "San Rafael".

El Papa firmando en el Libro de Oro de la Ciudad.

El Alcalde de Dos Hermanas se despide de S.S. el Papa, al terminar el acto en la Residencia "San Rafael".

XXV ANIVERSARIO

La visita del Papa Juan Pablo II en 1993: La plegaria que universalizó la devoción rociera


Se cumple un cuarto de siglo del que se considera, junto a la Coronación Canónica de la Blanca Paloma, un hito principal en la historia de la fe hacia la Reina de las Marismas

Juan Pablo II en el interior del Santuario de la Virgen del Rocío-Haretón

Miguel A. Jiménez García ALMONTEActualizado: 14/06/2018  11:28h

Eran las siete de la tarde del caluroso 14 de junio de 1993 cuando la multitud que se agolpaba en los alrededores del Santuario de la Virgen del Rocío, Patrona de Almonte, estallaba en un grito de júbilo al contemplar la llegada del helicóptero papal. Se disipaban con el estruendo de los rotores todas las dudas, toda la angustia y la incertidumbre acumuladas desde hacía meses y hasta el último minuto. Primero, porque entre las autoridades y la propia curia, la visita del Papa al Santuario del Rocío no parecía una opción dentro del programa previsto con motivo de la conmemoración del V Centenario del Descubrimiento y la Evangelización de América, y segundo, porque la avanzada edad de Juan Pablo II y su apretada agenda de aquel día hacían temer a muchos que el Pontífice no llegara jamás a pisar las arenas rocieras.

«Pero gracias a Dios, por supuesto, el Papa vino», recuerda Juan Ignacio Reales, presidente de la Hermandad Matriz, que por entonces colaboraba con la Comisión de Juventud y Formación en la hermandad que presidía Ángel Díaz de la Serna. Y el Papa vino gracias a la tenacidad de un sacerdote natural de Bollullos, descendiente de almonteños, rociero convencido, que movió cielo y tierra para concitar los apoyos necesarios para que la visita, del hoy Santo, se hiciera realidad: Juan Mairena.

Juan Mairena era el coordinador de los Congresos Marianos y Mariológicos Internacionales celebrados en Huelva en 1992, e igualmente de la visita del Papa a Huelva. Juan Pablo II debía visitar ese día Sevilla y la capital onubense, pero acercarse a la aldea almonteña parecía un escollo para algunas autoridades. «Eran años en los que El Rocío tenía una cierta leyenda negra», explica Juan Ignacio Reales. «Había quien lo consideraba una devoción de segunda o con un sesgo muy popular y festivo, de poca esencia y seriedad, pero la visita del Papa vino a acallar todo eso».

Mairena fue muy convincente en sus argumentos para poner de su lado a personalidades como el arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, o al propio organizador del viaje papal, el jesuita Roberto Tucci. «Si el Papa no va al Rocío, será como si visita México DF y no va a Guadalupe, sería incomprensible», sentenciaba el propio Mairena. Tucci se convirtió en uno de los principales aliados de Mairena, al trasladar a la Santa Sede lo que suponía el Rocío como devoción. 



«El Papa venía perfectamente informado y quedó impresionado hasta el punto de que no llegó hasta la Puerta de la Marisma en coche, sino que pidió hacer el último tramo a pie para andar por las arenas del Rocío como un peregrino más», rememora Mairena.



Cada movimiento, cada gesto y cada frase que pronunció el Sumo Pontífice en aquella tarde luminosa y multitudinaria fue seguida con atención por el gentío que no quería perderse un momento que presentía histórico. Reales, que había vivido una intensa noche de preparativos dentro del Santuario, «instantes de intimidad que recuerdo con mucho cariño, guarda con especial emoción los más de 15 minutos que Juan Pablo II permaneció orando, arrodillado, en el interior del Santuario. «Se había dispuesto megafonía que retransmitía todo lo que ocurría en el interior del templo y en un momento dado se pidió silencio y que acompañáramos al Papa en su oración», narra el actual presidente de la Matriz. 


«Y así fue, se hizo un silencio atronador que se prolongó durante el cuarto de hora que el Papa estuvo de rodillas», un gesto de los devotos que impresionó tanto a Reales como el hecho de que el Sumo Pontífice fuera instado por sus colaboradores a levantarse y seguir con el programa previsto y él dijera que no, que estaba rezando: «Se había quedado extasiado mirando a la Virgen».



Con ese gesto y con las frases que después pronunciaría desde el que desde entonces es el Balcón del Papa, Juan Pablo II «vino a sancionar esta devoción para que contara con el respaldo de la Iglesia», asegura Juan Mairena. La visión del sacerdote es totalmente compartida por Reales, que considera que la repercusión de la visita del Papa fue determinante y contribuyó a que el Rocío se convirtiera en un referente, a que trascendiera «con mucho al propio mundo del Rocío de siempre, a sus propias hermandades, y llegara muchísimo más lejos», a puntos tan remotos como América del Sur, donde se comenzaron a formar agrupaciones rocieras.


«Tras la visita del Papa nadie volvió a referirse al Rocío en aquellos términos y todo el mundo vio que era una realidad de fe tan válida y tan seria como cualquier otra», advierte Reales, un cambio de rumbo que el papa sentenció con su frase final, que además fue improvisada: «que todo el mundo sea rociero».

La Fundación Cajasol acoge ’25 huellas del Papa Juan Pablo II’ en Sevilla

2 Jun 2018 Exposiciones


Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol, y monseñor Juan José Asenjo, arzobispo de Sevilla, inauguraron la exposición ‘Un Santo en Sevilla. 25 años, 25 huellas del Papa Juan Pablo II’ organizada por la Agencia EFE en el patio central de la sede de la Fundación Cajasol en Sevilla. Una muestra que recuerda cómo fue la visita del Papa Juan Pablo II a Sevilla en el año de 1993 y que se encuadra como primera de las actividades culturales programadas con motivo de dicha efeméride.


«Al acoger esta muestra, en estas fechas tan señaladas de vísperas del Corpus Christi, la Fundación Cajasol se incorpora en colaboración con el Arzobispado al programa de actividades y eventos con los que nuestra ciudad quiere conmemorar esta efeméride tan especial» apuntó Antonio Pulido, para quien «esta exposición nos devuelve aquella visita del Papa Juan Pablo II, hoy Santo, que fue memorable y transcendente por muchos motivos. Estas fotografías nos permiten refrescar detalles y arrojar una nueva luz a todos esos recuerdos, vivencias y emociones que, un cuarto de siglo después, vuelven a estar muy presentes», reflexionó el presidente de la Fundación Cajasol. Antonio Pulido animó a las nuevas generaciones a visitar la exposición, «que les permite asomarse a una época y un momento trascendental en la historia de Sevilla y Andalucía». Para finalizar, quiso hacer una mención especial a la Agencia EFE y el papel de los medios de comunicación «como testigos de los grandes acontecimientos y también de las pequeñas cosas del día a día de nuestra sociedad»

El patio principal de la Fundación Cajasol alberga hasta el 3 de junio esta exposición que recoge 25 fotografías alusivas a la segunda visita del papa Juan Pablo II a la capital andaluza, de la que se cumplirán cinco lustros el próximo 12 de junio. Además de las 25 imágenes del paso de san Juan Pablo II por la Archidiócesis hispalense podrán contemplarse varios enseres relacionados con aquellas jornadas. 

Entre ellos la sede que utilizó el pontífice en la misa multitudinaria que presidió en el campo de la Feria, el guion con el escudo de Juan Pablo II, 


una colgadura con el logotipo del XLV Congreso Eucarístico Internacional y diversos enseres relativos a este acontecimiento eclesial que acogió Sevilla hace ahora 25 años. Igualmente, se emite de forma continua el reportaje elaborado por el programa ‘Testigos Hoy’, de Canal Sur Televisión, con motivo de esta efeméride, y que se emitió el pasado domingo.

Un teatro y exposiciones para celebrar los 25 años de la visita de San Juan Pablo II a Sevilla

Este viernes comienzan los actos con la inauguración de una exposición de fotos del acontecimiento y un auto de fe.

El Papa junto a Amigo Vallejo en el balcón de la Giralda en 1993-ABC

JAVIER MACÍAS
SEVILLA
Actualizado: 23/05/2018  18:39h

El 13 de junio se cumplirán 25 años de la segunda visita que realizó el Papa San Juan Pablo II a Sevilla, con motivo del Congreso Eucarístico. La Archidiócesis ha organizado una serie de actos y exposiciones para conmemorar lo que se vivió en torno a la figura del Santo Padre aquel año de 1993. Este viernes 25 de mayo comenzará la primera de los actividades culturales programadas con la inauguración, a las 12 horas, de una exposición de fotografías de la Agencia EFE en la Fundación Cajasol que recuerda cómo fue la visita del Papa, bajo el título «Un Santo en Sevilla. 25 años, 25 huellas del Papa Juan Pablo II». La muestra será inaugurada por el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo Pelegrina.

Esa misma tarde, a las 20 horas, en la Fundación Cajasol tendrá lugar un auto sacramental cuya representación servirá para recaudar fondos para la construcción del templo parroquial San Juan Pablo II en Montequinto. La asociación teatral «La Platea» escenificará «El gran teatro del mundo», de Calderón de la Barca, que estará dirigida por Pepe Gómez Künni. A su conclusión, la Fundación Cajasol ofrecerá también un cóctel benéfico en el patio, también para obtener ingresos de cara a la construcción de la segunda fase del complejo parroquial que se está construyendo en Olivar de Quintos, y cuyo párroco es el delegado de Medios de Comunicación de la Archidiócesis, Adrián Ríos Bailón. El pasado mes de octubre, el obispo auxiliar, monseñor Santiago Gómez Sierra, bendijo la primera fase de los trabajos que comprenden los salones parroquiales. Queda por afrontar la segunda fase, con la que será levantado el templo que dará servicio a una de las zonas con mayor potencial de crecimiento poblacional de la diócesis de Sevilla. Para ello, la parroquia ha puesto en marcha la campaña «Un templo para San Juan Pablo II», con actividades como la del auto sacramental que será representado este próximo viernes en la Fundación Cajasol. La venta de entradas para la obra se encuentra en la taquilla del teatro, en la calle Chicarreros, y en la secretaría de la parroquia San Juan Pablo II.

Exposición en la Catedral

Por otro lado, el próximo miércoles 30 de mayo, víspera de la solemnidad del Corpus Christi, será inaugurada en la Catedral de Sevilla la exposición de los enseres que utilizó el Papa en su visita a Sevilla el 13 de junio de 1993 para presidir el Concreso Eucarístico Internacional. Entre otros, se podrá contemplar el ajuar litúrgico y el mobiliario, como por ejemplo el sillón papal, así como distintas imágenes y un vídeo que recuerda el acontecimiento.

Durante la misa solemne el día del Corpus Christi, el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, hablará en su homilía de las enseñanzas de San Juan Pablo II sobre la Eucaristía. Esa misma tarde, al entrar la Custodia, el prelado realizará una ofrenda floral al monumento del Papa ubicado en la Plaza Virgen de los Reyes.

La visita del Papa Juan Pablo II a Sevilla en 1993 en 25 fotografías


La Agencia EFE expone en la Fundación Cajasol un conjunto de imágenes que resumen este acontecimiento histórico del que se cumplen las bodas de plata

JAVIER MACÍAS
SEVILLA Actualizado:25/05/2018  16:11h

El próximo 12 de junio se cumplirán 25 años desde que el Papa San Juan Pablo II pisara por segunda vez el suelo de Sevilla. La primera vez ocurrió en 1982 con motivo de la beatificación de Sor Ángela de la Cruz. Y, en esta ocasión, en 1993, el pontífice regresaba a una renovada Sevilla tras la Expo para clausurar el Congreso Eucarístico Internacional. Aquel acontecimiento histórico que puso a la capital hispalense en el panorama mundial y que la convirtió por unos días en el centro de la Iglesia Católica ha sido recogido en 25 instantáneas que pueden contemplarse desde este viernes en el patio de la Fundación Cajasol.

Allí, en la antigua Audiencia de la Plaza de San Francisco, la Agencia EFE ha seleccionado 25 fotografías, tantas como años se cumplen de la visita, en las que por orden cronológico se recuerda desde que el Papa fue recibido por los Reyes de España en el aeropuerto de San Pablo,



 a la misa que ofreció ante un millón de personas en el campo de la Feria. 


De entre todas las fotos, destaca la de San Juan Pablo II asomado al balcón de la Giralda saludando a la multitud. 


La torre alminar de Sevilla convertida en «un imponente y magnífico púlpito» para el Santo Padre, según lo definió el arzobispo hispalense, monseñor Juan José Asenjo, durante la inauguración de la muestra.

El prelado calificó la venida del Papa a Sevilla como «un acontecimiento histórico y un éxito de participación y organización», éxito al que contribuyó «mi antecesor en el cargo, el cardenal Carlos Amigo y una legión de voluntarios y colaboradores».

Asenjo recordó en su intervención que, durante aquella visita, Juan Pablo II ordenó a 37 sacerdotes en el pabellón de deportes de San Pablo. 



Ordenación sacerdotal

Ordenación sacerdotal


Ordenación sacerdotal

Treinta y siete curas que, el próximo 12 de junio, celebrarán junto al arzobispo una misa en la capilla de San Pedro in Vincoli de la parroquia del mismo nombre, para rememorar el acontecimiento.



Asimismo, monseñor Asenjo rememoró el «calor sofocante e inaguantable» que hizo en Sevilla aquellos días» y cómo el Papa «estuvo a punto de entregarse». En este sentido, se retrotrajo a una escena en la que se veía al Santo Padre sentado leyendo el texto de su homilía «francamente agotado». Así, destacó algunas anécdotas de la visita como fue la entrada en la Catedral y cómo se «volcó» sobre el reclinatorio ante el Santísimo, que le recordó «las veces que tuve la oportunidad de visitarlo como secretario de la Conferencia Episcopal en la capilla papal para concelebrar con él la misa de las siete de la tarde, viéndolo abstraído, embebido solo con Dios, rezando como sólo los santos pueden rezar».

La visita de este santo a la capital hispalense fue recordada también por Juan Lara, delegado de la Agencia EFE en Andalucía que, durante aquellos tiempos, era el delegado en Roma de este mismo medio, cubriendo multitud de viajes del Santo Padre. «Juan Pablo II llegó como portador de un mensaje de esperanza para clausurar el 45 Congreso Eucarístico, que convirtió a Sevilla en la capital mundial de la Iglesia». Asimismo, destacó la «gran cobertura» que EFE hizo del acontecimiento, con fotografías e informaciones que fueron publicadas por medios de todo el mundo.



Entre otras fotos que se exponen en la Fundación Cajasol se encuentra la del baile de los Seises o la bendición con el Santísimo Sacramento en la Catedral. 


La muestra reúne también en una vitrina varias publicaciones con motivo de aquella visita, desde libros a vídeos y camisetas con el logotipo del Congreso Eucarístico, el sillón que empleó el Papa en la misa que ofició al aire libre, el guión con su escudo que se mostró entonces y gran repostero con el logotipo del Congreso Eucarístico.


elCorreo de Andalucía
El día en que el Papa volvió a Sevilla

Pronto se cumplirán 25 años de la segunda estancia de Juan Pablo II en tierras sevillanas, un viaje marcado por la finalidad de clausurar el Congreso Eucarístico que acogió Sevilla

José  Gómez Palas
Sevilla
27 MAY 2018 / 14:24 H - ACTUALIZADO: 28 MAY 2018 / 17:10 H.

El próximo 12 de junio se cumplirán 25 años de la segunda visita del Papa Juan Pablo II a Sevilla, «un acontecimiento histórico y un éxito de organización», en palabras del arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, que la Archidiócesis está conmemorando en estos días con diversas actividades. Hacía ocho meses tan sólo que Sevilla había clausurado una Exposición Universal que transformó urbanísticamente la ciudad y maravilló al mundo. 

Justamente seis días antes, Felipe González ganaba de nuevo las elecciones en España, pero perdiendo la mayoría absoluta. Induráin aburría a sus rivales y se anotaba su segundo Giro consecutivo. Y por estos lares, el crack argentino Maradona se despedía del sevillismo con escándalo.










Once años después de su primera estancia en tierras sevillanas, el Papa polaco aterrizaba de nuevo en un remozado aeropuerto de San Pablo para clausurar el XLV Congreso Eucarístico Internacional que se estaba desarrollando en la capital hispalense bajo el lema Cristo, luz de los pueblos

Se trataba de su cuarta visita apostólica a España y el viaje número 59 de su largo y fecundo pontificado: una estancia de seis días por tierras españolas (12-17 de junio de 1993) que le llevó además a visitar los lugares colombinos y El Rocío, y que tuvo su última etapa en Madrid, donde el Papa viajero consagró la catedral de la Almudena.

Durante unos días Sevilla se convirtió en la capital religiosa del mundo. Las tres noches que pasó en Sevilla Juan Pablo II durmió en una pequeña habitación del segundo patio del Palacio Arzobispal. Las crónicas de aquella segunda visita del Papa a Sevilla ya hacían referencia al «aspecto cansado» que mostraba el Pontífice en sus apariciones en público «debido a su delicado estado de salud».

Dos días antes de la llegada del Papa santo a Sevilla, la festividad del Corpus se vio revestida de una gran brillantez con la presencia de numeroso cardenales y obispos que participaban en el Congreso Eucarístico. Incluso la misma mañana de su llegada, como prólogo a su visita, la Virgen de los Reyes salió en procesión extraordinaria por los alrededores de la Catedral, si bien el Santo Padre no pudo presenciar el desfile procesional de la Patrona de Sevilla.

Recibido en el aeropuerto por los Reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, el Pontífice se dirigió a la Catedral, donde recibió la Medalla de Oro de la ciudad de manos del alcalde, Alejandro Rojas Marcos, otorgada a propuesta de la Real Maestranza de Caballería. En las entrañas del primer templo metropolitano, el Santo Padre protagonizaría una de las fotos más recordadas de este viaje. Asomado al primer balcón de la Giralda, el Papa rezó el Ángelus acompañado por los miles de fieles que se habían congregado desde primera hora de la mañana en la plaza de la Virgen de los Reyes y que no cesaron de vitorear a Su Santidad. Desde la misma torre que fue alminar de la mezquita de Sevilla, el Papa dirigió un primer mensaje en el que hizo referencia a «esta tierra que, con justificado orgullo, llamáis de María Santísima». Recordó también a Sor Ángela de la Cruz –a la que beatificó en su primer viaje a Sevilla en 1982– y subrayó el orgullo concepcionista que fluye de la ciudad. El gentío se arrancó con palmas por sevillanas y el Pontífice correspondió con un cariñoso saludo: «Sevillanos y sevillanas, sois fuertes en la fe... y también tenéis voces muy fuertes».

Tras rezar el Ángelus, el Papa ofició la adoración eucarística en la Catedral. Antes de comenzar el acto, Juan Pablo II se recogió en oración ante el altar de la Virgen de los Reyes, cuya capilla permaneció velada por una cortina. Como ya sucediera en 1982, los seises volvieron a bailar ante el Papa, esta vez en la Catedral. Al término del acto eucarístico, Juan Pablo II hizo entrega a la Archidiócesis de una preciosa custodia, como obsequio personal para la Catedral hispalense como recuerdo de este Congreso.

A la plaza de la Virgen de los Reyes regresó el Papa por la tarde para saludar a los jóvenes desde el balcón principal del Palacio Arzobispal. Más de 7.000 jóvenes abarrotaron esta plaza para recibir el saludo papal. Juan Pablo II dejó en su breve discurso un aire desenfadado y alegre, al hacer suyos los saludos de «qué maravilla, el Papa está en Sevilla» que le coreaba la multitud, pero indicando que la maravilla no era el Papa sino Sevilla. La despedida vino con las sevillanas del adiós, que fueron oídas por un Papa contagiado por el entusiasmo que le hizo construir un original pareado: «Es verdadera maravilla cómo se canta en Sevilla». Previamente, a las 17.30 horas, en el Palacio Municipal de Deportes de San Pablo ordenó a 37 nuevos sacerdotes.

A la mañana siguiente, el Papa presidió en el Campo de la Feria la Statio Orbis, una multitudinaria misa con la que se dio por clausurado el Congreso Eucarístico Internacional. Casi 600.000 fieles de más de 86 países, 200 cardenales y obispos y 1.200 sacerdotes participaron en una eucaristía que dejó otra estampa para el recuerdo, la del Papa arrodillado ante la imagen de la Pura y Limpia del Postigo. Juan Pablo II recordó en su homilía que la Eucaristía entraña un compromiso en favor de los pobres e hizo referencia a Don Miguel de Mañara, «aquel caballero del siglo XVII que dio todo su esplendor al Hopistal de la Caridad». Antes de terminar, también hizo alusión al Corpus Christo, los seises o el componente mariano de la capital hispalense. «La Eucaristía y María, el Corpus y la Inmaculada. Dos faros de la luz de la fe católica de Sevilla. Dos mensajes y dos regalos que la Iglesia de España llevó con su Evangelización a tierras de América donde se arraigó la fe en la Eucaristía y la devoción filial a la Virgen». La conclusión llegó con el anuncio de que el próximo Congreso Eucarístico Internacional tendría lugar en la ciudad polaca de Wroclaw en 1997.

En la tarde de aquel domingo, el Papa mantuvo en el Patio de los Naranjos un encuentro de despedida con los delegados nacionales del Congreso, antes de partir hacia Dos Hermanas. En tierras nazarenas, el sucesor de Pedro inauguró la obra social del Congreso Eucarístico Internacional: la residencia de ancianos San Rafael, donde residían 48 mayores. No se olvidó Juan Pablo II de mencionar en esta visita el problema del paro. Exhortó a los trabajadores y empresarios a hacer «todo lo que esté en vuestras manos para luchar contra la pobreza y el paro, humanizando las relaciones laborales y poniendo siempre a la persona humana, su dignidad y derechos, por encima de los egoísmos e intereses de grupo». Fue su último acto oficial en la Archidiócesis hispalense. Al día siguiente, el Papa se desplazó a Huelva para visitar los lugares colombinos y la aldea de El Rocío. A petición propia y fuera de programación, el Papa salió tanto el domingo como el lunes al balcón del Palacio Arzobispal para saludar a los sevillanos allí concentrados, que despidieron al Santo Padre por enésima vez con las sevillanas del adiós. ~

Juan Pablo II llegó a España

A su arribo al aeropuerto de Barajas en Madrid, el Papa fue recibido por los Reyes de España

El Papa Juan Pablo II fue recibido este sábado en el aeropuerto de Barajas en Madrid, por el rey Juan Carlos, la reina Sofía y el presidente del gobierno español, José María Aznar.

Aznar besa la mano del Papa Juan Pablo II

A su llegada el Papa hizo un llamado a la paz en España y en el mundo y abogó por la convivencia de los españoles dentro de "la unidad".
"Imploro del Señor, para España y para el mundo, una paz que sea fecunda, estable y duradera, así como una convivencia en la unidad, dentro de la maravillosa y variada diversidad de sus pueblos y ciudades", dijo el Papa en su discurso de llegada.
Por su parte, el rey Juan Carlos de España agradeció al Pontífice por su presencia y el apoyo prestado en la condena al terrorismo.
"Esta lacra que los españoles padecemos muy en particular", dijo el rey Juan Carlos "es intrínsecamente perversa y nunca justificable".
"Nos confortan siempre vuestras palabras de repulsa al terrorismo y vuestro aliento y solidaridad hacia las personas que sufren el dolor que genera", agregó el rey.

Quinta visita

Este es el viaje número 99 de Juan Pablo II y lo realiza a la víspera de cumplir 83 años de edad.
El Pontífice dijo asimismo que se sentía muy emocionado por estar por quinta vez en España. Un país que forma una comunidad católica "dos veces milenaria".
La paz es obra de "la justicia, la verdad, el amor y la solidaridad", dijo el Papa y añadió que los pueblos sólo la gozan cuando siguen los dictados de la ley de Dios.

Cinco santos

En su visita de dos días a Madrid, Juan Pablo II oficiará una misa para la juventud española en el aeródromo de Cuatro Vientos de Madrid y el domingo canonizará a cinco nuevos santos españoles en la Plaza Colón.

Uno de los nuevos santos es un cura que fue asesinado por los republicanos durante la Guerra Civil española.

Al resaltar la vida de los beatos, el Papa señaló "que en este momento histórico, ellos son la luz y camino para vivir con valentía la fe, para alentar el amor al prójimo y para proseguir con esperanza la construcción de una sociedad basada en la serena convivencia de los ciudadanos".

Durante los últimos 25 años, el Papa ha visitado prácticamente todos los países del mundo, salvo China y Rusia.

El Vaticano señala que el 94% de los españoles son católicos, pero la asistencia a misa en España está en declive como en muchos otros países de Europa.

Esta es la quinta visita del Papa a España

Oración Del Papa Juan Pablo II: La Cuaresma, Tiempo De Oración Y Solidaridad
3 Marzo 2014


Durante la Cuaresma debemos orar,
debemos esforzarnos por orar más;
buscar el tiempo y lugar para orar.(...)
La oración educa también nuestras conciencias,
Y la Cuaresma es un tiempo particularmente adecuado
Para despertar y educar la conciencia.
El dirigirse a Dios mediante la oración
Va unido con el dirigirse al hombre. (...)
A través de una plena solidaridad con los hombres,
Con los que sufren y, especialmente, con los necesitados,
Nos unimos con Cristo paciente y crucificado.

Para vivir bien el tiempo de la Cuaresma, la Iglesia nos invita a orar más, a hacer algunos sacrificios y, sobre todo, más obras de caridad y de amor por nuestro prójimo.

Nos invita a reconocer nuestros pecados, a arrepentirnos y a luchar para no caer más en ellos. Hacerlo nos va a suponer tener que hacer algún que otro sacrificio o penitencia.
También recordamos que, por la muerte de Jesús en la cruz, Dios Padre nos ha perdonado todos nuestros pecados. Así pues, nosotros tenemos que perdonar y amar a nuestros hermanos.

El Señor nos quiere llevar a su casa y a su Reino, que es cielo, la meta de nuestra vida

ORACIÓN A LA VIRGEN DEL PILAR. San Juan Pablo II
domingo 12 de octubre de 2014 


¡Dios te salve María, Madre de Cristo y de la Iglesia! ¡Dios te salve, vida, dulzura y esperanza nuestra!
A tus cuidados confío esta tarde las necesidades de todas las familias, las alegrías de los niños, la ilusión de los jóvenes, los desvelos de los adultos, el dolor de los enfermos y el sereno atardecer de los ancianos.

Te encomiendo la fidelidad y abnegación de los ministros de tu Hijo, la esperanza de quienes se preparan para ese ministerio, la gozosa entrega de las vírgenes del claustro, la oración y solicitud de los religiosos y religiosas, la vida y empeño de cuantos trabajan por el Reino de Cristo.

En tus manos pongo la fatiga y el sudor de quienes trabajan con las suyas; la noble dedicación de los que transmiten su saber y el esfuerzo de los que aprenden; la hermosa vocación de quienes con su ciencia y servicio alivian el dolor ajeno; la tarea de quienes con su inteligencia buscan la verdad.

En tu Corazón dejo los anhelos de quienes, mediante los quehaceres económicos, procuran honradamente la prosperidad de sus hermanos; de quienes, al servicio de la verdad, informan y forman rectamente la opinión pública; de cuantos, en la política, en la milicia, en las labores sindicales o en el servicio del orden ciudadano, prestan su colaboración honesta en favor de una justa, pacífica y segura convivencia.
Virgen Santa del Pilar: Aumenta nuestra fe, consolida nuestra esperanza, aviva nuestra caridad.  Socorre a los que padecen desgracias, a los que sufren soledad, ignorancia, hambre o falta de trabajo. Fortalece a los débiles en la fe. Fomenta en los jóvenes la disponibilidad para una entrega plena a Dios. Y asiste maternalmente, oh María, a cuantos te invocan como Patrona de la Hispanidad. Así sea.

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