"Ventana abierta"
LAS PRISAS
P. Horacio Solís Iglesias. S.S.P.
Se suele decir que las prisas no son buenas.
Constatando cómo vivimos es fácil descubrir que vamos por la vida un tanto
acelerados.
Hoy se reflexiona poco. Los acontecimientos,
todo cuanto nos llega por los medios de comunicación, por la calle en nuestras
conversaciones, etc. etc. apenas nos paramos a reflexionar. Solamente lo
comunicamos y a otra cosa. Urge hacer una reflexión crítica y constructiva a
cuánto está sucediendo y percibimos.
Asistir a conferencias, forjar nuevas culturas
para ampliar nuestros conocimientos, etc. Que luego repercuten en nuestras
relaciones y en los comportamientos con las personas. Si nuestra mirada es más amplia,
más crítica a toda información, nos daremos cuenta que estamos pillados por la
rutina y la comodidad.
Poco nos falta para caer en la monotonía.
Estamos atrapados en las redes de la productividad y de la eficacia. Debemos
mirar más a la persona en su integridad. Cultivar el ser.
Las personas sencillas transpiran confianza.
Las prisas no rompen su serenidad. La persona aferrada a unos modos específicos
de conducta y fijos pensamientos; no vive, no disfruta los encuentros con los
demás.
La vida exige creatividad, encuentro, riesgo,
vivencias… Hay que eliminar todo aquello que obstaculiza nuestro crecimiento
integral e ir avanzando en la convivencia y en el camino de la vida.
En el recorrido diario encontramos un poco de todo. Victorias y derrotas. Proyectos y fracasos. Tropiezos y caídas… Hay que ser personas valientes que no está tanto en superar toda clase de pruebas que nos llegan cada día, sino el que nos conozcamos y nos aceptemos a nosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario