"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
Nosotros nos apegamos a una forma de ser felices, porque
creemos que es la única. Hemos imaginado que sólo se puede ser felices cuando
no tenemos ningún problema, ninguna enfermedad, ningún desafío. Pero eso es un
engaño más que nos ata y nos limita.
Es necesario entregarse al Espíritu Santo y aceptar que él nos
regale la felicidad como sea. Porque un modo de felicidad no es la felicidad,
es sólo un modo. Y el Espíritu Santo quiere hacerme conocer muchas maneras de
felicidad.
Es feliz quien en medio de un problema es capaz de unirse a
otro que tiene el mismo problema para encontrar juntos una salida. Es feliz
quien tiene una enfermedad, y es capaz de descubrir el amor del Señor y
descansar en su presencia en medio de esa enfermedad. Es feliz quien es capaz
de postergar sus deseos y no pretende vivirlo todo ahora. Es feliz quien no
pudo viajar a Europa, pero puede pasar una tarde soleada a la orilla de un
pequeño arroyo.
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