"Ventana abierta"
Ángelus
Tiempo de Cuaresma
Poesía al glorioso San José
¿Quién como tú? Las arpas celestiales
acompañan la dulce melodía
con que aclaman acordes los mortales
los nombres de Jesús, José y María.
El Dios inmenso, soberano, eterno,
sujeto del amor por suaves lazos;
descendiendo a tu albergue, niño tierno,
besó tu rostro y se durmió en tus brazos.
El que vierte en los campos la abundancia
y la lluvia en verano nos envía,
llevó a sus labios en la tierna infancia
el pan que tu trabajo producía.
Y la Virgen sin par, de faz serena,
pura más que los rayos de la aurora,
bella como la mística azucena,
la que gracias y virtudes atesora.
La que del Verbo Eterno fue morada
y le nutrió con néctar de su pecho,
fue su casta y amante desposada
y reposó bajo su propio techo…
Tu trabajo empezaba con el día,
a tu lado jugaba el Niño tierno,
tu taller era encanto de María,
y centro de delicias del Eterno.
¿A quién el Hacedor sublimó tanto?
A nadie, nadie como a ti, ¡José glorioso!
De la madre del Verbo casto esposo,
y padre de Jesús mil veces santo.
Sé nuestro protector, sé tierno amigo,
del que guarda en su alma tu memoria,
y haz que podamos disfrutar contigo,
de la vista de Dios y de su gloria.
Fuente: www.elboa.org/
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