"Ventana abierta"
Texto Reflexión: Zaqueo
Written by Fr. Broom, OMV
Zaqueo era bajo de estatura y de
abundantes recursos económicos. A pesar de sus numerosos bienes no era feliz,
algo le hacía falta. Mientras Zaqueo colgaba de la rama de un árbol sus ojos
encontraron los ojos de alguien que caminaba por ahí. Escuchó que le
llamaba por su nombre ”Zaqueo, baja de ahí, porque esta noche quiero cenar en
tu casa.” Este encuentro cambió su vida en el tiempo y en la eternidad de
forma radical. Comencemos por leer detenidamente el pasaje bíblico dos o
tres veces. Medítelo y pida al Espíritu Santo que transforme su vida al
meditar el encuentro entre Jesús y Zaqueo. Porque en verdad, este
encuentro es encuentro entre tú y Jesús. El pasaje se encuentra en el
evangelio de san Lucas 19, 1-10.
Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Había un hombre llamado
Zaqueo, que era jefe de publicanos y rico. Trataba de ver quién era Jesús,
pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura. Se adelantó
corriendo y se subió a un sicomoro para verle, pues iba a pasar por allí. Y
cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: "Zaqueo, baja
pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa". Se apresuró a
bajar y le recibió con alegría. Al verlo, todos murmuraban diciendo: "Ha
ido a hospedarse a casa de un hombre pecador".
Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: "Daré, Señor, la mitad de mis
bienes a los pobres;y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el
cuádruplo". Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa,
porque también éste es hijo de Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a
buscar y salvar lo que estaba perdido". .
REFLEXIONES SOBRE ESTE PASAJE.
1. ZAQUEO.
En cuestiones materiales, era un hombre
exitoso, era un publicano, era recaudador de impuestos en una ciudad muy rica –
la ciudad de Jericó. Pero feliz no lo era. Todo lo contrario, era
muy infeliz. En los 60´s los Beatles cantaban una canción muy conocida
”El dinero no puede comprar amor.” Claro, esta frase no es una frase
bíblica, ¡pero cuán ciertas es! A cualquier persona que se le pregunte si
desea ser feliz, la respuesta sería afirmativa. ¿Por qué es entonces que
hay tantas personas deprimidas, personas que acuden a psicólogos, que toman
pastillas anti depresivas? La razón es muy obvia: ¡buscan la felicidad en
donde no se encuentra! La conocida novela de Charles Dickens, el
Cántico de Navidad lo presenta en forma contundente. El personaje Scrooge
a pesar de todo su dinero, nunca estaba contento. No fue hasta que dio a
los pobres y minusválidos que encontró la verdadera felicidad. San Pablo
nos lo dice así: ”Hay más alegría en dar que en recibir”. La beata
Madre Teresa de Calcuta igual lo expresaba diciendo: ”Hay que dar hasta que
duela.”
2. DETERMINADA DETERMINACIÓN DE VER A JESÚS!
Zaqueo era recaudador de impuestos, era
publicano y poco apreciado. Quería ver a Jesús quién sabía pasaría por
allí, pero no podía porque era bajo de estatura. Quizás recibió
empujones, codazos y moreteado. Pero no se desalentó. Con agilidad
y creatividad, subió a un árbol para por lo menos verlo mientras pasaba por
allí. Otro ejemplo de determinación y perseverancia es el relato de los
cuatro hombres que cargaban a su amigo el paralítico en una camilla para ver a
Jesús. Al ver que no podían acercarse a Jesús, se subieron al techo,
abrieron un agujero y bajaron al paralítico.
¡Qué creatividad! Y todos conocemos el fin de esta historia, Jesús
sanó al paralítico por los esfuerzos de los cuatro hombres. Ahora ¿qué
estamos nosotros dispuestos a hacer para encontrarnos con Jesús? Hay
quienes recorren largas distancias para participar un evento deportivo, otros
que lo hacen para ver alguna maravilla de la naturaleza e incluso para
encontrarse con aquella persona que aman. ¿Qué estamos nosotros
dispuestos a hacer para encontrarnos con Jesús? Es interesante y a la
misma vez triste, que a pesar que Jesús está muy cerca de nosotros, pocos son
los que se acercan a Él. En verdad, Jesús está presente en toda Iglesia
católica por todo el mundo. Es más, Jesús se hace presente en cada Misa
celebrada. Vivamos y pongamos en práctica las palabras del Padre Nuestro
”danos hoy nuestro pan de cada día” y recibamos el Pan de vida si es posible,
todos los días. ¡No nos arrepentiremos!
3. ZAQUEO Y EL VERDADERO
ARREPENTIMIENTO
La verdadera conversión es más que simple palabras. Hay un dicho, "del
dicho al hecho hay mucho trecho". O, "Hablar no cuesta nada".
Porque obras son amores y no buenas razones.
Y esto lo
vemos claramente en zaqueo. Mientras le criticaban los que lo rodeaban, Zaqueo
firme en su propósito de enmienda, prometió dar dinero a los pobres. Es más,
dijo que si había defraudado a alguien, le devolvería cuatro veces más.
REPARACIÓN Y RESTITUCIÓN
Cuando causamos daño a otro, ya sea daño físico, emocional o espiritual, por
justicia debemos reparar o restaurar el daño que hemos hecho. Zaqueo en verdad
hizo más de lo que era necesario.
4. ¡JESÚS SE ALEGRA!
Jesús vino para salvar a los pecadores. El más grande atributo del Sagrado
Corazón de Jesús es su misericordia. Jesús vino por las ovejas perdidas. En
verdad Jesús es el Padre amoroso que vemos en la parábola del Hijo Pródigo. En
este momento Jesús tiene los brazos abiertos para recibirte!
5. GOZO
La película "El gran milagro" nos presenta lo que es la verdadera
felicidad: cuando se recibe el perdón por medio del sacramento de la confesión
y en el encuentro con Jesús en la santa Misa. Tres personajes en esta película
sufrían de tristezaporque buscaban felicidad en donde no se encontraba. No fue
hasta que entraron a la iglesia, y sus ángeles les enseñan el camino, que
encuentran verdadera felicidad.Se celebraban dos sacramentos en el templo, el
sacramento de la confesión (vemos que los demonios hacían todo paraque los
penitentes no hicieran una buena confesión) y la Misa con su punto culminante,
la Santa Eucaristía. Cuando estos tres personajes salen del templo, salen
llenos de gozo por haberse encontrado con Jesús y su amor y misericordia. ¿Por
qué no nos encontrarnos hoy con Jesús con su infinita misericordia y abramos
nuestros corazones y su hogar con gran amor y alegría recibámoslo en la Santa
Comunión. Vivamos lo que San Pablo nos dice: "Estad siempre
alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres".(Flp 4:4) Después
de este encuentro con Jesús, salgamos a compartirlo con el mundo entero.
Los discípulos en la calzada a Emaús
igual que Zaqueo comenzaron en un estado de tristeza. Pero este tristeza se
transformó en gozo con el encuentro providencial con Jesús. Jesús caminó con
ellos, les escuchó y habló con ellos.
Entonces se
sentó a la mesa y partió el pan con ellos. Fue entonces que se les abrieron los
ojos y le reconocieron en el partir del pan y llenos de gozo regresaron a
adónde estaban los apóstoles. "¿No estaba ardiendo nuestro corazón
dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las
Escrituras y al partir el pan?"
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