"Ventana abierta"
El Theremin
El Theremin: es un instrumento cuántico
y es tocado apenas con la energía de las manos.
Solamente tres países en el mundo tienen
escuelas de música que enseñan a tocar el Theremin: Rusia, Japón e Irlanda.
El Theremin es inventado por León
Theremin, ruso que en 1920 se lo presentó a Lenin y se quedó impresionado por
su sonido y mandó hacer 600 piezas y envió a León a todo el mundo para darlo a
conocer.
Es un instrumento que forma un campo
magnético se le llama el instrumento que se toca sin tocar, su sonido es como
la voz.
León Theremin tocando su gran invento
Wikipedia.or
Theremin: El instrumento “mágico” ruso
Lev Sergeyevich Thermen fue un inventor ruso nacido en 1896 en San
Petersburgo que podía haber pasado a la historia como el inventor del primer
aparato de televisión o el primer sistema de escucha mediante radiofrecuencias.
Pero su nombre estará ligado por siempre a uno de los instrumentos musicales
más raros de la historia: el theremin.
Cuando Lev Thermen inventó en 1920 un
instrumento que no necesitaba del contacto físico para tocarlo, seguro que no
sabía la repercusión que tendría. Pero la tuvo. El líder soviético Lenin lo
recibió en Moscú para comprobar cómo funcionaba el nuevo instrumento musical y
animó a Thermen a seguir investigando en el campo del electromagnetismo.
Lenin estuvo tan impresionado por el invento, que pidió construir 600
theremines y se quedó con uno con el que recibió clases de música. Por su
parte, Lev Thermen consiguió un salvoconducto para circular por toda la URSS y
hacer conciertos. Finalmente, viajó a los Estados Unidos a tocar. Allí se
cambió el nombre por el de León Theremin, logró una patente por su
invento en 1928 y empezó a construir sus instrumentos musicales.
Un theremin usa las ondas como las usaría una radio. Nosotros mismos podemos comprobar que, si acercamos nuestras manos a la antena de una radio doméstica, provocamos alteraciones en la señal.
Con esta misma idea Thermen diseñó un instrumento con dos antenas.
Una es recta y vertical y es la que controla el tono: cuanto más cerca esté la mano de la antena, más agudo será el sonido.
La segunda
antena sale del lateral contrario a la antena vertical y suele tener forma de
elipse abierta por un lado, y es la que controla el volumen: cuanto más cerca
esté la mano, más baja el volumen.
Por ejemplo, Robert Moog se interesó mucho por este instrumento. Su nombre no
es muy popular, pero sí lo es el intrumento musical que inventaría años más
tarde: el sintetizador. Moog se reunió con Theremin y vio las
posibilidades del instrumento y lo adaptó y transformó en los modernos
sintetizadores. Además de Moog, otras personas se fijaron en el theremin.
Por su peculiar sonido entre el violonchelo y la voz humana, se usó en muchas
películas de serie B de ciencia ficción como "Ultimátum a la Tierra"
(1951). Pero también grandes directores de cine usaron este instrumento en sus
películas. Por ejemplo, podemos escuchar el theremin. en "Recuerda"
(1945) de Alfred Hitchcock o en "La cosa" (1951) de Howard
Hawks.
Pero la persona que llevó el theremin a su máxima expresión fue la
lituana Clara Rockmore que dedicó toda su vida a componer y a
tocar el theremin en conciertos que la llevaron por todo el mundo.
Clara RockMore tocando el Theremin
Y volviendo otra vez al cine y la televisión, aunque mucha gente piensa que el
tema principal que se escucha en la serie Star Trek está realizado con un
theremin, en realidad es una soprano que imita el sonido de este instrumento.
Un theremin moderno de Moog
Hoy en día
el theremin se sigue usando y es relativamente popular. La
empresa de Robert Moog tiene la exclusividad de construcción de todos los
theremines del mundo. Además, aunque se sigue utilizando para dar un aire de misterio
en muchas películas: Existenz, El Maquinista, Ed Wood, Hellboy... También,
muchos artistas reconocidos lo usan o lo usaron en algún momento de su carrera:
Led Zeppelin, Portishead, Pink Floyd, Beach Boys, Rolling Stones... aunque
quizás el mayor representante actual del theremin sea el compositor francés
Jean Michel Jarre.
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