"Somos muchos los que vivimos sometidos a un ritmo duro de trabajo que nos va desgastando a lo largo de los meses. Por eso, al llegar esta época veraniega, todos buscamos de una manera u otra, un tiempo de descanso que nos ayude a liberarnos de la tensión, el agobio, el desgaste y la fatiga que hemos ido acumulando a lo largo de los días.
Pero, ¿qué es descansar?
Al retomo de las vacaciones, más de uno siente en su interior la sensación de haberlas perdido. Y es que también en vacaciones podemos caer en la tiranía de la agitación, el ruido, la superficialidad y la ansiedad del disfrute fácil y agotador. No todos saben descansar. Y quizás el hombre moderno necesita urgentemente iniciarse en el arte del verdadero descanso.
* Necesitamos, antes que nada, encontramos más profundamente con nosotros mismos y buscar el silencio, la calma y la serenidad que tantas veces nos faltan durante el año, para escuchar lo mejor que hay dentro de nosotros y a nuestro alrededor.
* Necesitamos recordar que una vida intensa no es una vida agitada. Queremos tenerlo todo, acapararlo y disfrutarlo todo. Y nos hacemos rodear de mil cosas superfluas e inútiles que ahogan nuestra libertad y espontaneidad.
* Necesitamos redescubrir la naturaleza, contemplar la vida que brota cerca de nosotros, detenernos ante las cosas pequeñas y las gentes sencillas y buenas. Experimentar que la felicidad tiene poco que ver con la riqueza, los éxitos y el placer fácil.
* Necesitamos recordar que el sentido último de la vida no se agota en el esfuerzo, el trabajo y la lucha. Por el contrario, se nos revela con más claridad en la fiesta, el gozo compartido, la amistad y la convivencia fraterna.
* Pero necesitamos, además, enraizar nuestra vida en ese Dios «amigo de la vida», fuente del verdadero y definitivo descanso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario