que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.
María, en la mañana?»
la tumba abandonada,
sudarios y mortaja.
mi amor y mi esperanza!
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.»
Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles
parte en tu victoria santa.
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