"Ventana abierta"
RECUPERAR LA CALMA
Web católico de Javier Olivares
Un día, un padre dio a su hijo una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, debería clavar un clavo en la cerca de atrás de la casa. El primer día el niño clavó 37 clavos en la cerca, el segundo clavó 22... Pero poco a poco fue calmándose, porque descubrió que era mucho más fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la cerca.
Finalmente, llegó el día en que el muchacho no perdió la calma para nada... y se lo dijo a su padre.
Entonces el padre le sugirió que, por cada día que controlara su carácter debería sacar un clavo de la cerca.
Cada pequeño saludo, cada pequeña sonrisa, cada mano que damos para ayudar salva a un corazón herido. Con este mensaje te quiero decir que tú eres especial.
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