"Ventana abierta"
ÁNGELUS
María, “Estrella de la mañana”
Corazones en red. SS.CC.
kamiano
Estrella de la Mañana. Antes de salir el sol, hay una estrella que, por ser más brillante que las otras, permanece aun durante el alba. Es la estrella de la mañana que anuncia el día. María nos anuncia la llegada del Señor, el Sol que viene.
Existe una canción mariana muy antigua (recuerdo que la cantábamos en el colegio), que da a María ese título de “estrella que anuncia el día”. Comenzaba así:
“Estrella
hermosa, que anuncia el día,eres ¡oh Madre,
Virgen María...Estrella hermosa, que anuncia el día,eres ¡oh Madre, Virgen María.
Más que el lucero, ya en tu alborada brillas,oh Madre, oh Madre Inmaculada.Inunde el seno del alma míatu luz purísima Virgen María.
Estrella hermosa, que anuncia el día,Estrella hermosa, que anuncia el día”.
Así como existe un lucero vespertino, que anuncia, el atardecer, la inminente llegada de la noche, así, también, existe esa estrella que resiste al sol del alba y lo anuncia.
Después de lo dicho, la aplicación de este título a María, es claro. María nos anuncia la llegada del Señor, el Sol que viene. Primero se le anuncia a ella que el “Sol naciente”, Dios hecho hombre, va a llegar. Ha pasado ya la larga noche del Antiguo Testamento. Y ella, como estrella matutina, nos lo anuncia a la humanidad, en la persona de su prima Isabel: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque ha mirado la humillación de su esclava… Ha hecho en mí maravillas”(Magníficat).
Al no tener conocimiento de la fecha en que nació Jesús, los cristianos escogieron un día para celebrar su onomástica (La Navidad); y escogieron el día en que se celebraba la fiesta (pagana) del nacimiento del sol (el Sol naciente), 24 de diciembre; ya que no existe ninguna evidencia que indique que Jesús hubiera nacido el 25 de diciembre. Más bien, la evidencia demuestra lo contrario. En Occidente no se estableció esta fecha de la Navidad, hasta aproximadamente mediados del siglo IV, y en Oriente, hasta más o menos un siglo después”.
Sabemos que Jesús no nació en la fecha que lo celebramos. Así se leía en el periódico del Vaticano, L’Osservatore Romano: “Históricamente, la verdadera fecha del nacimiento de Jesús permanece bajo un velo de incertidumbre que no han podido levantar ni la historia romana, ni el censo imperial de aquella época, ni la investigación de siglos posteriores.
Para mí, el título de “Estrella de la mañana”(o “estrella matutina”) es uno de los que más me gustan por el simbolismo que tiene. Esa estrella, esperando al sol, brillante en el firmamento, y que una vez que el sol sale, ella desaparece, me parece de una expresividad encantadora, aplicada a María. Ella nunca pretendió eclipsar a su Hijo (el verdadero Sol); antes bien, nos lo entrega y desaparece. ¿No extraña que sepamos, en el evangelio, tan pocas cosas de MARÍA?
Félix González
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