"Ventana abierta"
Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.
Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.
Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!
Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.
Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...
Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.
Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.
"Ventana abierta"
18 Caminando por la ribera del mar
de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés,
echando la red en el mar, pues eran pescadores,
19
y les dice: « Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres. »
20 Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron.
21 Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó.22 Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron. (Mt. 4,18-22)
Desde
el principio del Evangelio, está la mirada de Jesús llamando a su
seguimiento. Pero no sólo entonces, sino en todo el tiempo y a lo
largo de la historia, Jesús, “llamó a los que Él quiso para
que estuvieran con Él, y para enviarlos a predicar”. No
hay “mirada” que no sea, para compartir la vida de Jesús y para
llamarnos a predicar el Evangelio a todas las criaturas. En cuanto ha
prendido en nuestros corazones la mirada de Jesús, no podemos dejar de ser
testigos de este Fuego que nos trae su Persona y
su Palabra. Ser “pescadores de hombres”, se hace
en nosotros, Vida de nuestra vida, y tenemos
que hablar de lo que hemos visto y oído. Esto, es
ser “apóstol”, enviado para la misión.
Pero
a algunos, como estas dos parejas de hermanos, Jesús, se lo
pidió todo. No sólo la entrega total de sus personas, sino
abandonar el oficio de pescadores. Jesús les ofrecía otros “peces
gordos” a quienes tenían que entregar todo el mensaje divino de
la Salvación, para después evangelizarlos por el Amor de la
Palabra de Dios, en Jesús de Nazaret, la Palabra del Padre.
Ellos, habían sido seducidos por Jesús y estaban absortos y bebiendo
toda Palabra que salía de sus labios.
En
ningún momento, nos cuenta el Evangelio que, echaron la mirada atrás
con la nostalgia de sus redes y barcas, o el atractivo de su
familia, su padre y un negocio muy grato de lo que vivir todos los días.
No siempre fueron fieles a ese atractivo lleno de vida de
la Persona y Palabra de Jesús. Ellos, eran felices en
su compañía, y a pesar de sus debilidades y
negaciones posteriores, siempre volvían, y cada vez con más
fuerza y gracia, a ese Jesús que se había fijado en sus pequeñas personas.
Sabían por experiencia que, en Jesús, eran fuertes en sus flaquezas.
Cuando oyeron: “¡Venid a mí!”, eso, les hizo siempre fieles
y confiados en Jesús y esto, sin saber lo que comportaba el deseo del
Señor sobre ellos.
Porque
Dios, al que ama en su Hijo, le hace fiel imagen de su
vida. Y sabemos, lo que fue la vida de Jesús: búsqueda absoluta
de la voluntad del Padre sobre Él. Jesús, sí que sabía desde el
comienzo de su vida, cuál era la voluntad del Padre sobre Él: “dar
su vida en rescate por todos”, y esto, a través de una vida llena de
sacrificios y una muerte ignominiosa.
A veces, los apóstoles, contemplarían a Jesús y cómo podía haber mirado con añoranza la Gloria que poseía junto a su Padre. Y estaba, al contrario, en una vida miserable. Pero todo era porque su Amor al hombre era más fuerte que su Pasión y Muerte futura, por ello, de aquí nació la Vida, y ésta abundante, como la gracia que poseía por su Divina Naturaleza.
¡Jesús, haznos fieles imágenes de TI, y esto, aunque a veces nos repugne la cruz y lo que ella encierra! ¡Imprime en esa Cruz, todo el amor que Dios ha derramado en los que se olvidan de sí mismos, por amor a TI! ¡Tú sólo puedes hacer suave y dulce la vida contigo como lo desee el Padre! ¡Amén, así sea!
"Ventana abierta"
"Ventana abierta"
El Espíritu Santo es vida y derrama vida. A veces creemos que él sólo nos lleva a entrar en nuestro interior y a apartarnos del mundo. Pero es al revés, porque el Espíritu Santo llena todo el universo, y él espera que sepamos unirnos a todas las creaturas y a disfrutar del mundo.
En el universo hay mucha alegría, porque la alegría existe cuando uno es lo que debe ser, lo que Dios quiere que sea. Las estrellas, que ocupan su lugar en el cielo y brillan bellamente, cumplen la voluntad divina, y por eso en ellas hay alegría; una planta que crece cumple la voluntad de Dios, y en ella hay alegría; un pájaro que fabrica su nido sigue su instinto, y en él hay mucha alegría.
Todo el universo es como una canción de gozo. Pidamos al Espíritu Santo, que está en todas las cosas, que nos ayude a descubrirlo así, y encontremos nuestra propia alegría.
#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #EditorialClaretianaAmén.
"Ventana abierta"
REFLEXIÓN PARA LA FIESTA DE SAN ANDRÉS, APÓSTOL
Hoy la Iglesia hace un paréntesis en la liturgia de Adviento para celebrar la Fiesta de san Andrés, apóstol. Andrés, oriundo de Betsaida (Jn 1,44), discípulo de Juan y hermano de Simón-Pedro, fue uno de los cuatro apóstoles originales (junto a Pedro, Santiago y Juan). El relato evangélico que la liturgia dispone para esta Fiesta (Mt 4,18-22), nos narra la vocación de estos primeros discípulos, que eran pescadores en el mar de Galilea. En ocasiones anteriores hemos dicho que la palabra vocación viene del verbo latino vocare, que quiere decir llamar. Así, la vocación es un llamado, en este caso de parte de Jesús.
Y los llamados de Jesús siempre son directos, sin rodeos, al grano. “Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres”. Una mirada penetrante y una palabra o una frase; imposible de resistir. Siempre que leo la vocación de cada uno de los apóstoles trato de imaginar los ojos, la mirada de Jesús, y la firmeza de su voz. Y se me eriza la piel. Por eso la respuesta de los discípulos es inmediata y se traduce en acción, no en palabras.
Nos dice la lectura que Andrés y Simón, “inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron”. En cuanto a los hijos de Zebedeo nos dice la lectura que “inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron”. Cabe señalar que en el relato evangélico de Juan, Andrés vio y siguió a Jesús primero, y es él quien va su hermano Simón Pedro y le dice: “Hemos encontrado al Mesías” (Jn 1,41). Tan impactante fue la experiencia de aquél primer encuentro con Jesús, que Juan recuerda la hora en que eso sucedió: “Eran como las cuatro de la tarde” (Jn 1,39). En cuanto a estos últimos, vemos no solo la inmediatez del seguimiento, sino también la radicalidad del mismo. Dejaron, no solo la barca, sino a su padre también. “Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo” (Lc 14,26; Mt 10,37). Dejarlo todo con tal de seguir a Jesús.
Mateo utiliza el lenguaje de la pesca en el escenario del mar de Galilea, y la frase “pescadores de hombres” con miras al objetivo de su relato evangélico, dirigido a los judíos que se habían convertido al cristianismo, con el propósito de demostrar que Jesús es el mesías prometido en quien se cumplen todas las profecías del Antiguo Testamento. Así, alude a la profecía de Ezequiel, en la que se utiliza la metáfora del mar, la pesca abundante y la variedad de peces (Ez 47,8-10) para significar la misión profética a la que Jesús llama a sus discípulos, dirigida a convertir a todos, judíos y paganos.
Hoy Jesús nos llama a ser “pescadores de hombres”. Y la respuesta que Él espera de nosotros no es una palabra, ni una explicación o excusa (Cfr. Lc 9,59-61); es una acción, como la del mismo Mateo, quien cuando Jesús le dijo: “Sígueme”, “dejándolo todo, se levantó y lo siguió” (Lc 5,27; Mt 9,9; Mc 2,14).
"Ventana abierta"
HOY EL RETO DEL AMOR ES ESPERAR CON CONFIANZA
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
LA ESPERANZA NO DEFRAUDA
Por más que llamaba a Jubi, nuestra beagle no respondía. Como a esas horas de la mañana suele estar todavía metida en su caseta, me encaminé hacia allí.
La caseta de Jubi está dentro del convento, una especie de pasillo ancho que tiene una puerta que da a la huerta. Me agaché y empecé a llamar a nuestra beagle por la gatera. Generalmente, en cuanto me oye, sale por ahí… pero esta vez no respondió.
Preocupada, abrí la puerta. Jubi estaba al fondo del callejón, sentada junto a su caseta.
-¿Jubi? ¿Qué te pasa? ¿Por qué no vienes?
Ninguna respuesta. No ladró, no se movió. Ni siguiera sacudió el rabito. Parecía una estatua de sal. Y eso no es nada normal. O estaba muy enferma… o la había liado muy parda.
Me acerqué a toda prisa y, entonces, descubrí el misterio. Estos días de frío, tapando la puerta de la caseta a modo de cortina, tengo puesta una manta. Jugando, Jubi la había mordido, había hecho un agujero… ¡¡y había metido la cabeza dentro!! ¡Estaba atrapada por el cuello!
Sin embargo, estaba tranquila: ¡¡sabía perfectamente que yo iría a buscarla!! Solo tenía que esperar.
Al instante me vino esa Palabra: “Vuestra salvación está en tener calma, vuestra fuerza está en confiar y estar tranquilos” (cf. Is 30, 15).
Lo que salvó a Jubi de no ahogarse fue el estarse quieta o, mejor dicho, su confianza en que sería salvada. Nuestra beagle se sabe no solo querida, sino también buscada. ¡¡Y así es como podemos sentirnos también nosotros!!
Es fácil meter la pata, experimentar que somos “una oveja perdida”… pero se nos olvida que, en esa parábola, lo importante no es que la oveja se pierde, ¡¡sino que el Señor la busca!! No es una oveja perdida… ¡es una oveja buscada! Y, si sabe esperar, nada malo le sucederá.
Cristo no nos abandona, siempre tiene un plan. Lo único que tenemos que hacer es saber esperar, dejarle actuar. Tal vez en la espera nos asalta la duda: “¿Y si no sucede nada?”. Pero… ¿y si sí? ¡El Señor cuida de ti, el milagro llegará!
Hoy el reto del amor es esperar con confianza. Te invito a que, en tu oración de la mañana, pongas en manos de Cristo esa situación que notas que te está ahogando. El Señor te abrirá camino, ¡confía y no te enredes! Él pronto llegará, ¡es cuestión de esperar! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
https://www.instagram.com/vive de cristo dominicas lerma/
http://dominicaslerma.es/
¡Feliz día!
"Ventana abierta"
LUZ EN LA OSCURIDAD
"Ventana abierta"
Aún me recuerdo, y creo que nunca lo olvidaré, cuando era yo un crío e iba a la escuela. En el invierno solíamos llevar una lata con unas brasas cubiertas con la ceniza para calentarnos. Así era la estufa de entonces.
Hacia las 11,30 h. salíamos a recreo y nos acercábamos a casa por un poco de pan. Al llegar a casa solía decir a mi madre, que siempre estaba muy afanosa: “Tengo un hambre…” y mi madre sonriendo me respondía: “Bueno, si es una solo…” Pero yo no me desanimaba porque sabía que al final algo para llevar a la boca, caía.
En seguida volvía camino de la escuela con el trocito de pan que me costaba empezar a comer, pensaba yo que “así me duraría más”. Solamente el olorcillo ya me daba ciertos ánimos.
Entonces no sólo pensé, ni me pasó por la mente pero hoy, estoy convencido de que los problemas, dificultades, crisis… en fin, toda dificultad hay que superar para luego seguir adelante. Siempre caminando porque en el fondo todos los acontecimientos de la vida son un aprendizaje.
¡Cuántas cosas aprendí, a parte de las lecciones, en la escuela! De aquí que debemos tener nuestra mirada puesta en el futuro. Hoy soy perfectamente consciente de que yo confiaba totalmente y quería a mi madre. ¿Por qué digo esto? Porque el amor da sentido a nuestra vida y nos ayuda a superar todos los problemas.
El amor es ese misterio que nos arrastra, que nos dice tantas cosas desde el silencio.
Hoy ya tengo recorrido bastante camino y he leído algunos libros. Y ya que viene al tema, entre ellos el de Erich Fromm “El arte de amar”. Mi madre estoy seguro que no lo leyó pero, qué arte tenía amando. Cuantas lecciones dio a sus hijos e hijas.
Cuando voy al pueblo y recorro el camino hacia la escuela (porque el edificio sigue y se usa para otras actividades culturales) me vienen a la mente aquellos momentos vividos ya tan lejanos. Y me doy cuenta de que en la vida nada nos debe ser indiferente, todo tiene su sentido. Lo importante es vivenciar el momento de cada instante. Y es que el amor es dinámico, no caduca con el paso de los años.
Por eso hoy sigo recordando aquellos años que iba a la escuela de mi pueblo y, sobre todo, aquellos encuentros, diálogos y vivencias con mi querida madre y mis compañeros y compañeras de la escuela.
"Ventana abierta"
EL VERBO ENCARNADO 2
La Oración Católica oficial rezada durante toda la mañana, el SANTO ROSARIO de Hoy ❤
Por la Paz del mundo
Al paso del Santísimo, toda rodilla se dobla
Cuando cantas yo canto con tu libertad
Cuando lloras también lloro tu pena
Cuando tiemblas yo rezo por tu libertad
En la dicha o el llanto yo te amo
Recordar días sin luz de tu miseria
Mi canción olvidó por un tiempo quién eras.
Cuando cantas yo canto con tu libertad
Cuando tú estás ausente yo espero
Es tu religión o quizás realidad
Una idea que a todos nos cambia
Creo yo que eres tú la única verdad
La nobleza de nuestra humanidad
Por tenerte se debe luchar
Esperarte sin desfallecer.
Que No Se Acabe el Mundo
Mocedades Original
Basta ya de miedo, basta ya
Basta de silencio, ¿Dónde están?
La palabra, el amor sincero
Algo está muriendo, óyeme
Algo está pasando, escúchame
El corazón, despierta ya
Que no se acabe el mundo, que aún quedamos gente, para darle vida
Bendita sea la tierra
Yo no tengo ganas, de una despedida
Abrázame para que todos sepan, sin decirles nada
Que queda mucho amor
Que queda mucha fe
Que el mundo no se acaba
(Na-na-la-na-na-na-na-na)
(Na-ra-na-na-na-na-na)
(Na-la-la-la-la-la)
(La-ra-na)
Nunca más mentiras, nunca más
Solo hay una vida, cuídala
La esperanza, la naturaleza
Que no se acabe el mundo, que aún quedamos gente, para darle vida
(Para darle vida)
Bendita sea la tierra
Yo no tengo ganas, de una despedida
(No quiero decir adiós)
Abrázame para que todos sepan sin decirles nada
Que queda mucho amor
Que queda mucha fe
Que el mundo no se acaba
Que no se acabe el mundo, que aún quedamos gente, para darle vida
Bendita sea la tierra
Yo no tengo ganas, de una despedida
Abrázame para que todos sepan sin decirles nada
"Ventana abierta"
CON EL TIEMPO APRENDÍ…
"Ventana abierta"
Por un momento pidamos al Espíritu Santo que nos impulse a la alabanza, y oremos con estos preciosos Salmos:
“Mi corazón está a punto, Dios mío. Voy a cantar y a tocar... Te alabaré entre los pueblos Señor, te cantaré entre la gente, porque tu amor es grande hasta los cielos” (Salmo 108,2.4-5).
“Te ensalzaré Dios mío, mi rey, bendeciré tu nombre por siempre jamás. Todos los días te bendeciré, y alabaré tu nombre por siempre. Grande es el Señor y muy digno de alabanza, su grandeza no tiene medida" (Salmo 145,1-3).
“Cantaré al Señor toda mi vida. Mientras yo exista celebraré a mi Dios. Que mi canto le sea agradable. ¡Y yo me alegraré en el Señor!” (Salmo 104,33-34).
“Bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios” (Salmo 103,2)."
#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #EditorialClaretianaAmén.
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REFLEXIÓN PARA EL MARTES DE LA PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO
La primera lectura de hoy (Is 11,1-10) nos
anuncia que “brotará un renuevo del tronco de Jesé”.
El profeta Isaías continúa dominando la
liturgia durante este tiempo que nos prepara para la Navidad. La primera
lectura de hoy (Is 11,1-10) nos anuncia que “brotará un renuevo del tronco de
Jesé” (es decir, del linaje de David). Para el pueblo de Israel esta imagen del
tronco seco (a diferencia del árbol floreciente), representa la desgracia. Pero
Isaías nos brinda un mensaje de esperanza: “de su raíz florecerá un vástago”.
Un retoño que sale de un árbol seco, esperanza de nueva vida; un vástago
floreciente, símbolo de felicidad.
Isaías describe al Mesías como una persona
fascinante, alguien que despierta interés, expectativa (Adviento). Lo primero
que dice es que “Sobre él se posará el espíritu del Señor”. Jesús echará mano
de esa profecía y se la aplicará a sí mismo al pronunciar su “discurso
programático” en la sinagoga de Cafarnaúm: “El Espíritu del Señor está sobre
mí” (Lc 4,18).
Ese Mesías esperado será más grande que David,
y mostrará preferencia por los pobres, los sencillos los humildes: “juzgará a
los pobres con justicia, con rectitud a los desamparados” (Cfr. Bienaventuranzas). Será el faro hacia el cual
alzarán la vista todos los pueblos, según leíamos en la lectura de ayer, y que
hoy Isaías nos plantea de otro modo: “Aquel día, la raíz de Jesé se erguirá
como enseña de los pueblos: la buscarán los gentiles, y será gloriosa su morada”.
Así se dará cumplimiento también a la promesa de Yahvé a Abraham: “por ti se
bendecirán todos los pueblos de la tierra” (Gn 12,3).
El profeta nos describe esos tiempos mesiánicos
como tiempos de paz, justicia, armonía: “Habitará el lobo con el cordero, la
pantera se tumbará con el cabrito, el novillo y el león pacerán juntos: un
muchacho pequeño los pastorea. La vaca pastará con el oso, sus crías se
tumbarán juntas; el león comerá paja con el buey. El niño jugará en la hura del
áspid, la criatura meterá la mano en el escondrijo de la serpiente”. Tiempos de
paz y alegría desbordante.
Esa alegría la vemos reflejada en la lectura
evangélica de hoy (Lc 10,21-24), que nos describe a Jesús como “lleno de la
alegría del Espíritu Santo”, cuando exclamó: “Te doy gracias, Padre, Señor del
cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los
entendidos, y las has revelado a la gente sencilla”. De nuevo la opción
preferencial de Jesús por la gente sencilla, como los pastores a quienes se les
reveló antes que a nadie el nacimiento del Mesías. Jesús nos está enseñando que
para llegar a Él, para entrar en el Reino, tenemos que hacernos sencillos, como
niños (Mt 18,3-4), reconocer nuestras debilidades, nuestra incapacidad de
llegar a Él por nuestros propios méritos. Como decía santa Teresa de Ávila:
“Teresa sola es una pobre mujer; Teresa con Dios, una potencia”.
Señor, durante este tiempo de Adviento, concédeme la sencillez de un niño, para poder recibirte en mi corazón con la misma humildad y alegría que te recibieron los pastores.