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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

sábado, 3 de septiembre de 2022

RINCÓN PARA ORAR. CARGA CON TU CRUZ, PARA SER MI DISCÍPULO. Sábado, 3 - Septiembre - 2022

   "Ventana abierta"

RINCÓN PARA ORAR


SOR MATILDE

CARGA CON TU CRUZ, PARA SER MI DISCÍPULO


25 Caminaba con él mucha gente, y volviéndose les dijo:

26 « Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío.

27 El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío.

28 « Porque ¿quién de vosotros, que quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, y ver si tiene para acabarla?

29 No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo:

30 "Este comenzó a edificar y no pudo terminar."

31 O ¿qué rey, que sale a enfrentarse contra otro rey, no se sienta antes y delibera si con 10.000 puede salir al paso del que viene contra él con 20.000?

32 Y si no, cuando está todavía lejos, envía una embajada para pedir condiciones de paz.

33 Pues, de igual manera, cualquiera de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío. (Lc. 14, 25-33)

Todos tenemos una cruz; Y cruz, significa desagrado, algo pesado que, tengo que llevar sobre mis hombros, quiera o no quiera. Descubrir cuál es la mía, ya es inteligencia, porque es algo que no he de culpar a nadie, que me la cargó. Es mía y muy mía y por esto, he de acogerla con cariño, ¡haciendo de la necesidad virtud!Pero descubrir el tesoro que encierra en sí la cruz, esto, ¡es sabiduría y ya suena a cristianismo verdadero!

El que Jesús nos haya insistido tanto: “Carga con tu cruz y sígueme”, contiene en sí la forma en que el Padre ha querido salvarnos, por medio de ella. Él, no halló otro modo de mostrarnos su amor sino entregando a su Hijo Amado, precisamente a la cruz. A Jesús, le repugnaba la cruz, igual que a nosotros y quería que pasara de Él, sí era posible. Porque esta, supone dolor y afrenta. Pero por encima de sus desagrados, estaba la voluntad del Padre que Él, amaba más que a sí mismo; Y también, el adorar el inescrutable y misterioso designio que el Padre inventó para salvarnos, de “esta vida inútil, y a veces no buena, heredada de nuestros padres”, es decir, de la carne y no del Espíritu Santo de Dios.

“Jesús, es acompañado de mucha gente” y vuelto a ellos, les habló un lenguaje muy fuerte para sus oídos, acostumbrados a dulces parábolas que les manifestaban la misericordia de Dios y sus desvelos para buscar a los pecadores. Igual que en el “discurso del Pan de vida” que, les decía: “Tenéis que comer la carne del Hijo del Hombre”, en esta ocasión, es muy probable que muchos, como entonces, se echaran atrás y ya no le siguieron más: “Si alguno viene a mí, ha de poner detrás a toda su familia y hasta a sí mismo”. ¡Esto, es escandaloso! ¿Cómo negarme a escuchar las voces y los requerimientos de los míos, los más íntimos, y hasta de lo que yo creo que me va bien? Pues todo esto, está detrás de Cristo y yo delante con Cristo y con su cruz, para lo que quiere de mí. Es decir, agradarle a Él en todo y hacer su voluntad, aunque contradiga mis planes y los de los míos.

Es que Jesús es Dios y no criatura, como todos nosotros. Él, nos puede pedir todo, pues nos lo ha dado Todo: primero el ser que, nunca merecemos. Y con su venida a nosotros, nos ha hecho capaces de ser hijos de Dios y resucitar a la vida eterna para estar siempre con Cristo. ¿Qué tenía Dios que no nos dio?: ¡Sí, sólo su Gloria que, se la ha reservado y Ella, es garantía de los Dones definitivos que nos esperan!

Y descendiendo a nosotros y echando una ojeada a nuestra vida, vemos, cuántas luchas inútiles por apartar de nosotros la cruz, cuando la aceptación serena, aunque duela, nos une más estrechamente con Cristo y su sabiduría impregna toda nuestra vida de Amor. ¡Estaríamos ya, viviendo en su Corazón y desde su Corazón y él, “Ya no soy yo, sino que es Cristo quien vive en mí”, sería una realidad profunda y gozosa donde no caben ni expectativas ni añoranzas, sino una esperanza cumplida en él, “Ya, pero todavía no”, pero pronto “Sí” …

¡Qué así nos ilumine el Espíritu, para ser de verdad un discípulo bueno y fiel del Señor! ¡Qué así sea! ¡Amén!

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