"Ventana abierta"
RINCÓN PARA ORAR
SOR MATILDE
GRACIAS PADRE, PORQUE TE HAS ENTREGADO A LOS PEQUEÑOS
25 En aquel tiempo, tomando Jesús la
palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque
has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a
pequeños.
26 Sí, Padre, pues tal ha sido tu
beneplácito.
27 Todo me ha sido entregado por mi Padre, y
nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino
el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. (Mt. 11,
25-27)
Dios es Dios de cielo y tierra, “porque Él lo dijo y
existió”. Nada ni nadie puede ponerse a su altura en poder y sabiduría, pues
“Él lo es todo” …
Así, cuándo el hombre con su imagen y semejanza de Dios,
intenta superar su medida escudriñando toda la naturaleza y las cosas, sin
tomar la estatura de un niño, se vuelve “sabio y entendido” ante los hombres,
pero necio ante Dios. Porque, “lo débil de Dios, es más fuerte que los hombres.
Y lo necio de Dios, es más sabio que los hombres” …
Sólo, ha habido un Hombre que, se ha hecho un pequeño
Niño ante Dios, el Hombre Jesús, que, saliendo del Padre como Hijo, sabe bien
dónde está la sabiduría de los pequeños. Ellos, son los que arrebatan el cielo
con sus “balbuceos”. Y éstos, son: la absoluta confianza en Otro y no en sí
mismo; El abandono total en sus manos providentes que, cuida mejor de mí y de
mis cosas que, yo mismo. Es estar “ciego” para “el yo” y con los ojos
desorbitados en un Tú que, siempre salva y libera, porque es también amor y
ternura.
Pero todas estas cosas, no entran en la mente de “el
sabelotodo”, o del que quiere saberlo todo, y se escapa de la fuerza de
atracción de la órbita de Dios... Éste, es un necio y estúpido que vive siempre
de lo inmediato y subjetivo y también del aplauso de este mundo que, se ha
hecho idolatra de sí mismo...
No así, la Virgen María que, es la Niña de Dios, a la
que se le reveló, por su humildad y sencillez, todo el misterio de la Trinidad
que, estaba escondido a “los sabios y entendidos” ... Ella, transparente a la
acción de Dios, primero en su mente y después en su corazón, supo llegar a
gustar de la Sabiduría divina que, es el Verbo de Dios, el Hijo del Padre
Eterno e inconmensurable: se engendró en sus entrañas por “el Sí”, “el Fiat” de
la palabra de una Niña, toda apertura a la Luz inaccesible, porque “Dios habita
en una luz impenetrable”, más allá de todo lo que sepa a criatura...
Jesús, viendo en su Corazón todos estos misterios
maravillosos que, abraza con todo su ser Humano-Divino, prorrumpe en una acción
de gracias ininterrumpida. Porque Dios-Padre, se hizo “opaco” a los sabios y
entendidos y se ha revelado, hecho Luz, a la gente sencilla, a los humildes,
los pobres de sí mismos, en definitiva, a los que tienen el alma de niño... Y
este orar y contemplar, está hablando, en un lugar único de su Madre, la Virgen
María... ¡Qué bien se entenderían en el espíritu, el “Puro” y la “Inmaculada”:
Él, saliendo de Ella y Ella, siendo creada por Él, ¡desde toda la eternidad!...
¡Señor Jesús, trasvasa a nuestro corazón tu acción de
gracias al Padre, para que, siendo un poco más niños, entendamos con tu
Espíritu Santo estas maravillas!...
¡Qué María, también Madre nuestra, esté presente en
nuestra oración, pues Ella, fue siempre acción de gracias a Dios, ¡al proclamar
sus prodigios inéditos!... ¡Qué así se haga, Señor!...
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