Ese Hijo ha regresado a la Casa del Padre, habiendo hecho nuevas todas las cosas, habiéndonos reconciliado a todos con Él.
En el momento en que todas las personas presentes en cada Iglesia toman el Cuerpo de Cristo, cuantos seguís este blog, y aquellos que pasen por éste, y lo deseen, hagamos también nuestra Comunión Espiritual con el Señor, y lo hacemos recordando lo que hacía San Juan María Viannei, el santo cura de Ars.
"Padre, me pongo en tus manos,
haz de mí lo que quieras, sea lo que sea
te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal que tu voluntad se cumpla en mí
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre.
Te confío mi alma,
te la doy con todo el amor de que soy capaz,
porque te amo y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
porque Tú eres mi Padre".
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