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Pues, para algunos el consuelo es cuando todo va bien en la vida, cuando uno tiene todo lo que desea, buena salud y pocos problemas.
Otros dirían que el consuelo consiste en la habilidad de deshacerse de lo malo, tener una voluntad fuerte, tomar lo amargo con lo dulce.
Todavía otros dicen que el consuelo es el poder escapar de las realidades de la vida, sea por vacaciones, píldoras o bebidas.
Tómese, por ejemplo, una persona internada en el hospital, sufriendo los dolores del cáncer. Si preguntaras a esa persona, "¿Cuál es tu consuelo?" él o ella te contestaría quizas que sus amigos le han colmado de visitas y regalos, o que tiene los mejores médicos de la ciudad.
¿Qué dirías para consolar a esa persona?
¿Dirías: "Las cosas podrían ser peores. Ten valor, mejores dias vendrán"?
¿Qué palabra de consuelo hablarías allí?
Unos dirían que el consuelo es considerar lo bueno que hizo la persona difunta en la vida.
Y todavía otros, abrumados de tristeza, admitirían francamente que no se puede hallar consuelo en esta vida, que no hay lugar alguno en este mundo sin lágrimas.
¿Qué consuelo podrías dar a los que así hablan?
Su consuelo se basa en la Biblia, la Palabra de Dios.
En efecto, se pueda decir que la Biblia es la palabra de consuelo de Dios a su pueblo.
Se manda al profeta Isaías a proclamar la palabra de Dios en Isaías 40:1-2, "Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios.
Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo de servicio duro es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que ha recibido de la mano de Dios el doble por todos sus pecados."
En estos versículos la palabra de consuelo es que la iniquidad de Jerusalén es perdonada, que ya ha cumplido su milicia, porque ha recibido de Dios el perdón de sus pecados.
Isaías expresa la misma palabra calmante en 52:9,
"Prorrumpid a una en gritos de júbilo, y cantad, soledades de Jerusalén; porque Yavé ha consolado a su pueblo, ha rescatado a Jerusalén."
Allí, otra vez, la Escritura identifica el consuelo con la redención, es decir, con el perdón de pecados por la gracia de Dios.
El apóstol Pablo nos da el mismo mensaje de consuelo en II Corintios 1:3-4,
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier tribulación con que nosotros mismos somos consolados por Dios."
Aquí Dios se identifica como el "Dios de toda consolación," es decir, toda consolación procede de Dios y se halla únicamente al estar en comunión con Él.
Dios es quien nos puede consolar en todas nuestras tribulaciones.
Y el propósito por lo cual Dios nos consuela es para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier tribulación.
1 comentario:
Ante las distintas situaciones que vivimos en la vida, muchas son en las que necesitamos del consuelo. En numerosas ocasiones, cuando tengo dudas ante determinadas circunstancias, en la Biblia encuentro el consuelo que necesito. En ella, y en la oración. Dios, siempre nos da lo que necesitamos, y saber que, aunque lo que hagamos nos cuesta, el mejor consuelo es que queremos hacer la voluntad de Dios.
¡Excelente reflexión!
Un abrazo.
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