"Ventana abierta"
ENCUENTRO
Yo - Tú - Nosotros
P. Horacio Solís Iglesias. S.S.P.
Aquí estoy
He pensado en ti y en aquellos momentos que te apetece compartir. Aquí me tienes.
PROFUNDIDAD
Buenos días amig@
Nuestra vida es un continuo aprendizaje de esperanza. Necesitamos saber esperar creyendo que el futuro será mejor que el presente. Es una esperanza, no tanto personal, sino hacia los otros y con los otros, que nos lleva, a un cambio más auténtico y profundo.. Debemos ser personas con una profundidad tal, que seamos interrogante y testimonio. Interrogante para las personas pobres en esta mirada. Testimonio para aquellos que no salen de la esfera sensacionalista.
Ser persona con mirada profunda es vivir comprometidos. Una persona comprometida es un ser esperanzado a pesar de los vaivenes de la vida. Si la vida es un continuo aprendizaje, mirar en dirección de la profundidad es una asignatura siempre pendiente. Cuanto más se ahonda, más deseo de superación y felicidad se encuentra.
El aprendizaje o camino a recorrer en dirección comunitaria es el paso del yo al tú que luego alcanzará al TÚ. Este proceso no solo está en la mirada de la persona, sino que radica en lo profundo de la misma persona humana.
En el A.T. el salmista nos deja bien claro esta inclinación o añoranza del hombre a su Creador: "Oh, Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti..." (cfr Sal 62,2).
San Agustín escribe: "Nos hiciste para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti" (cfr Conf. Lib. I. Cap. 1).
En el N.T. vemos la mirada profunda y liberadora de Jesús. Efectivamente, Jesús de Nazaret elige siempre según la verdad, la que nos hace libres (cfr Jn 8,32). Porque esta visión de la profundidad implica libertad. ¡Cuántas incoherencias en nuestra vida! Hay que reconocer nuestra limitación y pobreza. Pasar de lo superficial a la profundidad. Pasar del tú al Otro. En último término, a la Vida.
Un feliz día para todos.
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