"Ventana abierta"
Rincón para orar
Sor Matilde
CURACIÓN DEL HOMBRE CON LA MANO PARALIZADA
1 Entró de nuevo en la sinagoga, y había
allí un hombre que tenía la mano paralizada.
2 Estaban al acecho a ver
si le curaba en sábado para poder acusarle.
3 Dice al hombre que tenía
la mano seca: « Levántate ahí en medio. »
4 Y les dice: « ¿Es lícito
en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla? »
Pero ellos callaban.
5 Entonces, mirándoles con
ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: « Extiende la mano. » Él la extendió y quedó restablecida su mano.
6 En cuanto salieron los
fariseos, se confabularon con los herodianos contra él para ver cómo eliminarle (Mc.
3,1-6)
Jesús entró otro sábado en la sinagoga, como era
costumbre entre los judíos. Allí escuchaban la Palabra de Dios y oraban. Pero
no se entendía que el sábado se hiciera otra cosa, a no ser el “descanso
sabático”. Los fariseos aquí habían inoculado “prescripciones humanas”, bien
dañino a la Ley, por el espíritu que les animaba.
Jesús ya les había advertido a propósito del arrancar
espigas de los discípulos el sábado y comérselas que, “el sábado es para el
hombre y no el hombre para el sábado”. Jesús, con esto, restauraba la dignidad
del hombre que está por encima de cualquier mandato, aunque sea de la Ley de
Moisés.
Así, al entrar Jesús en la sinagoga vio a un hombre que
tenía la mano paralizada… Los fariseos le espiaban para ver si curaba en sábado
y tener motivos para acusarlo como “violador del sábado”.
Jesús, contempló al hombre y se llenó de compasión hacia
su parálisis, pero no le curó inmediatamente sino que antes quiso poner en
evidencia a los fariseos acusadores: “¿Está permitido el sábado hacer el bien o
el mal?… ¿Salvar la vida a un hombre o dejarlo morir?”… Ellos callaban…
Entonces, Jesús mandó al hombre extender la mano e inmediatamente se
restableció… Jesús se sintió muy apenado por el duro corazón de los fariseos y
lo manifestó, en su mirada de ira, cuando les preguntaba…
¡Qué dolor para el Corazón de Cristo al verse rechazado
y juzgado por los devotos de su pueblo!… ¡Si para esto se había hecho hombre,
precisamente para que se convirtieran a Él y anduvieran en la voluntad de
Dios!... Pero un corazón endurecido es más difícil de convertir al Señor que el
corazón de un pagano. El primero está lleno de prejuicios y el segundo de
pecados… Jesús puede tocar al pecador y la gracia no lo rechaza; pero tocar la
dureza y la hipocresía ni Dios puede ablandarlas, a no ser por un acto de
misericordia que procede totalmente del cielo y no es de la tierra…
¡Y Dios no quiere violentar la libertad del hombre, es
sagrada, es donde reside su imagen y semejanza!… Así, les abandonó en su
empecinamiento, pero no sin mucha tristeza por parte de Jesús…
¡Señor, que no nos aferremos a mandatos y preceptos,
cuando está de por medio la compasión y la misericordia!...
Nada, sino el Amor, está por encima del hombre, que es
un hijo de Dios y creado también por Amor…
¡Miremos dónde está el bien y la verdad, pues allí
siempre estará el Amor!…
¡En la sinagoga, a Jesús enseguida le saltó a la vista
el mal de este pobre hombre y quiso curarle, restablecer su mano al movimiento,
para que con ella pudiera hacer el bien!…
¡Dejémonos tocar por Jesús para ser sanos de cuerpo y de
espíritu! ¡Él lo puede todo!...
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