"Ventana abierta"
Extraído
de Yoamoloszapatos
10 cosas
que tu hija no debe escuchar jamás de tu parte
La manera en que actúes con tu hija será la
pauta que ella tendrá para afrontar la vida. Para que ella pueda sobresalir tu
apoyo es muy importante. Toma nota sobre lo que tu hija no debe escuchar de tu
parte, para no dañar su autoestima. Al contrario, debes darle las herramientas
necesarias para que salga adelante.
“La belleza exterior es lo más importante”
Déjale claro a tu hija que cada ser es diferente y su
belleza es única. Enséñala a amarse y a respetar a los demás. También es
importante que le dejes claro que la belleza exterior se acaba, por lo que debe enfocarse más en su belleza
interna. Esa la acompañará siempre.
“Busca un hombre con dinero”
Tu hija tiene que
esmerarse y estudiar lo que desee para sentirse realizada profesionalmente.
Jamás debes decirle a tu hija que necesita un hombre rico en su vida para salir
adelante. Ella es capaz de lograr lo que se proponga y
obtener las cosas por sus propios méritos.
“Debes ser como (…) para sobresalir”
Cada uno de nosotros
es único, así que no debemos tratar de imitar a nadie para conseguir lo que
queremos. La autenticidad es la clave para
muchas oportunidades en la vida.
“Si no te casas, no vales ante la sociedad”
El matrimonio ya no es una de las cuestiones más
importantes en la vida. Si tu hija no quiere casarse su decisión es válida
y respetable.
“No seas tan tímida”
No puedes obligar a
tu hija a ser como otras chicas. Cada
una tiene su encanto personal, así que respeta si es tímida o
extrovertida.
“Debes servirle a tu marido”
Ninguna mujer bajo
ninguna circunstancia debe casarse para servir a su pareja. Son un equipo que debe trabajar en conjunto.
Casarse no debe ser visto como convertirte en la esclava de alguien.
“No estoy orgullosa de ti”
Si le dices a tu hija
que no estás orgullosa de ella, dejarás una gran herida en su ser. Recuerda que
el lazo entre madre e hija es especial, así que no lo destruyas con palabras como
estas:
“Las buenas niñas no hacen…”
Si tu hija prefiere tener muchos amigos y amigas, le
gusta la fiesta y además es estudiosa y buena hija, no tienes derecho a criticarla. No existen niñas buenas
o malas siempre y cuando no las critique el ojo social.
“Tu carrera no te va a dejar nada”
Cada quién es libre
de estudiar lo que desee, así que no
debes imponerle nada a tu hija. ¿Para qué quieres que estudie algo
que no la hará feliz?
“Nunca haces nada por mí”
Tu hija no tiene la obligación de hacer algo por ti, ni siquiera porque eres su madre. Así
que jamás la recrimines por eso. Cuando ella lo haga es porque le nace y no
porque tiene la obligación.
Quiero que mi hija sea valiente y no solo una princesita
Desde el momento en que todos se enteraron,
incluyéndome, que tendría una niña hubo felicidad en todas partes. Era la llegada de la
primera nieta y qué mejor que fuera una mujercita, pues decían, sería una
versión en miniatura de mí. En efecto, cuando supe de la llegada de mi hija, me
sentí feliz. Era una felicidad que no podía explicar con ninguna palabra.
Simplemente la sentía en cada partícula de mi ser. La cuestión es que cuando me
dijeron que sería una miniversión de mí, yo no quise que así fuera. No deseaba
que fuera una princesita, tal como habían hecho conmigo hasta cierto punto de
mi vida. Yo quería para ella algo mejor y sabía que para lograrlo, tenía que
ser yo quien se encargara de eso.
Ya te tenía en mis brazos
Una vez que mi
pequeña llegó a mis brazos, supe que comenzaba el verdadero reto. Se dice muy
fácil ser madre, pero la realidad es otra. No voy a negar que es algo muy
gratificante, pero tiene también un lado oscuro del que pocas mujeres se
atreven a hablar. Tener un bebé en brazos no significa sólo llenarlo de besos o
comprarle ropa bonita. Tampoco se trata sólo de elegir outfits que
combinen para ella y para ti. No, es
una gran responsabilidad sobre lo que quieres o no enseñarle. Creo que el
sueño de todas nosotras como madres es ver que nuestras hijas están plenas,
felices y que no tienen miedo a vivir.
El hecho de que seas
mujer no significa que seas débil. Deja de lado las ideas que tiene la
sociedad, de que las mujeres solo lloramos o que siempre tenemos que vernos
lindas para los demás. ¡No, esa idea es errónea! Sí, es un hecho que debes
procurar tu imagen, pues de esa manera demuestras cuánto amor te tienes.
Maquíllate si así lo deseas, también se vale que no lo hagas algunas veces. Así
mantienes tu piel en buen estado. Se vale que uses vestido, pero igual puedes
usar pantalones si te hacen sentir cómoda. Ojo, eso no quiere decir que debas
convertirte en una princesita. Sé
delicada, pero no débil, sé femenina, pero no te veas como un objeto para otros.
Prefiero que seas valiente
El hecho de ser
mujer, no significa que no puedas ser fuerte. Al contrario, eres más fuerte de
lo que imaginas y cada golpe que recibas en la vida debe enseñarte a ser mejor.
No quiero que te hundas en la tristeza, que sientas que la vida no vale nada o
que pienses que nada tiene sentido. No te voy a negar que algunas cosas dolerán
y mucho, pero eso no significa que sea el fin. Más bien, debes aprender de todo lo que te pase, sea
bueno o malo. Con el paso del tiempo entenderás que eso te ayuda a madurar
y tener mejor tu autoestima.
Mientras yo viva,
estaré para apoyarte y para aprender de ti. No tengas miedo, no estás sola ni te dejaré pasar por la
vida sin un abrazo reconfortante. ¿Estás lista para ser la princesa
más valiente que jamás ha existido?
Cómo cuidar el delicado cabello de tu hija
Lo mejor de tener una hija es que puedes ser creativa
respecto a su belleza y su estilo de vestir. Puedes jugar con divertidos
peinados o presumir sus hermosos rizos. Como sabrás, el cabello de una niña es
muy especial, pues es completamente virgen. No se le ha aplicado ningún tinte
ni tampoco un tratamiento especial. Prácticamente su cabello está intacto y la verdad, ¡es precioso! Hay que tratar
de que permanezca lo más suave, sedoso y radiante posible. Por ello, te doy
algunos consejos de cómo cuidar el delicado cabello de tu nena.
Empecemos por el champú
Los niños necesitan
un champú especial
para su cabello, pues su cuero cabelludo es mucho más sensible que el tuyo. El
cabello se va fortaleciendo mientras crecen. Así que en vez de utilizar tu propio champú para la melena de tu hija, opta por
uno especial para ella, uno infantil. Estos productos tienen una
fórmula muy suave que limpia, hidrata y ayuda al crecimiento del cabello.
Algunos son especiales para cabelleras rizadas o gruesas, otros para melenas
más lacias y finas. Además, no irritan el cuero cabelludo. Verás que su melena
lucirá más suave y radiante.
Prepara su cabello antes de peinarlo
Es normal que
los niños tengan
miles de nudos en su cabellera. Después de tanto jugar, revolcarse y acostarse,
su cabello se enreda y es una enorme “bola de pelos”. Si lo cepillas
inmediatamente corres el riesgo de debilitar su cuero cabelludo. No olvides que su cabello resiste menos que
el tuyo, así que mi consejo es que apliques una loción capilar. De
esta forma será más fácil agregar accesorios, trenzarlo o peinarlo con un
recogido bonito.
Hay que protegerlo de los alaciados o los ondulados
Y a ti, ¿cuántas veces
no te hicieron caireles de niña? Esos rizos tan marcados para esas ocasiones especiales
que ni tú misma entendías en ese momento. Así como proteges tu melena de las
herramientas de calor, también hazlo con el de ella. A la
hora de peinar a tu hija con la plancha de cabello o la tenaza, aplica un poco
de protector de calor.
Cómo debes hablar con tu hija de su cuerpo…
Para las mujeres, tal vez lo más complicado es ser mamás
de otra mujer. Sabemos lo que implica ante la sociedad, los problemas que
enfrentamos día con día, como la desigualdad en el trabajo. Es importante que
sepas cómo hablar con tu hija sobre su cuerpo. De esta manera podrá
desenvolverse ante el mundo de un modo diferente.
Cómo funciona
Si deseas hablarle a tu hija de
su cuerpo, hazlo para enseñarle cómo debe funcionar. Evita decirle si ha
perdido o ganado peso. Incluso si piensas que tu hija es hermosa, evita
decírselo. Hay frases más asertivas que puedes usar:
- Te ves muy saludable
- Luces muy fuerte
- Se nota que eres feliz, brillas demasiado.
Incluso puedes
hablar con ella de cualquier otro aspecto que no tenga nada que ver con su
cuerpo. Además, es preciso evitar hablar del cuerpo de otras mujeres ya
sea para bien o para mal. Tu hija debe aprender a ser amable con otros, pero lo
más importante es que sea amable con ella misma.
Cero comentarios negativos
Al hablar con tu hija,
no hagas comentarios negativos sobre tu cuerpo. Evita
también hablar sobre las dietas que vayas a hacer o
estés dispuesta a hacer para conseguir el cuerpo soñado. Incluso debes
evitar hacer dieta frente a ella, opta mejor por la comida saludable. Tu hija
debe sentirse segura y feliz con su cuerpo.
Ejercicio
Para que tu hija
acepte y ame su cuerpo, también debe estar en movimiento. Si corre todos los
días, se sentirá menos estresada por el ajetreo de las labores. Anímala a subir
montañas y explorar nuevos horizontes, así explorará su lado espiritual y podrá
llegar a la cima del universo. Motívala
a que realice algún deporte fuera de lo común. Si en algún momento tu hija
te dice que ama el fútbol o el hockey, motívala a que lo practique. El hecho de
que sea mujer no implica que no lo pueda hacer. Nunca la obligues a que
practique algo que no la hace feliz.
Cómo hablar con tu hija
Enséñale que ni ella
ni ninguna mujer necesita de un hombre para hacer las labores del hogar. Debe
aprender a cocinar, compártele tus recetas para que haga sus platillos
favoritos. También enséñale a
que disfrute su tiempo libre y que aprenda a dárselo en ciertos momentos.
Asegúrate de que ella sepa que puede correr, gritar, saltar y hacer todo lo que
pueda si así se lo propone. El cuerpo de tu hija la ayudará a moverse hacia
donde se lo proponga, si recibe tu apoyo y sabias palabras.
Todo lo que una mujer piensa antes y después de su primer embarazo
Mi madre siempre dice que la vida da un giro de 180°
luego de tener hijos. Dos de mis hermanas ya son madres y opinan lo mismo. Una
de mis mejores amigas ya es mamá, y me dijo, desde su perspectiva, todo lo que
una mujer piensa antes y después de su primer embarazo.
El antes
Miedo por la cirugía y el cuidado del bebé
Ella considera que por más que te digan que todo
estará bien, el miedo sigue presente. De hecho, con la cercanía del parto sólo
aumenta. “Tenía muchos miedos por la cirugía. Me preguntaba si me iba a
doler, pero principalmente si aguantaría las contracciones”, me cuenta mi
amiga. Sin embargo, su
preocupación no sólo era la cirugía, sino qué haría al tener a su bebé. Con el paso de los meses, me preguntaba: “¿Me quedaré
dormida? Si es así, ¿podré escuchar si el bebé llora en la madrugada? ¿Y si me
levanto medio dormida y se me cae?”.
El después
Finalmente llegó el
día de la operación. Y a pesar del caos para llegar a la clínica, mi amiga
estaba más que lista. En ese momento no tuvo miedo de las contracciones, la raquea
o lo que le pasaría al dar a luz. Sólo
deseaba que el niño naciera sano. “Ni siquiera me hizo cosquillas la
recuperación, y pude levantarme de la cama como si nada, aunque me hicieron la
cesárea”, recuerda.
Instinto materno
Nadie recibe un
instructivo para ser madre, pero hay algo mejor que ello: el instinto materno.
Mi amiga no creía tenerlo; honestamente, yo tampoco creía que lo tuviera.
Considera que una madre hace las cosas de cierta manera porque sabe que así
tienen que ser, no hay otra explicación. “Uno
se adapta y aprende. Aprendes a estar alerta, y dices adiós a las horas de
sueños profundo”. Aunque admite que al principio hay miedo de que ocurran
accidentes, al final uno aprende. “Aprendes a cargar a tu hijo, bañarlo,
vestirlo y alimentarlo”.
La más feliz
Ahora se siente la
mujer más feliz del mundo, ya que su hijo es su mayor motivación. Su
pequeño le enseña a diario algo nuevo. Con él está descubriendo otro mundo y su
faceta de madre. Ahora admite: “Siempre juré no embarazarme, ¡pero mírame
ahora! Él lo es todo, el resto está de más”.
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