yo nunca merecí, tanto amor.
Mi vida renació, se iluminó,
de la sombra pasé a la luz.
mi pecho se inflamó en el ardor,
con que tu gracia Señor, mi dolor curó,
ya nunca tuve más temor.
que Tú me enseñaste en la cruz,
dos mil años de error, veinte siglos de horror,
y la verdad triunfó.
y un canto de hermandad entonó,
el sol nos guió de la tierra brotó,
la oración de unidad.
yo nunca merecí, tanto amor.
Mi vida renació, se iluminó,
de la sombra pasé a la luz.
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