"ventana abierta"
PROCESIÓN DE LA VIRGEN DE LOS
REYES
Eterna
sonrisa de agosto
Masiva presencia de fieles en la procesión anual de la Virgen de los
Reyes, Patrona de Sevilla y su Archidiócesis.
La Colecta extrordinaria de la Virgen de los Reyes recauda 6.800 euros
para Regina Mundi
Regina Mundi: Un hogar que da vida
Las mejores imágenes de la procesión de la Virgen de
los Reyes 2019 / JUAN CARLOS MUÑOZ
Con el sol que se
ausentó el año pasado, con más calor, con un cortejo que sigue creciendo y con
más público que en otras ocasiones. La procesión de la Virgen de los Reyes ha
congregado un año más a miles de fieles y devotos en torno a la Catedral. Son
apenas 90 minutos los que la Patrona de la ciudad y su Archidiócesis tarda en
recorrer las gradas bajas del Templo Metropolitano. Tiempo preciso y más que
suficiente.
La eterna sonrisa de la Virgen
volvió a inundarlo todo. Procesión de silencios y gracias. De aplausos a la
compañía del Ejército. De algún que otro bisbiseo al paso de los políticos,
pero siempre guardando el debido respeto. Este año se ha notado un incremento
de público pese a que al ser jueves, y con un puente por delante, muchos pudieron
pensar que habría una desbandada generalizada. El público que acude a esta
procesión es fiel y cada año regresa al mismo lugar de siempre para
reencontrarse con la Patrona.
Desde muy temprano, la Catedral ha recibido a los
devotos en uno de sus días más importantes. El 15 de agosto, festividad de la
Asunción de la Virgen, los sevillanos reconquistan el centro de la ciudad. Como
hizo San Fernando en 1248 acompañado por la Virgen de los Reyes.
El 15 de agosto, al menos por unas horas, el entorno de la
Catedral está libre de molestos turistas que dejan paso a los fieles y devotos.
Muchos llegan andando desde el Aljarafe, la Vega o la Campiña, en unas
peregrinaciones que han vuelto a estar en auge. Con sus ropas de colores
estridentes y zapatillas deportivas llaman la atención dispuestos a lo largo
del recorrido. Algunos parecen que van a correr un maratón más que a asistir a
un acto religioso.
No deberían olvidar estos peregrinos que la ocasión
requiere cierto decoro en las formas. Chirrían demasiado. Al igual que los
bastones, los pañuelos o las camisetas serigrafiadas con la foto de la Patrona
y el nombre de la hermandad con letras bien grandes. La devoción a la Virgen de
los Reyes siempre ha sido mucho más espontánea y sencilla. Siempre ha habido
peregrinaciones, pero nunca han llamado tanto la atención. Aunque en la época
del postureo ya se sabe. A
muchos les preocupa más hacerse la foto para Instagram que el encuentro con la
Patrona.
La principal novedad de la procesión ha sido la
ausencia del arzobispo. Monseñor Asenjo se recupera en
Sigüenza de una reciente intervención. Muchos se han acordado de don Juan José
a la salida de la Patrona y han pedido por su pronta recuperación. Su lugar lo
ha ocupado el obispo auxiliar, Santiago Gómez Sierra, que también ha presidido
la misa estacional. Tampoco ha estado presente el presidente del Consejo de
Cofradías, Francisco Vélez, que suele pasar el 15 de agosto fuera de Sevilla.
El cortejo de la procesión ha vuelto a ser numeroso.
Las filas de la asociación de fieles están bien cubiertas. A las caras de
siempre se unen cada vez más jóvenes. Una muestra del importante arraigo que la
devoción a la Virgen de los Reyes tiene en la ciudad y en muchas localidades
cercanas. A las 7:40 se arrancaban los tambores de la Banda Sinfónica Municipal
de Sevilla. La formación que dirige de manera magistral, pese a la alarmante
falta de músicos, Francisco Javier Gutiérrez Juan, ha interpretado como primera
y última marcha Rosario de Montesión, en un sencillo
pero emotivo homenaje al recientemente fallecido Juan Velázquez.
La Virgen de los
Reyes ha pasado por primera vez por la calle dedicada al Cardenal Carlos Amigo
Vallejo, arzobispo emérito de Sevilla. Muchas de las personas que se
encontraban en este tramo no han podido ver a la Virgen hasta que se encontraba
ya en la plaza que lleva su nombre. El cajón de obras de la restauración de la
Giralda ha tenido la culpa.
A las 8:15, la Virgen de los
Reyes realizaba la primera de las posas en la esquina de la calle Alemanes. La
mayor presencia de fieles ha hecho que fuera bastante más complicado que otros
años acompañar al paso desde las aceras. El tirón de la Patrona también ha
quedado patente con el lleno que han registrado los aparcamientos cercanos.
Otro año más se ha vuelto a evidenciar que el Cabildo debe limitar de algún
modo la presencia de personas delante del paso. La bulla ya es importante.
El sol enciende por completo el rostro de la Virgen en
la segunda de las posas, dejando una imagen muy distinta a la gris mañana del
año pasado. El día va a ser de calor y a esa hora ya se nota bastante. En la
Avenida se camina con bastante dificultad. El tapón de personas se disuelve a
la altura del magnolio, donde la Virgen llega a los sones de Encarnación
Coronada. Como es habitual, tras la última posa se le imprime
velocidad al cortejo. La Virgen pasa ante el monumento a la Inmaculada a las
9:12.
Apenas seis minutos después se enmarca ya ante la
Puerta de los Palos. Es el momento de recibir los honores. Los soldados se
llevan los únicos aplausos de la mañana. Son las 9:30, la Virgen de los Reyes
vuelva a adentrarse en la Catedral tras reencontrarse un año más con sus devotos.
Eterna sonrisa de agosto.
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