Esta parábola que Jesús contó apenas tiene tres versículos pero muy importantes. La parábola está insertada entre la de la Oveja Perdida y la del Hijo Pródigo y el mensaje de las tres es el mismo: El amor.
Jesús quiso enseñar que aquellos que están perdidos cuando son encontrados o cuando regresan a casa, la alegría que Dios siente es enorme. Y así pone como ejemplo la alegría de un pastor que pierde a su oveja y la encuentra, o una mujer que pierde su moneda y la encuentra o un padre que pierde a su hijo y éste regresa a casa.
LA MONEDA PERDIDA
Por fin la mujer encontró la moneda, su alegría era inmensa. Por fin había aparecido la moneda de su pañuelo. A pesar de que ella tenía todavía nueve monedas, no descansó hasta encontrar la décima.
Estaba tan feliz que salió a contar a sus vecinas la buena noticia. ¡Vecinas, vecinas, ya he encontrado la moneda que había perdido!.
Y Jesús dijo: Así os digo, que hay más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente.
1. ¿Cuántas monedas tenía la mujer?
2. ¿Cuántas perdió?
3. ¿Qué hizo para recuperarla?
4. ¿Por qué crees que se puso muy contenta cuando la encontró?
5. Cuáles fueron las palabras de Jesús tras relatar la parábola.
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