"Ventana abierta"
3 de Noviembre de 2013.
XXXI Domingo del Tiempo Ordinario
"El Domingo de Zaqueo"
José Enrique Galarreta
Zaqueo no tiene más que dos méritos: es curioso y bajito. Nada más. Lo demás corre a cuenta de Jesús.
No busca a Jesús, Jesús le busca. No se esfuerza por cambiar, Jesús le cambia. Lo de Zaqueo es responder, y no pueede menos que responder, porque Jesús le ha robado el corazón.
Se ha sentido rehabilitado, ha recuperado la conciencia de su dignidad, ha sido tratado como una persona, como un hijo. Zaqueo responde como un hijo, como una persona. Y va a vivir dignamente, porque Jesús le ha devuelto la dignidad. Sentirme hijo, sentir que Dios me quiere...Y empezar a vivir como hijo, como Dios espera de mí.
La conversión no es ablandar al juez. La conversión es responder al amor de mi Padre.
Zaqueo es jefe de recaudadores de impuestos y rico. Está al servicio de las fuerzas de ocupación y, según el sistema de impuestos de la época, es alguien que empobrece a su pueblo para su propio provecho. Es despreciado por la sociedad judía, considerado un pecador público. Su ficha no podía ser peor. A Jesús le basta la curiosidad de Zaqueo para tomar la iniciativa del encuentro.
Jesús sabe y demuestra que las personas no mejoran con la intransigencia y críticas negativas, ni amenazándolas con prohibiciones, excomuniones y castigos, sino aceptándolas, acogiéndolas y confiando en ellas.
Lectura del libro de la Sabiduría (11, 23-12, 2)
Salmo: 144
BENDECIRÉ TU NOMBRE POR SIEMPRE,DIOS MÍO, MI REY.
Lectura de la segunda Carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses (1, 11-2, 2)
ALELUYA Jn 3,16
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único.
Todo el que cree en Él tiene vida eterna.
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (19, 1-10)
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