Todos los días deberíamos acordarnos de las personas que sufren violencia de género, pero en esta fecha más que nunca, ya que este día, 25 de noviembre, fue declarado "Día Internacional de Lucha contra la Violencia de Género" en el Primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe celebrado en Bogotá (Colombia) en julio de 1.981. En este encuentro las mujeres denunciaron la violencia de género a nivel doméstico y la violación y el acoso sexual a nivel de estados incluyendo la tortura y los abusos sufridos por prisioneras políticas. Se eligió el 25 de noviembre para conmemorar el violento asesinato de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), tres activistas políticas asesinadas el 25 de noviembre de 1.960 por la policía secreta del dictador Rafael Trujillo en la República Dominicana. Fue en 1.999 cuando la ONU dio carácter oficial a esta fecha.
25 de noviembre: DÍA INTERNACIONAL CONTRA EL MALTRATO A LAS MUJERES
-Yo tengo el derecho de vivir libre del temor a ser golpeada.
-Yo tengo el derecho de requerir y esperar una correcta atención por parte de la policía y los sistemas de atención que necesite.
-Yo tengo el derecho de compartir mis sentimientos y no ser aislada de familiares, amigos y otras personas.
-Yo tengo el derecho a ser tratada como una persona adulta.
-Yo tengo el derecho de salir de un ambiente de maltrato.
-Yo tengo el derecho a mi privacidad.
-Yo tengo el derecho de expresar mis propios pensamientos y sentimientos.
-Yo tengo el derecho a desarrollar mis habilidades y talento personal.
-Yo tengo el derecho de denunciar a mi esposo/compañero golpeador.
-Yo tengo derecho a no ser perfecta.
A todas esas personas que de algún modo, en algún momento de sus vidas se han llegado a ver contra la pared, física o psicológicamente, dedico estas palabras:
Alma mía, sepárate de mí, quédate ahí...espera mi posible vuelta...
Pero mi alma, tal como tú..., no escucha, no atiende a mi cabeza, ni puede acceder a los deseos de mi corazón, está conmigo, le falta valor...
Tomas mi piel y me la devuelves hecha harapos, tomas mis manos, mi boca, mi cuerpo, y me los devuelves del color de la noche sin luna...Y luego vas y me dices: ¡Qué mala cara tienes esta mañana!
Y mi boca...ha de permanecer cerrada para que tus manos no me invadan, como pestillos de hierro a un portón. Trago saliva, cierro mis oídos, me recompongo y sigo untando la rebanada con mermelada que tanto te gusta para desayunar...¡qué mala soy!, ¡qué mal te quiero!, ¿verdad?
Pero hoy, precisamente hoy, ¡al fin! mi alma ha hablado a mi corazón, y al pasar por la puerta se han dado la mano, una a la otra se han abrazado, fuertemente...Mi cuerpo pasó al salón, sólo con la razón. Me he sentado y aquí me tienes, en estas letras, para que sepas que a tu vuelta ya no estaré..."
"He abierto los ojos, y me he dado cuenta del mundo que me espera, y de un ningún futuro a tu vera...
Te digo adiós, me voy...fuera en el zaguán me esperan, no es el amante que me reprochabas casi a diario, ese no existe, por más que insistas...son mi alma y mi corazón que ya dolidas han decidido ponerle fin a estos días y "vida" sin luz...
Me voy con ellos no te preocupes, es lo único que llevo, lo que no podrás quitarme nunca, por mucho que incluso en ellos hayas puesto tu empeño. Te dejo lo que me has dado, dolor, rabia, impotencia, decepción, desilusión, y mucho más que bien sabrás encontrar si miras en tu interior...Todo eso es tuyo y para nada lo quiero...quédatelo!
Adiós mi querido maltratador."
Mujer maltratada
"Mujer que tiemblas tras la puerta
deseando que pase la noche,
temiendo que aparezca en casa
quien de fuerza hace derroche;
cuerpo con heridas ocultas,
mirada que refleja el miedo,
te sientes atada a la desdicha,
sin salida, sin tierra ni puerto;
el futuro no tiene sentido,
solo desde el dolor se percibe,
la negrura que ves en tu destino
cubre de canas tu pelo libre.
No te sientas culpable,
no pienses que es merecido,
mujer, tu naciste libre,
no para carne de castigo;
duele el mundo que te rodea,
el silencio a que te has acogido,
mentiras hacen de tu vida
un constante, inmenso, hastío.
No menosprecies así tu vida,
reconoce en ti misma el valor,
lánzate a pesar del miedo
intenta salir de ese infinito dolor;
es duro hacerlo, el pánico seguirá,
y quizás te encuentres un día
entre las que no lograron pasar.
Ahora, mujer, mueres día adía,
tu cuerpo amoratado lo demuestra,
busca al fin esa salida
que te haga ganar la apuesta;
siéntete libre, dentro de tu alma
vuela muy alto como cualquier gorrión,
no dejes que el cazador corte tu rama,
tu eres, mujer, libre, libre como el sol;
naciste para ser cuidada, amada,
nunca para objeto de pasión,
y menos de esa pasión ciega
que día a día te procura dolor.
Repito una de las estrofas,
la grito, que suene mi voz,
no te sientas jamás culpable,
no pienses que lo has merecido;
mujer tú has nacido para ser libre
y nunca carne de castigo".
Anónimo.
no habré vivido en vano".
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