Durante muchos años fue el motor de todo el movimiento marxista de Francia. Primero, su padre y luego él, fueron Secretarios del Partido. Padre e hijo fueron tenidos siempre como los grandes líderes del Partido, tanto por sus conocimientos filosóficos como por su generosa entrega a la causa comunista.
Pero, Goudefroy, hijo, cometió un grave error. Abrirse a los famosos diálogos iniciados por aquel entonces en Europa entre el Comunismo y el Catolicismo. Y esta claudicación el Partido no se la perdonó. Porque los totalitarismos son siempre así: piden ser escuchados, pero no quieren escuchar a nadie.
Disculpa, le dijo, parece que tienes algún invitado.
Sí, claro que tengo un invitado. Eres tú.
¿Yo?
Sabía que en estos momentos, la única que podría comprenderte y acogerte y seguir amándote era yo. Entra y siéntate para que comamos.
Entendió el cristianismo, cuando encontró una puerta abierta, cuando todas las demás se le habían cerrado.
En una mesa puesta, cuando todo el mundo le relegaba al silencio y su figura política pasaba al anonimato.
Un plato que se pone a la mesa.
Ellos solos son suficientes para que alguien incrédulo y materialista ateo, pueda encontrar los caminos de la fe y pueda hacer la más maravillosa confesión de su vida: “Ahora entiendo el cristianismo”. “Soy cristiano”.
A veces, las cosas sencillas, las cosas del corazón, las cosas del amor, dicen mucho más al corazón humano.
En la Ultima Cena Jesús se hizo pan de comunión, de amor y de entrega a los demás.
Por eso, la mesa de la Eucaristía es el espacio pascual del encuentro con el Resucitado.
Por eso, la mesa de la Eucaristía es el espacio donde cada domingo se reúnen los creyentes para encontrarse con El y encontrarse entre ellos.
En Emaús, también se tendió el mantel sobre una mesa para cenar. Y allí “se les abrieron los ojos”.
Junto al Lago, un pescado asado sobre una brasas. “Es el Señor”.
El poder no une a las personas, las ata. La ciencia y el saber tampoco.
Pero el amor es capaz de vencer la terquedad de la inteligencia y el orgullo del poder.
¿Demostrando que eres más que los demás? De seguro que te vas a quedar solo en la vida con todo tu poder, y el mundo seguirá igual.
¿Demostrando que sabes más que los demás? Créeme, te vas a quedar con tu ciencia y cuatro alabanzas y aplausos, pero encerrado en tu soledad.
Sólo cuando amemos más, lograremos una familia humana mejor y más feliz.
Sólo cuando amemos más, habremos conseguido que los demás puedan decir: “Ahora sabemos lo que significa ser cristiano”. “Ahora ya podemos creer en Dios y en Jesús su enviado”.
(Si este mensaje te ha dicho algo compártelo con tus amistades)
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