"Ventana abierta"
Mensaje de Navidad
P. Leonardo Molina García. S.J.
Queridos amigos.
Creo que, en momentos de profunda confianza, a muchos de nosotros nos gusta compartir con amigos algunas de las experiencias íntimas de los Ejercicios Espirituales. Aunque San Ignacio no lo sugiere específicamente en la contemplación de la Natividad, muchas personas relatan un momento profundo en el que fueron invitados a tomar al Niño Jesús de las manos de María. Si hemos recibido esa gracia, viene acompañada de un fuerte sentimiento de que es un don puro.
En una reciente reunión , reflexionamos sobre el tema de compartir la fe en nuestro tiempo . Describimos a Europa como postcristiana y postsecular, pero no postcristiana; como todas las épocas; la nuestra sólo puede ser precristiana. Se trata de un pensamiento liberador, ya que no estamos limitados por el afán de rescatar a cualquier precio las relaciones establecidas entre los cristianos y la sociedad. El "post" del postsecularismo exige nuevas respuestas.
Muchos elementos de esta reflexión nos conectan con la Navidad. Por ejemplo, estamos llamados a evangelizar “en la debilidad”, ahora que ya no tenemos poder político o cultural del que depender, tal como el Niño Jesús.
También seguimos la lógica navideña al reflexionar sobre lo que nos motiva a proclamar el Evangelio. Así como Dios amó al mundo y envió a su Hijo único, nosotros proclamamos la Buena Nueva porque amamos al mundo y a todos sus habitantes. En nuestra parte del mundo post-secular, que sufre una “epidemia de infelicidad”, deseamos compartir el don de la fe, que da sentido. A un mundo engañado y asustado por varios dioses falsos, ofrecemos el don de la esperanza liberadora. Invitamos a este mundo marcado por el aislamiento virtual a una comunidad que celebra juntos.
¿Existe alguna esperanza de que el regalo sea aceptado? En las representaciones de la Adoración de los Magos, los Magos suelen estar de pie a una distancia respetuosa de la Sagrada Familia. En la Capilla de los Scrovegni, Giotto se atrevió a describir la verdadera naturaleza del "intercambio milagroso" que tuvo lugar. Los preciosos regalos de los Magos se encuentran con el regalo infinitamente más valioso de María: la razón misma de su largo viaje.
En el barullo de estas fiestas, tan destacadas en el calendario, arraiga en nosotros un profundo sentimiento: Jesús está aquí; vino, viene y vendrá como Salvador. Como iluminador, como fuerza para curar, sanar y fortalecer.
Eso sí; humildes, sencillos, crédulos en la victoria del Bien.
Y nosotros, con esta visión de su Nacimiento, nos llenamos de fuerza interior, y salimos a comunicar. Sin aparatosidad, sin premios inmediatos, con vista larga y seguridad de un feliz destino.
Gracias, Señor, porque confías en nosotros. Y porque sigues queriendo al mundo ya sea post secular, post cristiano o pre cristiano. Es el poder del presente.
Aquí estamos. Como tú, María. ¡A la calle! ” que tenemos mucho que decir y alentar”. El comienzo del recorrido de Jesús no pudo ser más sencillo, no poderoso, sin aplausos (unos pastores y “los del cielo”) Pero aquí abajo, escaso aparato. Como tú, como yo… pero creyentes.
¡Felices fiestas!
Amigos en el Señor, compañeros de fatigas e ilusiones: vamos a construir la ciudad del Señor. Él nos dará paz, salvación, libertad, verdad. Él estará con nosotros, CANTARÁ NUESTROS CANTOS. Él nos dará la salvación y nos hará felices. En el mundo hay muchas desdichas. Y viene, te llama. Saca de tu corazón los sentimientos más nobles y ponte en marcha…
Leonardo Molina sj
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