"Ventana abierta"
La Expectación del parto de la Santísima Virgen María, o Fiesta de La O
Se celebra este día en la Iglesia de España, y en muchas Iglesias de Francia una Fiesta particular en honra de la Santísima Virgen, que en España se llama la Fiesta de la Expectación del Parto de la Santísima Virgen, y en Francia se llama la semana de preparación
También se llama la semana de preparación, porque esta fiesta comienza ocho días antes de Navidad, y continúa esta devoción todos los días hasta el del sagrado parto de la Santísima Virgen. De suerte, que esta fiesta es propiamente una Octava antes de Navidad, destinada toda a preparamos para el nacimiento del Salvador, por medio de una devoción particular al parto de su Santísima Madre.
San Ildefonso, sucesor de San Eugenio en la Silla de la Iglesia de Toledo, y uno de los más devotos de la Madre de Dios, y muy celoso de su culto, confirmó este establecimiento, y fue quien le dio el nombre de Expectación del Parto de la Virgen Santísima, para dar a entender a los fieles, que aunque en todo el Adviento deben pedir y desear fervorosamente con la Iglesia el Nacimiento del Salvador, pero particularmente deben estos ocho días aumentar sus deseos, sus votos, sus ansias, sus suspiros por el sagrado Parto de la Santísima Virgen. El Papa Gregorio XIII: aprobó después esta fiesta, la que bien pronto pasó a Francia y, a otras partes, y se celebra todavía hoy con mucha magnificencia en muchas Iglesias. En España se celebra por ocho días continuos, con no menos pompa que piedad. Se dice todos los días una Misa solemne por la mañana, a la cual todas las mujeres preñadas, de cualquiera calidad y condición que sean, procuran asistir; y el no hacerlo, se mira como una especie de irreligión, y así puede decirse que son ocho días de fiesta para ellas.
Esta fiesta de la Expectación de la Virgen se llama también la fiesta de la O, a causa de los grandes deseos que manifiesta la Iglesia durante estos ocho días, de ver nacer al Salvador del mundo, y por los ardientes votos que hace y explica por medio de unas Antífonas particulares, que comienzan todas por la letra O: O Sapientia, O Adonai, O Radix Iesse, O Clavis David, O Oriens Splendor, O Rex gentium, O Enmanuel;y que acaban todas con un Veni: Venid a enseñarnos el camino de la prudencia. Venid, Señor, a redimirnos con la fuerza de vuestro poderoso brazo. Venid, Hijo de David, a ponernos en libertad, y no tardéis. Venid, Llave de David, y Rey de Israel, y sacad de la cárcel a los que gimen en las tinieblas y sombra de la muerte. Venid, luz del eterno día, Sol de justicia, y disipad las tinieblas en que vivimos. Venid, Rey de las naciones, y salvad al hombre que formasteis de la tierra: finalmente, venid, Manuel, Dios Grande, que queréis venir a habitar con nosotros; venid a salvarnos, pues sois nuestro Señor y nuestro Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario