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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

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Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

domingo, 22 de diciembre de 2024

Homilía: DOMINGO 4º DE ADVIENTO CICLO C. ¿CÓMO VIVIR LA NAVIDAD? Domingo, 22 - Diciembre - 2024

"Ventana abierta"

 

P. Leonardo Molina García. S.J.
DOMINGO 4º DE ADVIENTO CICLO C
José Luis Sicre Díaz
Fe Adulta 

¿CÓMO VIVIR LA NAVIDAD?

Cuando falta poco para estas fiestas, las lecturas nos ofrecen tres ejemplos excelentes para vivir su sentido y un mensaje de esperanza.

El ejemplo de Isabel: alabanza, asombro, alegría (Lucas 1,39-45)

Aunque en el relato del evangelio la iniciativa es de María, poniéndose en camino hacia un pueblecito de Judá, los verdaderos protagonistas son Isabel, la única que habla, y Juan, el hijo que lleva en su seno. Es este el primero en reaccionar, antes que su madre. En cuanto oye el saludo de María (Lucas no cuenta qué palabras usó para saludar) da un salto en el seno de Isabel. Esta, llena de Espíritu Santo, expresa los sentimientos que debe tener cualquier cristiano ante la presencia de Jesús y María.

Alabanza (“¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!”). El Antiguo Testamento recoge la alabanza de algunas mujeres, pero por motivos muy distintos. Yael es proclamada “bendita entre las mujeres” por haber asesinado a Sísara, general de los enemigos; Rut, por haber elegido a Booz, a pesar de no ser joven; Abigail, por haber impedido a David que se tomara la justicia por su mano; Judit, por haber matado a Holofernes y liberado a Israel; Sara, la esposa de Tobit, por haber abandonado a sus padres para venir a vivir con la familia de Tobías. ¿Qué ha hecho María para que Isabel la bendiga? El relato de la anunciación lo deja claro: ha aceptado el plan de Dios (“he aquí la esclava del Señor”) y eso la ha convertido en madre de Jesús o, como dirá Isabel, en “la madre de mi Señor”. Motivo más que suficiente de alabanza.

Asombro (“¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?”). La forma de expresarse Isabel, tan personal, recuerda lo que escribió san Pablo a los Gálatas a propósito de la muerte de Jesús: “Me amó y se entregó a la muerte por mí”. Se deja en segundo plano el valor universal de la encarnación y de la muerte para destacar lo que significan para mí. La Navidad, celebrada año tras año durante siglos, corre el peligro de convertirse en algo normal. No nos asombramos de esta venida de Jesús a mí, como si fuera la cosa más lógica del mundo. Buen momento para detenernos y asombrarnos.

Alegría (“la criatura saltó de gozo en mi vientre”). Lucas termina por donde empezó: hablando de la reacción de Juan. Pero ahora añade que el salto en el vientre de su madre lo provocó la alegría de escuchar el saludo. Los domingos anteriores han insistido en el tema de estar siempre alegres. Lo específico de este evangelio es que la alegría la provoca la presencia de María y de Jesús.

Estos tres sentimientos los inspira, según Lucas, el Espíritu Santo; ya que generalmente no lo tenemos tan presente como debiéramos, es este un buen momento para pedirle que los infunda también en nosotros.

El ejemplo de María: fe

Las palabras de Isabel, que comienzan con una alabanza de María y de Jesús, terminan con otra alabanza de María: “¡Dichosa tú que has creído!” Y esto debe hacernos pensar en la grandeza del misterio que celebramos. No es algo que se pueda entender con argumentos filosóficos ni demostrar científicamente. Es un misterio que exige fe. Para muchos, como decía el cardenal Newman, la fe es “la capacidad de soportar dudas”. Para María es fuente de felicidad. Lo será siempre, a pesar de las terribles pruebas por las que debió pasar. En ese camino misterioso de la fe, ella se nos ofrece como modelo.

El ejemplo de Jesús: cumplir la voluntad de Dios (Hebreos 10,5-10)

En la mentalidad del pueblo, y de gran parte del clero de Israel, lo más importante en la relación con Dios era ofrecerle sacrificios de animales y ofrendas. En el fondo latía la idea de que Dios necesita alimentarse como los hombres. Los profetas, y también algunos salmistas, llevaron a cabo una dura crítica a esta mentalidad: lo que Dios quiere no es que le ofrezcan un buey o un cordero, sino que se cumpla su voluntad. Esta idea la recoge el autor de la Carta a los Hebreos y la pone en boca de Jesús (“Aquí estoy para hacer tu voluntad”), completándola con otra idea: los sacrificios de animales no tenían gran valor, había que repetirlos continuamente. En cambio, cuando Jesús se ofrece a sí mismo, su sacrificio es de tal valor que no necesita repetirse. Los sacrificios de animales pretendían establecer la relación con Dios, sin conseguirlo plenamente. El sacrificio de Jesús establece esa relación plena al santificarnos.

Al mismo tiempo, el ejemplo de Jesús nos enseña a poner el cumplimiento de la voluntad de Dios por encima de todo, de acuerdo con lo que repetimos a menudo: “Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”.

Un anuncio (Miqueas 5,1-4)

Este breve oráculo del libro de Miqueas es famoso porque lo cita el evangelio de Mateo cuando los magos de Oriente preguntan dónde debía nacer el Mesías. El texto se dirige a personas que han vivido la terrible experiencia de la derrota a manos de los babilonios, el incendio de Jerusalén y del templo, la deportación, la desaparición de la dinastía davídica. La culpa, pensaban muchos, había sido de los reyes, los pastores, que no se habían comportado dignamente y habían llevado a cabo una política funesta. En medio del desánimo y el escepticismo, el profeta anuncia la aparición de un nuevo jefe, maravilloso, que extenderá su grandeza hasta los confines del mundo y procurará la paz y la tranquilidad a su pueblo. Pero no será como los monarcas anteriores, será un nuevo David. Por eso no nacerá en Jerusalén, sino en Belén.

Resumen

Lo que relaciona las lecturas de este domingo es la misión de Jesús y los frutos que produce. La de Miqueas anuncia que su misión consistirá en ser jefe (pastor) de Israel, procurándole al pueblo la tranquilidad y la paz. En la Carta a los Hebreos, su misión es cumplir la voluntad del Padre; gracias a eso ha restaurado nuestra relación con Dios, nos ha santificado. En el evangelio, la misión no la lleva a cabo Jesús, sino María; su simple presencia provoca una reacción de alabanza, asombro y alegría en Isabel y Juan.

A la primera:

1.      Hay quien duda de los relatos de los Evangelio. Afirman que son interpretaciones posteriores con ya la fe muy asentada.

2.      Pero creo que podemos afirmar históricamente:

3.      Nació en el tiempo un hombre, en Palestina llamado Jesús: pobre, sin poder, sin dinero, fuera del entro de saber, fe y riqueza: el Templo de Jerusalén con lo que eso suponía en Israel de las promesas.

4.      Llevó una vida normal, sin llamar excesivamente la atención (ningún rasgo de publicidad).Eso sí; apareció  en una época en la que el pueblo sensible, esperaba con ansiedad la necesidad de la  venida de un Mesías. No todos, por supuesto (¿político, jefe religioso, profeta?) No lo tenían muy claro. Pero el denominador común era que lo necesitaban, y pronto…

5.      Un día, ya mayor, apareció por Galilea anunciando el Reino de Dios en la tierra: y ponía estas características: paz, amor, justicia-integridad, libertad y paz. Ese el mensaje. Un mundo de Dios y no del mal. O sea, un , of side, un contracorriente…un políticamente incorrecto (para los bien situados)

6.      Pero es que comprobaron  que demostraba coherencia de vida, integridad, verdad. Un  mundo nuevo era posible y por supuesto, deseable; Él lo vivía plenamente.

7.      Con una actitud valiente, agresiva, pero limpia y noble, se enfrentó a una sociedad, desigual, injusta, equivocada, sobre todo en los dirigentes.

8.      Como un ciudadano normal, se lo cargaron tanto la autoridad religiosa como la política. Murió vulgarmente entre ladrones, como terrorista de Estado, estúpidamente condenado por la autoridad civil que se quitaba de en medio a este “pobre hombre” que era simplemente un estorbo público para Pilatos y así se desentendía de problemas con el mundo religioso judío. No merecía la pena crearse problemas por un simple fanático religioso…que hasta sus discípulos lo habían abandonado.

9.      Todo esto es histórico.

10. Pero ¿qué pasó para que  este desdichado, resurgiera con tremenda fuerza, y sus seguidores defendieran a muerte ese Reino de Dios que Él les había tan dignamente inculcado?

11. Y, naturalmente elevaron la categoría del vencido a las grandes cuotas de dignidad. Y aunque, Jesús nunca dijo que Él era Dios, sin embargo, ellos – y nosotros así lo creemos,- afirmamos que  así es. Verdaderamente Dios y verdadero hombre. Tan hombre que llega a ser Dios, tan Dios, que se hace hombre.

12. Y esto es historia verdadera. Puede que haya deformaciones, explayaciones en los relatos evangelios, pero estos relatos reflejan nítidamente estas verdades.

13. Y nos invitan con Jesús a fomentar ese Reino de Dios ahora. Como Él lo vivió; sin violencia ni doblez, con humildad, con limpieza y esperanza.

14. Y seguimos a este Jesús, verdad, camino y vida.

15. Si algo quedó claro es que en medio de problemas de relaciones humanas, nos invitó al amor y la confianza en Dios Padre.

16. Y esa tarea la llenó de esperanza, seguridad y firmeza abajo y premio arriba

17. Hay un principio: desde una base pobre, lanzó un programa: el Reino de Dios. Murió por ello. Lo entendieron el buen ladrón y el centurión desde la cruz.

18. Y nosotros, en ese crucificado-desdichado-fracasado, estamos persuadidos que merece la pena  vivir, sufrir y morir en  su causa.

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