"Ventana abierta"
UN ERROR EN EL CIELO
Web católico de Javier
Una vez, le pregunté a mi Director Espiritual:
- ¿Por qué existen personas que salen fácilmente de los
problemas más complejos, mientras que otras sufren por problemas muy pequeños,
muriendo ahogadas en un vaso de agua?
Él simplemente sonrió y me contó la siguiente historia...
Una persona vivió amorosamente toda su vida. Cuando murió,
todo el mundo dijo que se iría al cielo. Un hombre bondadoso como él solamente
podría ir al Paraíso.
El Ángel encargado de las admisiones que lo recibió en el
Cielo comprobó las fichas que tenía sobre el mostrador y como no vio el nombre
de él en la lista, le orientó para ir al Infierno.
- Mire, lamento decirle que no ha sido admitido en el Cielo,
por lo que tendrá que ir al Infierno. Ya sabe cómo es: Nadie exige credencial o
invitación, cualquiera que llega es invitado a entrar.
El sujeto, muy resignado, se dirigió extrañado hacia el
Infierno y una vez allí, comenzó a ambientarse.
Algunos días después, Lucifer llegó furioso a las puertas del
Paraíso para pedirle explicaciones a San Pedro.
- ¡Esto es sabotaje! Nunca imaginé que fuese capaz de una
bajeza semejante. ¡Eso que usted está haciendo es puro sabotaje!
Sin saber el motivo de tanta furia, San Pedro preguntó
sorprendido que cuál era el problema.
Lucifer, trastornado gritó:
- Usted mandó a ese sujeto al Infierno y él está haciendo un
verdadero desastre allí. Él llegó escuchando a las personas, mirándolas a los
ojos, conversando con ellas. Ahora, está todo el mundo dialogando, abrazándose,
besándose. ¡El Infierno está insoportable, parece el Paraíso!
Y entonces hizo un pedido.
- Pedro, por favor, ¡agarre a ese sujeto y tráigalo para acá!
Cuando mi Director Espiritual terminó de contarme esta
historia, me miró cariñosamente y dijo:
- Vive con tanto amor en el corazón, que si por error fueses
a parar al Infierno, el propio demonio te lleve de vuelta al Paraíso.
Los problemas forman parte de nuestra vida, pero no dejes que
ellos te transformen en una persona amargada. La crisis siempre sucederá y a veces
no tendrás opción de evitarla.
Tu vida está sensacional y de repente puedes descubrir que un
ser querido está enfermo; que la economía del país ha cambiado, que te ha
afectado una pandemia e infinitas posibilidades de preocupación aparecen. En
las crisis no puedes elegir, pero puedes elegir la manera de enfrentarlas.
Y al final, cuando los problemas queden resueltos, más que sentir orgullo por haber encontrado la solución, tendrás orgullo de ti mismo.
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