"Ventana abierta"
MANTÉN LA BOCA CERRADA
Web católico de Javier Olivares
Una rana se
preguntaba cómo podía alejarse del clima del frío del invierno. Unos gansos le
sugirieron que emigrara con ellos. Pero el problema era que la rana no sabía
volar.
Dejádmelo a mí - dijo la rana -. Tengo un cerebro espléndido.
Lo pensó y luego pidió a dos gansos que la ayudaran a recoger una caña fuerte,
cada uno sosteniéndola por un extremo. La rana pensaba agarrarse a la caña por
la boca.
A su debido tiempo, los gansos y la rana comenzaron su
travesía. Al poco rato, pasaron por una pequeña ciudad y los habitantes de allí
salieron para ver el inusitado espectáculo. Alguien preguntó: ¿A quién se le
ocurrió tan brillante idea?
Esto hizo que la rana se sintiera tan orgullosa y con tal
sentido de importancia que exclamó: ¡A MÍ!
Su orgullo fue su ruina, porque al momento en que abrió la
boca, se soltó, cayó al vació y murió.
Hay ocasiones en que la falta de humildad o el exceso de orgullo, pueden echar abajo planes excelentes.
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