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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

domingo, 17 de septiembre de 2023

Reflexión: "TESTIMONIO DE NARCISO YEPES". Domingo, 17 - Septiembre - 2023

 "Ventana abierta"

TESTIMONIO DE NARCISO YEPES
Web católico de Javier Olivares

Monseñor Tihamér Tóht, después de glosar con palabras de fuego la grandeza de la vocación sacerdotal, añade que la llamada a cooperar a la propagación del Reino de Dios es para todos. Cualquiera que sea la carrera, profesión u oficio elegido o aceptado, «Cristo cuenta contigo». «Porque el Señor, después de la vocación de los doce apóstoles, escogió aún setenta y dos discípulos, que bien podríamos llamar apóstoles seglares. Y el que no está con los doce Apóstoles, necesariamente ha de figurar en el grupo de los setenta y dos discípulos" ¿Cómo? Haciendo bien lo que hacemos -según el lema teresiano-, y sublimando nuestra tarea. Con el ejemplo, viviendo y confesando valientemente la fe que profesamos. Saliendo por los fueros de la moral cristiana y hablar con suavidad pero con firmeza y convicción cuando convenga. «Callarse cuando es hora de hablar es un defecto tan grave como hablar cuando se tiene que callar».

Quien no perdía la ocasión de dar testimonio de su fe fue el gran guitarrista clásico español Narciso Yepes (1927-1997). En el libro "El día que cambié mi vida", Francisco Fernández-Carvajal, recoge una entrevista de Pilar Urbano, en la que el magistral guitarrista confesaba:

-Cuando doy un concierto, sea en un gran teatro; sea en un auditórium palaciego, o en un monasterio, o... tocando sólo para el Papa, como hice una vez en Roma ante Juan Pablo II, el instante más emotivo y más feliz para mí es ese momento de silencio que se produce antes de empezar a tocar. Entonces sé que el público y yo vamos a compartir una música, con todas sus emociones estéticas. Pero yo no sólo busco el aplauso, sino que, cuando me lo dan, siempre me sorprende..., ¡se me olvida que, al final del concierto, viene la ovación! Y le confesaré algo más: casi siempre, para quien realmente toco es para Dios... He dicho "casi siempre" porque hay veces en que, por mi culpa,'en pleno concierto puedo distraerme. El público no lo advierte. Pero Dios y yo, sí.

-Y... ¿a Dios le gusta su música?, preguntaba la entrevistadora.

-¡Le encanta! Más que mi música, lo que le gusta es que yo le dedique mi atención, mi sensibilidad, mi esfuerzo, mi arte..., mi trabajo. Y, además, ciertamente, tocar un instrumento lo mejor que uno sabe, y ser consciente de la presencia de Dios, es una forma maravillosa de rezar, de orar. Lo tengo bien experimentado.

Y añade el autor del libro citado: «Qué gran cosa sería que, si alguna vez preguntáramos al Señor si le gusta nuestro trabajo, pudiéramos oír esta dichosa respuesta: ¡Me encanta! ¡A Dios le encanta mi trabajo! Eso debemos pretender. Hacer una pequeña obra de arte de lo que tenemos entre manos. Una obra de arte que guste a Dios y, por tanto, a los demás».

Hay un método seguro para ayudar a descubrir y mantener esa presencia de Dios que todo lo transforma: practicar Ejercicios Espirituales en completo retiro. Es un respiro de tres, cuatro, cinco... días para ejercitarse en el arte de amar, y reemprender con más alegría y fortaleza el quehacer de cada día. No lo deje para un mañana indefinido.

Texto tomado de la REVISTA Ave María, Misioneros de Cristo Rey Noviembre de 2004. 

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