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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

miércoles, 1 de enero de 2020

Rincón para orar. LE PUSIERON POR NOMBRE JESÚS. Miércoles, 1 - Enero - 2020

"Ventana abierta"


Rincón para orar


Sor Matilde


LE PUSIERON POR NOMBRE JESÚS


21 Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno.
22 Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor,
23 como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor
24 y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.
(Lc. 2,21-24)
Del cielo es traído este nombre por el ángel Gabriel y anunciado a María en el momento de la concepción de Jesús. Por tanto, es el Nombre por excelencia querido por Dios para su Hijo, que va a tomar carne de María, una virgen de Nazaret. “Significa Salvador, porque salvará a su pueblo de sus pecados”. No es cualquier salvación la que nos trae Jesús, sino que su salud es sobre los pecados. Serán perdonados en su Nombre, cosa que sólo puede hacer Dios.
Los hombres salvan a sus semejantes de muchas cosas, ¿pero de los pecados?... Dios se ha reservado salvarnos de ellos, por medio del Nombre de Jesús.
Por todo esto, el Nombre de Jesús es adorable, es bendición para el que lo pronuncia con fe y amor. Decir pausadamente el Nombre de Jesús es sentir que el rocío de la gracia se derrama sobre todo el ser, queriendo empaparlo de Santidad y Amor. Dios nos lo ha regalado con este fin y quiere que lo recibamos con mucha gratitud…
El pueblo judío, no podía pronunciar el Nombre de Dios porque es sublime. Su Nombre es Él mismo, es Santo, es El Santo; y se valían de otros títulos, como por ejemplo: “El Bendito”. El Pontífice Caifás preguntó a Jesús en medio del Sanedrín: “¿Eres tú el Hijo de Dios?”. Y al responder Jesús que así era, lo condenó por blasfemo. En verdad, habría sido una blasfemia si Jesús no lo era. Pero lo era. Él era el innombrable que los judíos no podían pronunciar…; pero Dios, rico en Misericordia, puso a su Hijo entre nosotros: “Dios con nosotros”, el Salvador Jesús. Y desde entonces, todos podemos invocar su Nombre para ser salvados. Así, el buen ladrón en la cruz dijo: “Jesús, acuérdate de mí”… y Jesús le regaló, ese mismo día, el Paraíso, que era el estar con Jesús eternamente… En su Nombre vivimos; en su Nombre suplicamos; en su Nombre damos gracias a Dios por todo; y en su Nombre oramos y nos dejamos tomar y tocar por Jesús… Ante Él nos arrodillamos como lo hace el cielo y la tierra y los abismos y los mismos ángeles lo adoran arrodillándose…
¡Que su Nombre, pronunciado amorosamente, nos haga ser más Jesús en sus sentimientos, en sus pensamientos, en sus emociones y en toda su vida! … ¡Que pueda pronunciar un día, como Pablo: “Ya no soy yo, es su Nombre y su ser el que habita en mí”…
¡Que así sea!...

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