"Ventana abierta"
Rincón para orar
Sor Matilde
CURACIÓN DEL HIJO DE UN
CORTESANO
43 Pasados los dos días, partió de allí para
Galilea.
44 Pues Jesús mismo había
afirmado que un profeta no goza de estima en su patria.
45 Cuando llegó, pues, a
Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque habían visto
todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos
habían ido a la fiesta.
46 Volvió, pues, a Caná de
Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real,
cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaúm.
47 Cuando se enteró de que
Jesús había venido de Judea a Galilea, fue donde él y le rogaba que bajase a
curar a su hijo, porque se iba a morir.
48 Entonces Jesús le dijo:
« Si no veis señales y prodigios, no creéis. »
49 Le dice el funcionario:
« Señor, baja antes que se muera mi hijo. »
50 Jesús le dice: « Vete,
que tu hijo vive. » Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se
puso en camino.
51 Cuando bajaba, le
salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía.
52 El les preguntó entonces
la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron: « Ayer a la hora
séptima le dejó la fiebre. »
53 El padre comprobó que
era la misma hora en que le había dicho Jesús: « Tu hijo vive », y creyó él y
toda su familia.
54 Esta nueva señal, la
segunda, la realizó Jesús cuando volvió de Judea a Galilea. (Jn.
4,43-54)
Jesús sigue su vida itinerante. Ahora de
Judea a Galilea. Después, de Galilea a Judea… Por donde pasa va provocando, con
su gracia, a los hombres de pueblos y aldeas para que le pidan
“insistentemente” la salvación.
Ahora llega de nuevo a Caná. Allí realizó su
primer milagro en una boda, cambiando el agua en vino. Y allí sus discípulos
creyeron en Él y lo siguieron, ya adhiriéndose a su persona y enseñanzas…
Aquí va también un funcionario real. Era un
judío de la pequeña corte de Herodes Antipas que tenía su residencia habitual a
orillas del lago Tiberiades… y le pide insistentemente que baje a Cafarnaúm
porque su hijo se está muriendo… Jesús le dice que tenga fe, pues sin ella los
milagros serían signos muertos que no valdrían de nada, lo más para admirarse…,
pero el funcionario le insiste que actúe: “¡Baja inmediatamente antes de que
muera mi niño!”… Entonces Jesús, recogiendo esta súplica le manda: “Anda, tu
hijo vive”. Y este hombre, creyó en la Palabra de Jesús y desanduvo el camino
hacia Cafarnaúm para recibir tan gran regalo…
El fruto de la fe es la alegría y la
seguridad de la bondad de Dios, como le sucedió a este funcionario… ¡Bajaba a
prisa para ver a su hijo salvo y antes de llegar los criados ya le salen al
encuentro para decirle: “Tu hijo vive”!… Con este gran milagro, toda la familia
creyó en Jesús y se adhirieron a sus enseñanzas y a su Persona…
Muchas veces ante los signos maravillosos de
Jesús, nos gustaría saber qué sucedió después con este niño curado y con su
familia…, pero en este caso, nada nos dice el Evangelio… en otros milagros, sí…
Aquí Juan, con su relato, quiere que todos
los que lean este Evangelio, crean que Jesús es el Hijo de Dios, el Ungido por
el Espíritu Santo en su Bautismo en el Jordán… Que el Padre lo ha acreditado
como el Amado, el Predilecto…
¿Qué hemos hecho nosotros para que Dios nos
trate con tanta deferencia y consideración?… ¡el Misterio de la divinidad y
humanidad de Jesús, escondido desde siglos y generaciones, ahora revelado ante
nuestros ojos!… ¡Busco y no hay méritos!… ¡Hurgo y nada hemos hecho para
que el Dios eterno nos trate así!… ¡Todo es misericordia y benevolencia hacia
este hombre tan pequeño y muchas veces tan inconsciente del Amor Eterno que lo
envuelve y lo rodea, para atraerlo a lo más íntimo del Corazón de Dios!…
¡Señor, no nos dejes en el desvalimiento de
nuestra inconsciencia e ingratitud!...
¡Que tu Espíritu Santo me llene de su Amor
para que no ande ciego el tiempo de esta vida, sino que ésta sea una continua
acción de gracias a Ti!…
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